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Luis Miguel Alonso, momentos antes del ataque cerebral

PAULA BERBELL/ ELOY RUBIO CARRO (Fotografías). El cierre de las Jornadas de Homenaje a Juan Luis Panero celebradas en Astorga (León) tuvo un acontecimiento luctuoso como broche final. Y no es la primera vez que ocurre. El cineasta Luis Miguel Alonso, poeta, narrador, pintor, radiofonista, fundador y director del Festival Nacional de Cine de Astorga, además de autor de la película “Los abanicos de la muerte” (2009) sobre la generación de ‘El desencanto’, cayó fulminado. Internado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de un hospital de León después de dos intervenciones en el cerebro, Alonso cayó cuando exhibía fragmentos de “El Desencanto” en la Casa Panero de Astorga ante un público que vio como se lo tenía que llevar una ambulancia. Aunque grave, el director de cine continúa luchando por vivir, y los médicos confían en que salga adelante con las menores secuelas posibles. No es el primero: en la misma casa falleció también un vecino de Astorga víctima de un infarto de miocardio. La llamada “maldición de los Panero”, la extinción de una saga de poetas inigualable por su cantidad y calidad, parece hacerse realidad y a la muerte de Michi Panero, Juan Luis y Leopoldo María víctimas de cáncer o enfermedades, al igual que su padre Leopoldo, su madre Felicidad o su tío Juan, se unen ahora estos sucesos desgraciados. Hace un año, el periódico Ileon.com entrevistaba a Luis Miguel Alonso, que declaraba: «Soy polifacético pero monotemático en la búsqueda de lo auténtico”. Y el periodista Manuel Cuenya escribía que el artista multidisciplinar Luis Miguel Alonso Guadalupe, autor de »Variaciones en las imágenes del tiempo’, acababa de escribir un nuevo poemario, el sexto, a la espera de que alguna editorial se interesase en su publicación.


Alonso, Perandones y

Alonso, Perandones y Luis Miguel Suárez, en el acto donde cayó enfermo el cineasta

Luis Miguel Alonso es autor de ‘El bandido maragato‘ (sobre la obra pictórica homónima de Goya, con voz en off de Pedro Trapiello), ‘Castorina’ (dedicado a la artista astorgana) o “Michi Panero”, en el que vemos al hermano pequeño de la familia Panero mostrándonos la ciudad de Astorga. Él estaba convencido de que uno siempre cuenta la misma historia, “unas veces desde la palabra o la plástica y otras desde la imagen en movimiento», a sabiendas de que «todo es parte de un intento de encontrarse con uno mismo, con los demás y con el entorno, tratando de escudriñarlo, de descubrir ese camino entre la selva diaria hasta la luz de la llanura de la serenidad de la auténtica sabiduría… Todo se relaciona cuando de lo que se trata, es de encontrar la verdad», aunque no resulte tarea fácil, sobre todo cuando uno abarca tantas disciplinas, como es su caso, «en un mundo en el que todo está etiquetado en departamentos estancos». Por tanto, se confesaba marcado por el medio ambiente donde vive, que, «al igual que los deseos, las ilusiones en la vida o la formación continuada, marca a cualquier ser humano». En su caso, Astorga, la capital de «la privilegiada comarca de la Maragatería», ha sido/es determinante en su vida. Una comarca privilegiada, según Luis Miguel, por la riqueza de su tierra y de su gente, «gente auténtica que aún queda en esos empedrados pueblos y gentes que, desde los más variados países, está viniendo a asentarse aquí, como si de nuevos colonos se tratase, como repobladores en un territorio pobre y abandonado buscando el sosiego, la tranquilidad del espíritu o el ímpetu para llevar nuevos proyectos, gente joven que vislumbra un futuro entre nosotros«, lo que le anima a seguir «labrando la tierra», a sabiendas de que muchos jóvenes llevan tiempo yéndose de este lugar de arrieros.


Público asistente al acto de Alonso en el homenaje a JL Panero

Público asistente al acto de Alonso en el homenaje a JL Panero: en la pantalla se exhibieron fragmentos de El Desencanto antes de caer fulminado

«Si Valente buscaba la serena espiritualidad en el desierto de Almería o Panero lo hacía entre los mesetarios pueblos de La Valduerna; la Maragatería ahora también  atrae a artistas,  empresarios, gente en definitiva que quiere encontrar su lugar vital», señalaba el autor de ‘Pasos sobre la tierra, bajo la imagen de un crepúsculo’ (Colección Provincia, Diputación-Instituto Leonés de Cultura, 2005), su cuarto poemario, con el que obtuviera el Primer Premio de la Bienal Internacional de poesía Eugenio de Nora. No en vano, Luis Miguel es un entusiasta de la poesía del creador de ‘España, pasión de vida‘ y cofundador de la mítica revista ‘Espadaña‘, al que conociera personalmente con motivo del premio que recibiera y cuya poesía le parece interesante y nueva, a pesar del tiempo transcurrido desde su escritura. «Eugenio resultó ser una persona sencilla, cercana y de una humildad sorprendente, casi monástica, una sorpresa en su calidad personal», recordaba Luis Miguel, quien también lograra quedar finalista de este mismo premio con su segundo libro de poemas, ‘Trazos del azar y la paciencia’ (Endymion, 1999). «Todo es parte de un intento de encontrarse con uno mismo, con los demás y con el entorno, tratando de escudriñarlo, de descubrir ese camino entre la selva diaria hasta la luz de la llanura de la serenidad de la auténtica sabiduría…»

Alonso, en fotografía de Carlos Campillo

LM Alonso, en fotografía de Carlos Campillo

Aparte de Eugenio de Nora, Alonso Guadalupe cree que de cada persona que tenemos cerca, podemos aprender algo, de sus ideales, pensamientos y formas de ver y entender un poco mejor la vida que nos rodea, y aplicar de modo positivo este saber a nuestra vida. «Cada autor que se ha mostrado con sinceridad ante los lectores, consigue transmitir esa verdad y nos entrelazamos a ella». En este sentido, siente en su poesía la divinidad en lo cotidiano de Emily Dickinson, el sustrato de la síntesis de la palabra de Valente, la alegría vital de la luz en el ser de Lorca, la profundidad del alma humana de Neruda o el más allá en el silencio de los trascendentes paisajes maragatos de Leopoldo Panero, poeta al que el autor de ‘Espacio blanco, la curva medida del tiempo’ (Endymion, 2001) le ha dedicado algún trabajo audiovisual, como ‘Los abanicos de la muerte’.

thumbSobre la saga de los Panero, Luis Miguel creía que seguiría en pie a pesar de sus hijos, Juan Luis, Leopoldo María y Michi, murieran sin dejar descendencia, porque están surgiendo nuevos libros, nuevas tesis doctorales en Hispanoamérica o películas sobre ellos. «Afortunadamente tendremos Paneros para rato, tanto para los lectores, para la ciudad de Astorga, como para la provincia de León, con la consiguiente repercusión cultural y turística que esto conlleva, aunque hay gente que increíblemente, esto aún, sigue sin verlo», apostilla este autor enamorado de su tierra y de la gran riqueza literaria que ha dejado la Escuela de Astorga y la posterior descendencia literaria de los Panero, Alonso Luengo, Gullón..., convencido asimismo de la cantidad y calidad de artistas que existen, especialmente en el mundo de la literatura, en nuestra provincia, a lo que ha contribuido en gran medida, como válvula de escape, en su opinión, la tradición oral de nuestros paisanos, la variada naturaleza, el frío, la austeridad casi monacal en nuestros pueblos y la eterna paciencia y resignación”.

El realizador Luis Miguel Alonso, por Nacho Gallego

El realizador Luis Miguel Alonso, por Nacho Gallego

En todo caso, Luis Miguel Alonso creía en esta entrevista que los narradores y poetas no están en un estrato diferente al resto de los humanos. «Solamente unos pocos, los auténticos, consiguen engarzar con el común denominador de la esencia humana, el resto simplemente trasladamos algunos pensamientos a un papel pretendiendo creer que eso vaya a servirle a alguien para algo, al menos para mejorar los pequeños territorios humanos de los que nos rodeamos. Pensamos ingenuamente, imitar a aquellos grandes autores que, como buenos exploradores en medio de la selva, conseguían siempre, no sin la perseverancia en el estudio, sin la constancia en la investigación, encontrar el camino, para hacernos vislumbrar la luz en el horizonte, tratando de encontrar el conocimiento», concreta Luis Miguel, cuyo último poemario hasta ahora, titulado ‘Variaciones en las imágenes del tiempo‘ (Csed poesía, 2015), consta de pequeñas historias, «de imágenes que se han licuado en palabras y que han surgido de algunos recuerdos, de  las conversaciones con los amigos, de la indiferencia de los enemigos, de los muchos deseos en un mejor futuro para todos y en definitiva, de la preocupación por poder hacer un mundo mejor con los que tenemos a nuestro lado…, sin egos, ni literarios, ni artísticos ni de otra índole».

1441957170795img_18167cinedosdnAlonso recordaba con satisfacción y a la vez con tristeza su etapa como director de la emisora Radio Astorga-Onda Cero porque, con otros seis o siete compañeros de la emisora, consiguieron llegar a más de 25.000 oyentes de los últimos ‘Estudios Generales de Medios’ y llevar a Astorga a figuras relevantes del periodismo y la literatura, tanto de ámbito nacional como internacional. Sin embargo, la emisora, que era económicamente muy viable, se cerró en 2003 después de doce años de actividad y compromiso, quedándose la ciudad de Astorga y toda su comarca sin este medio de comunicación, «tan relevante y trascendental… Pero todo sigue, esto debe de ser así…», aclaraba Luis Miguel, para quien la radio siempre ha sido fiel acompañante a lo largo de su vida. «Enraizada en lo más hondo de la tradición oral, consigue conectar con algo recóndito, con los pensamientos, los sentimientos y con el deseo de escuchar a los demás y a veces de ser escuchado por ellos. Es humano. Ahuyenta la amenazante acidez de la soledad cuando el hombre se enfrenta al vacío», manifestaba el fundador y director del Certamen Nacional de Cine de Astorga, que asimismo ha realizado cerca de una veintena de documentales y cortometrajes.

504861_1El Festival de Cine de Astorga está siendo, en palabras de Luis Miguel, un espejo donde mirarse, un referente de la cultura audiovisual del cortometraje nacional tanto por  los temas que aborda de forma completa y contextualizada en el mundo de la imagen, como por la gran cantidad de espectadores y figuras relevantes que se han acercado hasta Astorga, a lo largo de estos dieciocho años. «Creo que es un lujo al alcance de los leoneses, una gran ventana para ver otros mundos… que están en este», especifica este pintor, que ha realizado más de una treintena de exposiciones nacionales e internacionales, cuya obra se halla en distintos museos e instituciones. Para él, la pintura es otra forma estética de comunicarse con el exterior y, muchas veces, también con el interior desde la paleta cromática que da la naturaleza y la mirada.

Majadahonda Magazin