Vicente Araguas ha sido traducido al italiano por Sabrina Lembo, al portugués por Viale Moutinho y, recientemente, al checo por Klára Goldstein. Actualmente vive entre Majadahonda (Madrid), Xuvia-Neda (Galicia) y Olomouc (Moravia)

LIDIA GARCIA. El polifacético escritor, poeta, cantautor y profesor de Majadahonda (Madrid), Vicente Araguas, es protagonista este viernes 21 de marzo (2025) de un reportaje en el periódico «La Tribuna» de Honduras, titulado «Lluvia de agosto», que reproduce su biografía y sus últimos poemas: «nacido en Xuvia-Neda (Coruña, España) un 24 de setiembre cuando el siglo XX, de puro convulso, se retorcía en su mitad. Doctor en Filología Inglesa (su tesis “El mundo poético de Bob Dylan” explica a las claras el porqué de un Premio Nobel de Literatura), ha dedicado, sigue haciéndolo, como profesor de Poesía en el Colegio Logos (Las Rozas, Madrid), una vida entera a la docencia. Primaria, secundaria, universitaria. Novelista, dramaturgo, traductor, ensayista, periodista, a lo largo de medio centenar de libros y un sinfín de colaboraciones en prensa, Araguas es sobre todo poeta. Su obra, en gallego y español, recogida en libros como “Maneiras de querer” o “El deseo aislado”, se balancea entre la épica y la lírica, con ribetes surrealistas y desprendimiento tan erótico como cargado de un cierto humor. Vicente Araguas ha sido traducido al italiano por Sabrina Lembo, al portugués por Viale Moutinho y, recientemente, al checo por Klára Goldstein. Actualmente vive entre Majadahonda (Madrid), Xuvia-Neda y Olomouc (Moravia), con tendencia meridiana hacia este lugar, donde se hallan Herbert y Klára, causa y razón últimas de este poeta autodefinido como «vagabundo y bailarín del verso». Los textos que reproduce el periódico hondureño son los siguientes.

Lidia García

«ME PREGUNTAN LOS PIANOS si estás en casa o acaso has salido hacia los parques donde los pavos reales emiten sonidos de almas en pena. Pero solo porque quisieran ser tú o, al menos, tuyos. Más todavía porque luego te marchas y los pianos, dentaduras blancas y negras, te esperan con idéntica esperanza a la que te manifiestan quienes te vamos siguiendo. Con insistencia de lluvia en los tejados, de los gatos gatunos, de la nieve inesperada en abril. En abril, tan a la vuelta de la esquina como la oración del fugitivo de todo lo que existía antes de que te mostrases. O aparecieses a bordo de todos los pianos, de todos los valses, de todas las mazurcas, de las canciones con liebres libres y libros que devoras en un santiamén mordedor, las piernas colgando de un puente levadizo. El que se alza para que pasen los barcos que traen los pianos que me preguntan si estás ya en la casa porque quieren estar contigo donde la alegría. Don de la alegría, calambur escondido en tu ropa de casa», recoge en prosa poética La Tribuna de Honduras. Y en verso los siguientes poemas:

“Libro en marcha”. LLUVIA DE AGOSTO. (Con Herbert Goldstein)

LLUVIA DE AGOSTO

La calle un punto
de cruz en medio de los grajos.
o bien llegar tan lejos
como el fulgor del mundo
estallando cuando se llora
orillando los ríos sagrados
en el centro de la piel
que se unifica.

LOST RIVER

Yo era un río perdido allí donde los ángeles
no saben ni contestan o tal vez se despistan
(la juventud, un trance, asunto melancólico
para no echar de menos sino en los arrebatos.)
Llegasteis los dos juntos, primero quien debía,
y después tú, muy tibio, al verano moravo,
tan lentamente esdrújulo, escalera en la niebla
cuando decido, gótico, ascender cada día.
Siempre probando siempre labios y catedrales,
los ojos que me miran, la sonrisa con lágrimas,
el café más amargo, acentos de alegría
para depositarte, muchachito subido
en mí: tu cocotero, nogal o chaquetón
por si vienen los fríos.

PAISAJE ANIMADO

Vienen los más alegres
cabalgando en los balancines
tan anclados, tan firmes,
tan caballitos de tíovivo.
Son la comedia humana
con maneras divinas
agitando las piernas
cuando suena la danza, cuando danzan
los más alegres;
alegremente gatos.

DÉCIMAH

Te miraba, tan pequeño,
un corazón pajarillo,
escasamente chiquillo
como extraido de un sueño.
Y eras celeste y mi dueño,
mar subido de mareas,
río fértil en tareas
de peces interminables
y los azules contables
en un mirar que gatea.

TAN AZUL LA MIRADA
O FLECHA DISUELTA EN EL CIELO

Hortensias Àaqueando los senderos
que llevan por las huertas
donde perdí la niñez .
El niño que quiso ser gallo,
el gorro encarnado
del j efe de la estación hoy pesadumbre.
Mi madrina pone posos
de café entre las semillas de hortensias
para que sean azules.
He venido a mirarme
en tus ojos garzos
como Àechas disueltas en el cielo.

CINCO SOLEALBAS PARA HERBI

I

Es tu sonrisa agua clara,
si lloras, más agua aún;
un océano tu cara.

II

Contigo brilla el paseo
y sonríes aunque duermas
como diciendo; “nos veo”.

III

Valiente como un tapir
al mostrar el sentimento:
bravo al llorar y reír.

IV

Te quiero como a las Àores
bajo la lluvia de agosto;
tan húmedos sus colores.

V

Yo me enamoré de Klára
y te quise a ti enseguida
solo con verte la cara.

 

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