El escritor y poeta, José Ramón Ayllón Guerrero, último Premio de poesía Blas de Otero (Majadahonda), estudió Magisterio y Periodismo

ELENA MARTICORENA. El Ayuntamiento de Majadahonda, a través de la Concejalía de Cultura, vuelve a convocar este mes de julio (2022) el Premio de Poesía «Blas de Otero», que en esta edición otorga la ciudad desde el año 1989, la número 32. Su importancia en el municipio se demuestra por la convocatoria, más de 30 años después, de este premio literario. Solo ha habido tres excepciones: en el año 2015 el ganador, Darío Frías, fue desposeído del galardón al demostrarse un plagio en su obra, ocasionando un escándalo nacional e internacional. Al año siguiente, el jurado declaró desierto el premio en 2016 y en los años 2013 y 2021 no se convocó el certamen. Debido a este hecho, el último ganador del Premio de Poesía «Blas de Otero» 2020 es José Ramón Ayllón Guerrero. El autor venció con su obra «Arrecifes de sombras», y dos años más tarde, como consecuencia de la pandemia, sigue presentando este libro de poemas. José Ramón Ayllón Guerrero concede esta entrevista a Majadahonda Magazin para el deleite de sus lectores y en ella el autor se «desnuda» emocionalmente cuando se le pregunta: ¿En qué te inspiras para crear versos? ¿El lugar es importante para la composición de una obra? –Creo que la totalidad de mi obra poética surge de la experiencia íntima en lo que he terminado acuñando como pornografía emocional. Al final, y lo quieras o no, a todos nos mueven emociones, sentimientos y preocupaciones parecidas. Por supuesto que, en este viaje que es la vida misma, encuentras espacios y lugares que pasan a formar parte de tu vivencia y que, por consiguiente, aparecen proyectados luego en determinados poemas.


Elena Marticorena

El Ayuntamiento de Majadahonda «pretende fomentar la cultura en el municipio bajo el nombre del insigne poeta español que vivió y murió en la ciudad», dice su nota de prensa, que ratifica un premio de 6.000 euros, así como la posibilidad de edición del libro para el ganador. «Podrán concurrir a este premio cuantas personas lo deseen, sin importar su
nacionalidad o lugar de residencia, siempre que el texto esté escrito en español. El plazo de admisión de obras estará abierto hasta el 30 de agosto (2022) a las 13:00 horas, pudiéndose consultar todas las bases del premio en la web municipal. «El fallo vendrá, previsiblemente, en septiembre, una vez las obras hayan pasado tanto por un primer Comité de Lectura, cuyos integrantes seleccionarán las obras que pasan a la final, como por un Jurado integrado por personas de reconocida solvencia en el plano de las letras, pero cuya composición no se dará a conocer hasta después de fallo del premio», concluye el comunicado. Y José Ramón Ayllón Guerrero, cuenta su experiencia hasta llegar a este prestigioso galardón poético: «Mi formación literaria comenzó de forma más metódica durante el bachillerato. Tuve un par de profesoras que abonaron mi interés por los libros y, en concreto, la segunda de ellas empezó a recomendarme autores y dirigió de alguna manera durante mi adolescencia una aproximación más didáctica a la literatura«. 


Jose Ramón Ayllón Guerrero fue Premio Poesía Blas de Otero en Majadahonda en el año 2020 por su obra «Arrecife de sombras»

¿Cuándo despierta tu interés por escribir y centrarte en la poesía? Si me pongo a pensar, creo que me recuerdo escribiendo desde muy niño e incluso poesía ya. Supongo que era una manera de proyectar el placer por la lectura, porque también recuerdo que me gustaba muchísimo leer. Estudiaste Magisterio y posteriormente Periodismo ¿Qué es lo que te atrajo de estas enseñanzas? –Estudiar Magisterio fue casi una opción accidental. Mis padres vivían en un pueblo cercano a Zaragoza y, en aquella época, estudiar Periodismo pasaba por tener que irme a Madrid o Barcelona y, desde luego, mis padres no podían abordar semejante aventura a nivel económico. Magisterio era una carrera de solo 3 años, podía hacerla en Zaragoza y me brindaba la posibilidad de poder trabajar enseguida y financiarme luego los estudios de Periodismo. Estos eran una forma de proseguir mi interés por la escritura y Magisterio finalmente me permitió también despertar el interés por la lectura en mis alumnos. 

¿Cómo ha sido tu evolución como poeta? –Supongo que como la de la mayoría de los poetas. Con el tiempo, intentas limar el lenguaje y vas aprendiendo a diseccionar el poema para dejarlo en su esqueleto, eliminando todo lo que en realidad poco aporta. Es un trabajo que no se acaba nunca si pretendes ser autoexigente contigo mismo. La misma obra – vida te va abriendo además senderos nuevos que te ayudan a seguir creciendo no solo como persona, sino como poeta o, al menos, eso es lo que intento. ¿Cuáles fueron tus primeros referentes y cuales son en la actualidad? –Mis referentes han sido desde el principio los mismos en la medida que fui conociendo y leyendo. No era fácil en mi juventud acceder a determinados autores. Bebí del Romancero, de la lírica de los místicos y luego ya de Machado y los autores del 27, especialmente Luis Cernuda. Súmale Neruda o la corriente que nos fue llegando de la literatura sudamericana. Segunda parte: «las redes facilitan la proyección de lo que creas pero también la frivolidad».

Majadahonda Magazin