La casa ubicada en el barrio de Los Satélites (Majadahonda) destaca por su exquisita decoración
LIDIA GARCIA. El buen gusto siempre tiene premio y una casa de Majadahonda ha sido seleccionada por ello este mes de abril (2023) por la revista «Elle» en su sección de Decoración: «Una casa familiar moderna en Majadahonda decorada con un estilo clásico lleno de armonía. Una piel contemporánea esconde un interior clásico, cómodo y luminoso. Es un chalet con acento propio en Majadahonda (Madrid) con un «restyling» que le aporta armonía y calma». El reportaje del conocido periodista de Estilo, Toni Torrecillas, publicado este 26 de abril comienza describiendo la casa: «Todos en el Olimpo de los dioses ensalzaban la belleza de Casiopea, lógico que este chalet en Majadahonda esté en una calle con idéntico y mitológico nombre y el mismo de la brillante constelación. «La casa había sido construida por una promotora con un exterior exacto a sus vecinas, pero con un interior con el que sus propietarios, con otra sensibilidad, no se identificaban, por lo que deseaban otro que les representara, no al que adaptarse», comienzan Cristina Espejo y Marta Goyanes, las interioristas y almas del estudio que lleva su apellido y quienes se encargaron que en la intimidad de esta arquitectura se produjera una supernova decó».
Toni Torrecillas se fija en una casa de Majadahonda
«Como su calle, debía destacar en esta galaxia, así que modificaron el plano de las tres alturas y casi 400 m2 enriqueciéndolo mediante mosaicos, suelos de roble en punta Hungría, sencillas y sutiles molduras, cerramientos minimalistas que enmarcan la vista al jardín con piscina y mucho diseño propio que bebe de un clasicismo en blanco y negro, pero que se proyecta a un futuro atemporal», añade. Y presenta a las autoras de esta obra de arte: «Marta Goyanes creció entre músicos, arquitectos e interioristas, y tras examinarse en Bellas Artes y Arquitectura de Interiorismo, se decantó por la segunda. Allí encontró a Cristina Espejo, quien había pasado toda su infancia dedicada al diseño de sus casas de muñecas. Hicieron match y hace 12 años fundaron su estudio. Aquí crean “viviendas armoniosas, vivibles, con toques clásicos pero con función contemporánea y atemporal”, explican sobre los edificios y residencias que firman por todo el país. Lo próximo: la casa showroom de Cristina, tan innovadora y equilibrada como su oficio».
Portada del reportaje en «Elle»
LA PLANTA PRINCIPAL: «Ahora, la planta principal se divide en «un distribuidor desde el que se accede a dos dormitorios, uno de ellos ocupa el espacio pensado para dos, con su propia sala de estar y dedicado al hijo mayor, y la entrada a la cocina abierta al salón a través de un cerramiento fijo de latón y cristal de cinco metros, que lo integra con el estar y desde el que se aprecia la monumental isla de cocina y suelo de mosaico”, continúan. LA PRIMERA PLANTA: «La primera planta se dedicó íntegramente a los padres, con su dormitorio con baño en suite»
Fotografía de una planta de la casa en «Elle»
EL SÓTANO: por último, el sótano lo transformaron en lavandería, con una sala de cine y un gran dormitorio para sus trillizas, que incluye baño con dos cabinas de ducha y espacio de estudio. El interiorismo representa una nueva vida. «Querían partir de cero con todo el mobiliario nuevo y así, comenzamos a diseñar para ellos». Llegaron mesas de mármol y campaspero tan escultóricas como sutiles, espejos con marco de piel teñida, sofás de líneas depuradísimas, y elementos clásicos que les aportaron un corazón cálido, como copas y bandejas del s. XIX, sillas Tulip de Saarinen y alfombras vitamínicas creadas para ellos. Una casa que es como las personas deslumbrantes con las que te encuentras, que al entrar en su intimidad te calmas, relajas y sonríes», concluye el reportaje.
