La última imagen pública de Carmen García Galisteo, conocida artísticamente como «Carmen Sevilla» fue hace 12 años (2011). Se llamó así porque nació en la capital andaluza, donde su padre era notario. Escribió música y teatro y triunfó en Hollywood (EE.UU), Francia e Italia. En la imagen, con el cantante Frank Sinatra

AGENCIA EFE. La cantante, actriz y presentadora Carmen Sevilla, de 92 años, ha estado ingresada en el Hospital Puerta de Hierro Majadahonda, según han señalado a la agencia EFE este lunes 26 de junio (2023) fuentes cercanas a la actriz. Según informa la revista «Vanitatis», su estado es grave y la situación es preocupante, debido tanto a su historial y su delicado estado como a sus 92 años de edad. La protagonista de películas como «Violetas imperiales» (Richard Pottier, 1953), «La venganza» (Juan Antonio Bardem, 1958), «Marco Antonio y Cleopatra» (Charlton Heston, 1972), «No es bueno que el hombre esté solo» (Pedro Olea, José Luis Garci 1972) o «La loba y la paloma» (Gonzalo Suárez, 1974), ha sido trasladada al hospital desde la residencia geriátrica donde vivía desde que le diagnosticaron Alzhéimer. Toda la prensa española del corazón se ha trasladado primero a Majadahonda, desde donde se espera el fatal desenlace, que ha evolucionado rápida y dramáticamente a peor. «Malas noticias sobre el estado de salud de Carmen Sevilla. La actriz era ingresada en estado grave en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid el domingo 25 de junio tras una complicación de salud, y parece que su situación no ha mejorado. La artista, que lleva más de 13 años batallando contra la enfermedad de Alzhéimer, llevaba 7 años viviendo en la residencia Orpea de Aravaca donde vivía en un apartamento privado que tiene servicio las 24 horas, estaba tranquila y recibiendo todos los cuidados y atenciones que necesitaba. Sin embargo, tuvo que abandonar el centro debido a un problema de salud que hacían saltar todas las alarmas y que, una vez en el hospital Puerta de Hierro Majadahonda, su pronóstico pasaba a ser «grave», sino que apenas unas horas después, ya se sabe que ha sido trasladada a la planta de paliativos, indica La Vanguardia.


«Marco Antonio y Cleopatra»: interpretó a Octavia en la obra de Shakespeare que dirigió y protagonizó Charlton Heston en 1971

ESTABA INTERNADA EN UNA RESIDENCIA DE LUJO EN ARAVACA. A pesar de que ni su hijo Augusto Algueró, ni ningún miembro de la familia, ha emitido información al respecto del estado de salud de la artista, una reportera del programa «Así es la vida» confirmaba a las puertas del hospital majariego la noticia. En plató, además, contaban con uno de los compañeros de la artista, Agustín Bravo, quien trabajó con ella durante años en Telecupón. El presentador sevillano contó que siempre ha estado en contacto con Moncho Ferrer, gran amigo de la artista y el único que todavía tiene acceso a ella para visitarla y saber cómo se encuentra, pero reconoció que no logra contactar con Augusto Algueró, el hijo de Carmen: «Augusto me da la impresión de que no va a hablar con nadie», apuntaba Bravo, conocedor del hermetismo de Algueró con respecto a su madre y lo poco dado que es a hablar con la prensa. La veterana actriz se apartó de los medios en 2009 desde que se le diagnosticase la enfermedad, que también padeció su madre. La última vez que pudo verse a la gran artista en televisión fue en 2011 con motivo de su cumpleaños, junto a María Teresa Campos en «¡Qué tiempo tan feliz!», a quien concedió su última entrevista. Desde entonces, su estado de salud ha sido toda una incógnita, pues su hijo decidió vetar las visitas a su madre para evitar complicaciones, salvo excepciones como el mencionado Moncho Ferrer. Algueró, a cargo de los asuntos de su madre desde 2006, no ha hablado con la prensa porque considera que es lo correcto para que su madre descanse, alejada de los focos, y que no se conozcan ciertos datos que pertenecen a la intimidad de la artista. «Desgraciadamente no me reconoce, pero recibe las muestras de cariño y afecto que le damos. Es una situación dura y difícil para todos, pero la llevamos lo mejor que podemos. Lleva ya mucho tiempo enferma», declaró hace unos años a «Diez Minutos». «Prefiero estar al margen, considero que es mejor así», concluye La Vanguardia.


Telecupón la hizo más popular para los «ochenteros», aunque era aficionada a las novelas de Vicky Baum y escribía obritas de teatro y canciones para Estrellita Castro

SE LLAMABA «CARMEN GARCIA GALISTEO». Aunque las nuevas generaciones de españoles ya no la conozcan, la periodista Zahira Ramos de «El Cierre Digital» ha realizado una semblanza que permite recordar como su verdadero nombre es Carmen García Galisteo, nació en Sevilla el 16 de octubre de 1930 «y nada en su destino parecía encaminarla hacia el panteón de las estrellas folclóricas. Carmen Sevilla estuvo activa en el cine durante cuatro décadas y en los 90 se convirtió en un icono de la televisión, retirándose de la vida pública en 2010. Su único hijo es Augusto José Algueró, nacido en 1964 fruto del matrimonio entre la folklórica y el recordado compositor Augusto Algueró. Y es que la salud de la querida artista ha sido un tema recurrente cada cierto tiempo en los medios. En varias ocasiones se ha anunciado su supuesto fallecimiento en las redes sociales para disgusto de su hijo. Sin duda, Carmen Sevilla «es una de las artistas que más cariño despierta entre el público y por ese motivo su evolución siempre se convierte en noticia. En su historia no hay anécdotas relacionadas con el hambre, la necesidad o la educación sentimental en la cultura popular de la calle».

Ni Frank Sinatra, Clark Gable, Cary Grant (en la imagen) o Charlton Heston se resistieron a sus encantos en los años 50.

ESCRIBIA TEATRO Y CANCIONES PARA ESTRELLITA CASTRO Y LEIA A LA NOVELISTA AUSTRIACA VICKY BAUM. «Tal vez por eso, tuvo un punto un tanto más cosmopolita que sus compañeras de generación como Paquita Rico o Juanita Reina. Sin llegar, claro, al punto exótico de Sara Montiel. Su padre era notario y en sus ratos libres escribía obritas de teatro y canciones para Estrellita Castro. Es decir, Carmen, al contrario que las demás estrellas de la posguerra, tuvo acceso a cierto nivel de educación. En una entrevista en los años 50 hablaba de ser aficionada a las novelas de Vicky Baum, toda una declaración de intenciones en una flamenca de pro. Pronto su fama fue unida a coproducciones con Argentina y México y, además, cruzó lo que parecía un rubicón inaccesible para la España de Franco, los Pirineos. Lo hizo de la mano de Luis Mariano, el único tenor con mallas que nunca diera el País Vasco, y que en Francia era toda una institución. Juntos hicieron tres películas que se convirtieron en clásicos y tras su ruptura profesional intentó hacer por Lolita Sevilla y Paquita Rico lo mismo que con Carmen: la internacionalidad» recuerda la periodista.

Con José Manuel Parada en «Cine de Barrio»

CON VITTORIO DE SICA EN ITALIA E INTERPRETO A SHAKESPEARE EN EE.UU. «Después de Luis Mariano lo suyo fue imparable. Rodó varios filmes en Francia, incluso con el indigesto humorista local Fernandel, en Italia Vittorio de Sica la eligió para sustituir ni más ni menos que a Sofía Loren y a Gina Lollobrigida en la saga «Pan, amor y…». Con el tiempo era normal que Hollywood llamara a su puerta. La Paramount firmó un contrato con ella y rodó varios títulos, que no pasarán a la historia del cine, como «Rey de Reyes» (1961) donde hizo de María Magdalena. Su paso por la meca del cine le sirvió para codearse con Frank Sinatra, Cary Grant o Ricardo Montalbán. Se resarció años más tarde, ya en su madurez, cuando hizo de la Octavia de Shakespeare en la adaptación que dirigió y protagonizó Charlton Heston en 1971 de «Marco Antonio y Cleopatra».

«En 1961 se casó en la catedral de Zaragoza con Augusto Algeró, compositor oficioso de la España del desarrollismo»

SE ARREPINTIO DE NO HABERSE CASADO CON LUIS MARIANO, A PESAR DE SER HOMOSEXUAL. Tras un alejamiento del cine en pos de su matrimonio con Algueró y su música, en los 70 jugó al destape con cintas como «La cera virgen» o «El apolítico«, donde los espectadores pudieron disfrutar de su espléndida madurez. Un físico que hasta entonces sólo pudieron ver los espectadores europeos, más afortunados en cuanto a exhibición cárnica de las estrellas. También pudo dar muestras de más registros rodando para la hornada de nuevos directores: Pedro Olea, Eloy de la Iglesia, Gonzalo Suárez o Julio Diamante. Los amores de Carmen: «En las memorias que le dictó a Carlos Herrera en 2005 aseguró que se arrepentía de haber sido tan “decente”. En dicho libro repasaba todos los posibles amores y pretendientes que tuvo y que, influenciada por su devoción religiosa, rechazó. Yul Bryner se enamoró de ella cuando la conoció en una fiesta organizada por su amiga Lola Flores. Cantinflas en México le regaló un portentoso zafiro, pero Lola Flores le obligó a devolverlo. “Si lo aceptas ya sabes lo que va a querer a cambio”, le dijo muy acertadamente ‘La Faraona’. Más improbable fue su supuesto affaire con Luis Mariano que, seguramente, estaría más interesado en cualquier bailaor del conjunto que en nuestra estrella.

Su paso por Hollywood le sirvió para codearse con Frank Sinatra, Cary Grant o Ricardo Montalbán

BODA EN ZARAGOZA CON EL MUSICO AUGUSTO ALGUERÓ. Sin embargo, Carmen aseguraba en sus citadas memorias que le pidió en matrimonio y le rechazó por ser homosexual y, a renglón seguido, aseguraba que siempre se arrepintió ya que habría sido el mejor marido posible. No en vano, estaba escarmentada. Su primer novio había sido el torero mexicano Carlos Arruza que la obligó a elegir entre él y el cine. Evidentemente, ella eligió convertirse en una estrella. En 1961 se casó en la catedral de Zaragoza con Augusto Algeró, compositor oficioso de la España del desarrollismo. Con él sería madre y conoció el martirio de las infidelidades del compositor catalán. En 1974, Carmen decidió darle puerta al músico después de saber que éste estaba liado con Blanca Estrada. El asunto fue reflejado en todas las revistas del momento. Evidentemente, en España ya se olía a cambio. Luego llegó Vicente Patuel con el que se unió en 1984 y se retiró a una finca en Extremadura. La imagen de una Carmen entrada en carnes y en plan campestre sorprendió a muchos y se hizo fija en las revistas del colorín. El sex symbol casi sin solución de continuidad dio el salto a convertirse en una abuelita entrañable.

Cantinflas en México le regaló un portentoso zafiro, pero Lola Flores le obligó a devolverlo. “Si lo aceptas ya sabes lo que va a querer a cambio”, le dijo ‘La Faraona’.

EL SHOW DE CARMEN SEVILLA EN TELECUPON. En los primeros noventa fue reclamada por Telecinco para presentar el sorteo del Telecupón. Un programa que aparentemente no tenía ningún interés se convirtió en todo un show televisivo gracias a la personalidad de Carmen Sevilla, que pareció encontrar su medio ideal. Sus meteduras de pata continuas la acercaron al espectador medio, aunque siempre quedó la duda de si la mayoría de sus «actins» estaban o no preparados. De la ‘cadena amiga’ saltó a Antena 3 y de ahí a Canal Sur y, por último, a Televisión Española protagonizando una guerra con José Manuel Parada que la acusó de haber actuado de mala fe, para arrebatarle el puesto como presentadora del programa «Cine de Barrio». Ante las cámaras, Carmen dio ya síntomas de la enfermedad. Decidió retirarse de la vida pública tras conceder dos entrevistas, a María Teresa Campos para Telecinco y a Jesús María Amilibia para La Razón. Era su manera de despedirse del público, que al fin y al cabo fue su amor más fiel», concluye la bella y emotiva semblanza de la periodista Zahira Ramos.

Majadahonda Magazin