JULIA BACHILLER. La presentación del libro «En la línea de fuego. La realidad de los enfrentamientos armados» tuvo lugar en el salón de actos de la Jefatura de la Policía Local de Majadahonda. Quizá el sitio y el público más adecuado, ya que este libro va dedicado a la ertzaintza, policías locales, guardias civiles, mozos de escuadra e incluso personas dedicadas a la seguridad privada. La presentación del libro contó con las intervenciones del concejal de Seguridad Manuel Ortíz, el capitán de la academia de Oficiales de la Guardia Civil de Aranjuez Vicente Manuel García Salguero, la representante de la editorial Tecnos y los escritores del libro Ernesto Pérez Vera y Fernando Pérez Pacho. Una nutrida presencia de fuerzas de seguridad del Estado estuvo presente, pero también entre el público se encontraban los concejales de Ciudadanos Antonio Rodríguez y David Ayuso, así como otros tantos civiles interesados en el tema. 


La presentación comenzó con el testimonio de la representante de Tecnos. Una intervención marcada por los agradecimientos a los asistentes: «no habíamos hecho nada en la editorial parecido a esto, me parece un libro único en el mercado. Cuatro ediciones en tres años es un éxito. Es totalmente diferente a lo que está escrito en nuestro país, gracias a este libro podemos saber que sienten los policías cuando se enfrentan a una situación límite y nos ha ayudado a poder entenderlo. Es un libro que hacía falta».

Vicente Manuel García Salguero, capitán de la Academia de Oficiales de la Guardia Civil de Aranjuez, tras los agradecimientos a los allí presentes, fue el encargado de presentar a los escritores del libro. «Para mí es un auténtico honor y orgullo. Es una primera y necesaria obra que trata de algo que para los que nos dedicamos a la seguridad pública o privada muchas veces ha estado ocultado: el enfrentamiento con armas. Un tipo de situaciones también hasta denostadas o pasadas a un plano un poquito negativo. Este enfrentamiento armado está examinado desde el punto de vista del agente, del policía que está trabajando. Y por otra parte está examinado desde el punto de vista psicológico, qué nos ha llevado a actuar de una manera con todo lo que eso conlleva y las secuelas que eso va a producir».

Tras estas palabras, pasó a presentar a los autores. Ernesto Pérez Vera nació en la Línea de la Concepción (Cádiz) en 1970. A los 17 años ingresó en la Federación Española de Tiro Olímpico. Tras hacerlo en el Ejército (Infantería), pasa a desarrollar su trabajo en el área de la seguridad privada y en 1999 en la policía local de la Línea de la Concepción. En este cuerpo, entre los años 2001 y 2003, ejerce el mando de la unidad especial de policía local, para luego realizar actividades de asesoramiento armado hasta el año 2012. Actualmente imparte clases de instrucción de tiro policial en centros homologados de seguridad privada, así como a personal profesional y civil relacionado siempre con esta disciplina. En su faceta de escritor ha redactado más de 400 artículos sobre armas y actuaciones policiales con ellas y colabora con numerosas publicaciones especializadas de seguridad policial y privada. También ha participado como docente colaborador de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria para profesionales de la seguridad.

«Fernando Pérez Pacheco nació en Bilbao en 1959, es licenciado en Psicología por la Universidad de Deusto y cuenta con 35 años de experiencia en el ámbito de la psicología clínica y la formación de cuerpos policiales. Colabora como docente en la Universidad Nacional de Educación a Distancia dando cursos de formación. Posee diferentes másteres en Fenomenología Terrorista, Recursos Humanos, Psicología Forense, etc. Además de Técnico en prevención de Riesgos Laborales. «El libro es una radiografía de una realidad oculta cuando no desconocida, de lo que sucede en el ser humano, sea policía o no, cuando se enfrenta a una situación de vida o muerte. En él se narran 22 situaciones reales de policías españoles de todos los cuerpos, tenemos incluso aquí sentados ertzaintzas, policías locales, guardias civiles, mozos de escuadra… que han sobrevivido a la triste, dura y grave situación de sobrevivir matando. La mayoría de ellos nos han confesado durante las entrevistas realizadas durante dos años que no estaban preparados para poder sobrevivir como aquel día lo hicieron. Incluso miembros de unidades especiales narran como aquel día no pudieron operar tal y como habían entrenado, porque les cambiaron las circunstancias de la galería a la realidad de la calle», relató Ernesto Pérez Vera, uno de los autores de «En la línea de fuego. La realidad de los enfrentamientos armados«.

Un emocionante relató que continuó de la siguiente manera: «algunos no llegaron ni a desenfundar sus armas, siendo a veces heridos gravemente y otras resultando indemnes al poner en práctica el «pies para que os quiero». Lo que nos hablan en la galería de tiro no coincide en absoluto con lo que ocurre en la calle. Mi lucha ahora mismo es hacer comprender a la gente que tiene derecho a vivir, lo dice la Constitución pero también lo dice la propia naturaleza. Cuando alguien te intenta matar o dar los pasos que pueden acabar ocasionándote lesiones graves, tú tienes derecho a defenderte. Qué más da el medio con el que tú te defiendas o con el que el otro te esté intentando matar. El instructor de tiro no solo tiene que enseñar al policía, tiene que tener conocimientos jurídicos para no inculcar miedo: los policías tenemos derecho a defendernos«.

El otro autor, Fernando Pérez Pacho, puso de manifiesto que “ha sido una satisfacción escribir este libro y también una tristeza, al fin y al cabo estas hablando de penas y miserias humanas y de gente que lo ha pasado mal. Este libro empezó siendo una forma de ayudar a la gente«. Pérez Pacho desveló que conoció a Ernesto Pérez Vera por internet y lo que al principio era una web para ayudar a muchos policías que solicitaban sus servicios de asesoramiento ante situaciones difíciles les puso en el camino de escribir este libro. «Queríamos darle un tono humano, personas reales que hablan de lo que les ha ocurrido y como se han sentido. De esa manera quien lo leyera podía sentirse identificado con el estrés policial y con todo lo que ocurre durante un enfrentamiento armado. Pocas veces se habla del estrés, que juega un papel fundamental en un enfrentamiento armado. Cuando surge una situación de peligro lo que automáticamente ocurre en nuestro cuerpo provoca la intención de salir corriendo, pero el policía no puede hacer eso, tiene que funcionar contra natura», continuó el autor.

«El policía tiene que quedarse, tratar de solventar esa lucha fundamental contra su biología y enfrentarse a una situación en la que su vida corre peligro –su vida o la de terceros–, eso tiene un coste muy grande. Hay dos aportaciones fundamentales en este libro: lo poco que se tienen en cuenta los entrenamientos policiales, y ya no solo para el empleo del arma reglamentaria. Existe muy poca preparación a nivel psicológico, a nivel emocional, etc. Solo el disparo en galería no prepara a nadie para un enfrentamiento armado. La reacción al después de un enfrentamiento armado es que más de la mitad de los policías comentaban que lo que recibían después en la Comisaría eran desprecios, falta de apoyo, envidias, recelos e incluso acusaciones. Cuando un policía se encuentra en una situación de estas lo que quiere es hablar de ello, quiere normalizarlo en su vida. Para muchos policías esto ha sido un calvario más que una situación de orgullo por poder haber actuado como policía ante una situación peligrosa», reveló Fernando Pérez Pacho.

«Lo que más echaban de menos estos policías es que sus mandos no les apoyaran en absoluto. Por contra, los que pudieron afrontar esta situación coincidían en lo mismo: habían recibido el apoyo de sus compañeros y de sus mandos, los cuales habían hecho todo lo posible para que el tema judicial-administrativo fuera lo más sencillo posible. No obstante, el mayor apoyo de un policía sigue siendo su familia y sus amigos. Pensamos que si este libro puede servir para algo es para concienciar que nuestro entrenamiento y nuestra preparación en algunos aspectos debería cambiar 180 grados«, concluyó.

Tras esta intervención se dio paso a un turno de preguntas todas ellas de gran interés tanto por su contenido como por sus respuestas. Y MJD Magazin formuló la suya: «Ayer estuve presente en el desalojo de las Casas Rojas de Majadahonda, escuché insultos, vi reacciones de políticos, y aunque a cada uno se le trató de una manera distinta según su acercamiento, con todos se hizo muy educadamente. ¿Cómo mantenéis la paciencia y la calma ante estas situaciones?«. Ernesto Pérez contestó: «las fuerzas y cuerpos de seguridad, todos los cuerpos, actúan así de bien en el 99% de los casos, lo que pasa es que se hacen eco los periodistas (frase sin ningún tono de reproche, la cual suscito las risas de los presentes) cuando la cagamos. Y a veces no la cagamos, pero políticamente o periodísticamente interesa. Sin embargo, la mayoría de las veces la policía va así de correcta, como usted nos está contando. Las unidades policiales que se encargan de este tipo de asuntos son policías que están concienciados, están mentalizados para soportar este tipo de situaciones«.

El capitán Vicente Manuel García Salguero también dio su opinión al respecto: «las unidades de control de masas se caracterizan básicamente por dos cuestiones, una preparación técnica, incluyendo también la física, bastante grande. Y sobre todo una preparación psicológica. ¿Cómo se aguantan los insultos? Pues algunas veces me gustaría a mí saberlo, porque yo he tenido servicios de desalojos, de control de masas, muchas horas a pie firme, equipado con un equipo completo que pesa y sin poderte mover porque el lugar donde se está desarrollando la actuación no permite ni ir al servicio. También mucha gente está pegada a ti a distancias mínimas, lo que nosotros llamamos una distancia de contacto. Así horas y horas aguantando insultos pero no necesariamente tiene que pasar nada. Después, los manifestantes han cumplido su objetivo que muchas veces es nada más que salir en la prensa. Para aguantarlo se recibe cierta formación pero hasta que uno no está ahí no sabe lo que es. Y en 16 años ningún psicólogo me ha venido a dar clases para decir como encaramos esto«. Por su parte, Fernando Pérez también dio su opinión: «la clave está en no personalizar cuando alguien te dice algo. Cuando uno es más joven, es más fogoso. Con el tiempo la misma frase no te afecta de igual manera, eso es aprender a personalizar».

El acto finalizó con la intervención del concejal de Seguridad Manuel Ortiz: «para mí siempre es un honor poder presentar un libro, pero si me lo permiten, mi orgullo es mayor si se trata de la presentación de un texto como este, donde se recogen los testimonios de hombres y mujeres valientes y honestos que se han visto en situaciones de desenfundar su arma por defender la ley y la libertad de todos. Por ello quiero que sirvan estas palabras como reconocimiento a todos aquellos que forman parte de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. El sentido del deber y sacrificio hace de estos que sigan siendo las instituciones más valoradas por la sociedad. Hago un llamamiento a todos sus miembros a preservar en su compromiso y entrega, siendo muy consciente del difícil momento en que nos encontramos. La labor que todos ustedes ejercen es crucial para el funcionamiento de nuestro sistema democrático, para garantizar los principios y valores reconocidos en la Constitución Española».

«Los españoles hemos vivido durante décadas la barbarie de la banda terrorista ETA y hemos sufrido uno de los atentados más sangrientos de la historia de nuestra humanidad como fueron los ocurridos en la ciudad de Madrid el pasado 11 de marzo de 2004. Hoy han pasado 12 años y la inmensa mayoría de nuestra población es consciente de que el trabajo de todos es luchar contra el radicalismo y por la libertad. El éxito de esta lucha se basa en el apoyo a nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y el mejor ejemplo de ello lo tenemos en España, donde gracias a vosotros logramos acabar con ETA. Hoy nos parece lejano e incluso extraño y es necesario recordar a las generaciones más jóvenes que no hace tantos años un guardia civil, un policía nacional, un policía local, un ertzaintza, por el mero hecho de serlo, se encontraban bajo el punto de mira de los terroristas. Por ello no quiero olvidar hoy aquí a las 829 víctimas mortales que ha dejado el terrorismo etarra a lo largo de su historia en España. Y muy especialmente a los 506 hombres y mujeres miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado que dieron su vida en acto de servicio».

«No debemos dejarlo en el olvido. Es importante recordar que es el colectivo más damnificado por el terrorismo con más de 500 bajas. Es importante recordar esto ya que por desgracia hace tan solo unas semanas, un determinado grupo político recibía a los familiares de los agresores a dos guardias civiles y a sus parejas en el municipio de Alsasua y los calificaban de víctimas. Yo les digo que aquí los únicos que deben ser considerados como víctimas son aquellos que cayeron en el camino y no aquellos a los que ahora defienden. Como bien dice este libro, son múltiples las situaciones en las que guardias civiles, policía nacional, policías locales o miembros de la seguridad privada se ven obligados a desenfundar su arma con el objetivo de proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades que la Constitución Española reconoce y garantiza la seguridad ciudadana», continuó Manuel Ortíz.

«Servicio y entrega son rasgos de identidad de estos cuerpos que los ennoblecen y deben inspirarles a todos. No es fácil encontrarse ante la situación de la línea de fuego y el mejor ejemplo de ello lo podemos ver en los relatos que se cuentan en este libro. No puedo terminar mi intervención sin reiterar mi reconocimiento y agradecimiento por el gran servicio a España. Y hago extensivo este reconocimiento no solo a quien se encuentra de servicio sino también a sus familias», concluyó el concejal de Seguridad. Del libro destacar su dedicatoria: «A quienes no pudieron volver con sus familias aquel día y a los que maltrechos de por vida, a veces también olvidados, sí consiguieron regresar con los suyos«; «Un policía no muere cuando cae, muere cuando sus compañeros y jefes lo olvidan y sus conciudadanos lo ignoran«. Estas dos frases invitan a descubrir el contenido del resto del libro.

Opinión: Mi agradecimiento a todos los presentes en el acto y a sus presentadores. Tuve la oportunidad de conocer algo que algunos no pueden o no quieren conocer: la calidad y amabilidad que hay en estos representantes de la ley y el orden sin hacer ninguna diferencia a la unidad policial a la que pertenecen. Y a Ernesto y Fernando, autores del libro, decirles que espero que este libro sea tan bueno como las explicaciones que dieron sobre su contenido. Un placer haber estado presente en tan magnifica presentación que hicieron dos grandes comunicadores tanto oral como seguro que por escrito.

Majadahonda Magazin