1236484739_0«No quiero perjudicar ni beneficiar a nadie políticamente, sino que se haga justicia con mi marido, si una persona dio su palabra que la cumpla; si es persona jurídica, al ser una institución, que lo haga la institución». A Isabel Cepeda, la viuda de Jesús Neira, le rodea un halo de tristeza y de rabia que hace tiempo le va minando las fuerzas, pero, aunque sus amigos le piden que se deje torcer el brazo, ella no quiere por justicia. «Es muy injusto que mi marido se haya muerto sin reconocerle la indemnización» ha declarado al periodista Roberto Becares del diario El Mundo. El profesor universitario Jesús Neira, de 63 años, falleció el pasado agosto tras sufrir un derrame cerebral. Murió, asegura, olvidado por la Comunidad de Madrid, la misma institución que le nombró presidente del Observatorio para la violencia de género -un puesto que no tenía remuneración- después de que evitara que un hombre, Antonio Puerta, maltratara a su novia en Majadahonda en 2008. Por hacerlo recibió una paliza del agresor que le tuvo ocho nueve meses ingresado y que finalmente produjo su muerte años después, tras varios episodios médicos.


isabel-cepeda-y-jesús-neira1“Una mala praxis médica provocó que sufriera un derrame cerebral. Tras la agresión de Puerta, pasó por dos hospitales diferentes en tres ocasiones, y en todos ellos le enviaron a casa sin siquiera las 48 horas de observación que establecen los protocolos tras un golpe así. Ni siquiera estuvo 24 horas. «Casi ni cinco minutos», recuerda su viuda. Tres días después sufrió el derrame, que le provocó numerosas secuelas. Mientras, su heroica acción le valió numerosos galardones, como la Medalla de Oro del Senado, la Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid o varios premios en defensa de los Derechos Humanos. La entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, se acercó a él. Le dio un puesto a quien se había convertido entonces en un símbolo contra la lacra de la violencia machista. «Lo utilizó políticamente», resume su viuda. A los pocos días de su ingreso en el hospital, Cepeda puso una demanda contra los hospitales públicos por negligencia médica. La Comunidad, relata Cepeda, les pidió que la retiraran para no dañar la imagen de la Sanidad pública madrileña. Que les indemnizarían. Era otoño de 2010. Aguirre les dio su palabra a través de sus consejeros, asegura Cepeda. No había, sin embargo, nada escrito. «Era la palabra de la presidenta, no hacía falta», relata Cepeda, que junto a su marido retiró la denuncia sin obtener respuesta.”, narra Becares

1234524243_0«Nos dijeron que inmediatamente antes o después de las autonómicas de 2011 iban a proceder a pagar y que fuéramos preparando un número de cuenta», recuerda Cepeda, que piensa que aquello «fue una burla evidente, te lo iban diciendo para salvar elecciones, yo me comprometí a no usar políticamente esto contra nadie, que no saliera en los papeles y no salió». En agosto de 2011, en una reunión en el despacho de Javier Gómez de Liaño, el que era entonces abogado de la familia, les dijeron que no iban a indemnizarles, pero que pusieran una reclamación administrativa. Meses después se produjeron reuniones con pesos pesados del Gobierno de Aguirre, como con el entonces consejero de Sanidad, Javier Fernández Lasquetty, pero no se ofreció ninguna solución. En una carta remitida a Esperanza Aguirre por Gómez de Liaño el uno de marzo de 2012, el abogado de la familia le transmitió su «preocupación» y «angustia» ante la falta de respuesta a su reclamación. Según el abogado, la «vía administrativa fue propuesta por la propia Comunidad, y, concretamente, por Salvador Victoria», entonces consejero de Asuntos Sociales, «como contrapartida de la renuncia a proseguir en el ejercicio de la acción penal». La propia Isabel remitió burofaxes en ese sentido a Aguirre o al presidente del PP, Mariano Rajoy, que acudió al hospital tras la agresión de Puerta para ofrecerles su apoyo.

jesusneiraisabelcepeda500“Entre medias, como Jesús «no decía lo políticamente correcto y resultaba incómodo para un partido político, dejó de ser útil para ella y prescindió de él». Cepeda recuerda que «le llamaron fascista y violento» por decir que «había que cambiar la Constitución, reformar el Senado o modificar el sistema electoral; no era una persona cómoda, decía las verdades a quien correspondía». Finalmente, la familia Neira interpuso una demanda en el juzgado de lo contencioso-administrativo después de que la Comunidad de Madrid resolviera la reclamación administrativa asegurando que no había derecho a reclamación porque la atención médica había sido «excelente». En el último episodio que llevó a Neira al hospital, y que finalmente derivó en su muerte, también se habría producido una presunta negligencia, según Isabel. Fue el pasado agosto. La ambulancia tardó más de una hora en llegar a su casa y trasladarle al hospital pese a que Isabel les indicó que su marido había sufrido un ictus. No sólo eso, en la ambulancia no había un médico. «Cuando llamé a Emergencias, Jesús estaba consciente. Cuando llegó la ambulancia, más de una hora después de la primera llamada, estaba inconsciente. Nunca más volvió a recuperar la consciencia. En el hospital no se creían que no había informe médico», relata la viuda del profesor. El 29 de agosto el profesor Neira acabó falleciendo a los 63 años de edad”, concluye el periodista.

0_nx814i1kFinalmente, el tribunal de lo contencioso-administrativo estableció el pasado enero una indemnización irrisoria, 12.000 euros. La familia reclamaba 200.000. Según asegura el actual abogado de la familia, es la misma indemnización que la que se otorga, por ejemplo, a un herido en un accidente de tráfico por un latigazo cervical, cuando en este caso sufrió «un coma de 69 días y un ingreso hospitalario de nueve meses», así como unas secuelas que le llevaron finalmente a fallecer. «Jesús se murió sin conocer la sentencia, se habría llevado un disgusto horrible. Él se murió sintiéndose traicionado por la palabra de una persona que no se cumplió», sentencia Isabel, que antes de conocer la sentencia trató de buscar una solución a través de Cristina Cifuentes, la entonces candidata del PP a la Comunidad de Madrid y ahora presidenta regional. Semanas antes de las elecciones, le citó para el 21 de diciembre, un día después de los comicios, un encuentro que al final se atrasó varios días, al 11 de enero de este año. «Lo que querían era que el tema no se moviera porque estábamos en momento electoral. Seguí confiando. Ella estuvo encantadora, pero en la siguiente reunión con Ángel Garrido (consejero de Presidencia) me dijo que llevara a los tribunales a Aguirre, que no podía asumir compromisos adquiridos por otra presidenta», relata Isabel, que se siente defraudada una vez más, y cuya defensa ha presentado un recurso a la nueva sentencia.

1440849213_60944«El sufrimiento de años, las secuelas… ¿sólo se valoran en 12.000 euros?», se pregunta. Desde la Comunidad de Madrid, gobernada ahora por la también popular Cristina Cifuentes, aseguran que no pueden solucionar la reclamación ya que sería «un compromiso verbal que no tenemos cómo justificar». «Aquí se la atendió y se la escuchó, y se comprende su exposición, pero no tenemos documentación legal que justifique un pago; si considera lesionados sus derechos tiene que ir a los tribunales. La Comunidad de Madrid no puede dar dinero público sin que medie una sentencia», afirma una portavoz del Gobierno regional, que destaca que no hay documentación legal que justifique esa indemnización y que hacerlo sin ella sería ilegal. Entretanto, desde el entorno de Aguirre evitan hacer declaraciones al respecto.

Majadahonda Magazin