Toda actividad mercantil por cuenta propia debe presentar cuentas anuales. Además, están llamados a cumplir con una serie de obligaciones legales, fiscales y financieras a lo largo del año
El mundo empresarial es muy complejo, especialmente en un mercado global como en el que se opera en la actualidad. Sin embargo, a la competitividad, también se añade un factor muy positivo, la oportunidad. Es por eso que una buena idea de negocio puede suponer el inicio de un gran éxito empresarial. Sin embargo, hay muchos factores que todo emprendedor, pequeño y mediano empresario y autónomo tiene que tener en cuenta: no saltarse sus obligaciones financieras, fiscales y legales.
Ocurre, pues, que estas personas, no suelen tener la capacidad de mantener en plantilla a personal para que ejecuten cada una de esas órdenes, de ahí que decantarse por la contratación de esos servicios outsourcing sea la mejor decisión que puedan tomar. Es en ese contexto, donde firmas como AOB Auditores pueden ofrecer una cartera de servicios muy amplia, a precios muy asequibles y, sobre todo, que se abone solo y exclusivamente por el servicio prestado. Por ende, esta auditoria Madrid de cuentas anuales puede ser la herramienta perfecta para que ninguna pyme o autónomo quede exento de cumplir con sus obligaciones.
Una de las garantías que ofrece a los clientes esta entidad es que está inscrita en el ROAC (Registro Oficial de Auditores de Cuentas) y, además, tienen una red de oficinas integradas que operan en todo el territorio nacional. De ahí que ningún cliente se quede con su cobertura. También hay que sumar que se han especializado en realizar informes de auditoría para pequeñas y medianas empresas, para tranquilidad y bienestar de las cuentas de estas.
¿En qué ayuda una auditoría a una pyme o autónomo?
En esencia, una auditoría de cualquier ámbito de la empresa ayuda a los equipos directivos o a los CEO a tomar determinaciones en la gestión de la misma. Es por eso que es muy importante conocer la realidad de la que se parte. Y, esa es la labor principal de una auditoría, dar una visión global sobre la situación real de la empresa a la que somete a estudio. Eso, por supuesto, genera una serie de conclusiones, argumentos y estadísticas que ayudarán al empresario a tomar determinaciones informadas y con base en datos contrastados.
Al mismo tiempo, estas auditorías no solo ayudan a conocer el estado financiero y patrimonial de las empresas, sino que también les ayudan a saber en qué momento hay que presentar las cuentas, que estas estén en tiempo y forma, también de todas las obligaciones fiscales de la empresa, así como de esta con los empleados. Pero, hay más, concretamente, una buena auditoría también sirve para hallar herramientas y mecanismos de bonificación, exenciones, beneficios o subvenciones a las que se pueden acceder y hacerlo con la diligencia pertinente para optimizar recursos.
Solicitar una subvención y ejecutarla correctamente
Otra de las tareas que puede realizar por el pequeño y mediano empresario una auditoría como AOB Auditores es la consecución de ayudas y subvenciones importantes que hagan crecer el nivel de la empresa, que permita una mayor digitalización y, por supuesto, que opere en el mercado global con más solvencia. Sin embargo, desde la solicitud, hasta la justificación, existe una complejidad burocrática que echa atrás a muchos. Sin embargo, gracias a esta figura del auditor no debe haber miedos, ya que, cada nivel del proceso estará perfectamente al día y se ejecutará con base en las cláusulas específicas que marque el decreto de la subvención.
Por tanto, una vez más, los auditores son una figura clave a la hora de que el empresario solo tenga que centrar sus esfuerzos en hacer crecer su negocio, mejorar su actividad principal y buscar nuevos horizontes más amplios.
En definitiva, AOB Auditores es una entidad que ayuda al tejido empresarial, especialmente al que más dificultades tiene, a tener las mismas herramientas que las grandes compañías para que su volumen de negocio sea cada vez mejor, con base en una realidad financiera y, sobre todo, cumpliendo con escrúpulo cada hito legal o de obligado cumplimiento mercantil. Eso es garantía, eficacia y seguro de crecimiento sano.