Exito de los cines Zoco: anunciaron su vuelta diaria para el 4 de junio

LIDIA GARCIA. Con tres de la cuatro salas llenas y unos nervios parecidos al de un estreno (uno de los proyectores falló en el últimos minutos de la película «Nomadland», los cines Zoco de Majadahonda experimentaron este sábado 15 de mayo (2021) un «llenazo» de los que hacen época, hasta el punto de que sus organizadores se apresuraron a anunciar en una de las salas la «vuelta a la normalidad» el próximo viernes 4 de junio con la emisión de la programación completa de lunes a domingo (hoy es intermitente). La euforia por la reanudación de la programación por estos «cines de autor» se «contagió» (valga la expresión) también al público, que salió encantado por la recuperación de la experiencia cinematográfica en pantalla grande. «¡Ya era hora!», exclamaban unos. «¡Nos hacía falta el cine!» señalaban otros, que se resistían a abandonar las instalaciones a pesar de que habían transcurrido ya más de 15 minutos tras la finalización de las películas. En las salas, las proyecciones se realizaron con normalidad absoluta: distancias de seguridad (un asiento entre medias de cada espectador, lo que aumentó la comodidad), mascarillas en todos los asistentes y geles desinfectantes por todas partes. La triunfadora fue «Nomadland» (Nómadas), la película de la directora Chloé Zhao con Frances McDormand y David Strathairn como protagonistas, basada en el libro «Nomadland: «Surviving America in the Twenty-First Century» de la escritora Jessica Bruder, que conmovió a los asistentes. «Noticias del Gran Mundo», «El profesor de persa» y la china «Deseando amar» fueron otras grandes triunfadoras de una histórica noche.


Manuel Campo Vidal (rector de la universidad Next Educación situada en el Oeste de Madrid)

MANUEL CAMPO VIDAL: PAUSA POLÍTICA CON MEJORA EN ECONOMÍA Y SANIDAD. El mercado inmobiliario se activa. Comprar vivienda se complica porque se venden enseguida. El tráfico rodado aumenta. Las empresas recuperan negocio. Las agencias de viajes y la hostelería sonríen, aunque el turismo internacional aún se resiste. Pero llegará en julio y agosto porque España vacuna cada día al uno por ciento de su población. En tres meses, otra vida. Mientras eso sucede, la política vive un tiempo de espera. En Madrid se digiere la victoria arrolladora de la popular Isabel Diaz Ayuso mientras se condena a su partido por mantener años atrás una caja B con dinero negro que sirvió para pagar sobresueldos, la sede del partido y dopar los procesos electorales. Se echa la culpa al pasado aunque todos los ex altos cargos lo niegan, léase Aznar, Rajoy y Esperanza Aguirre. Pagarán unos pocos.


Salas de los cines Zoco con distancia

Pero espoleados por esa victoria, los populares se ven cada vez más cerca de la Moncloa. El gran problema es la credibilidad. Su argumento principal es que Pedro Sánchez tiene la culpa de todo: antes por declarar el estado de alarma por la pandemia y ahora, aunque la situación mejora, por no declararlo. Extraño que Casado no lo acuse de la caída del cohete chino desintegrado. En el PP, sin embargo, no solo están Isabel Diaz Ayuso y Pablo Casado. El presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, reclama de España y del PP un cambio de ciclo político, más occidental, más europeo. No hay que alarmarse aún por recordar que está ahí, leal pero critico; por si acaso, que Casado tome nota. El Gobierno de Pedro Sánchez, entretanto, lo fía todo a la recuperación económica y a la contención del virus. En los dos frentes le va bien. Mientras sueña con la llegada de los fondos europeos de ayuda, disfruta del relajo ambiental por la salida del Pablo Iglesias que lo tensionaba todo.

Imagen de los cines Zoco este sábado 15 de mayo

Antes que populista, Iglesias era y es pablista. Su sucesora en la vicepresidencia, que no en el partido, Yolanda Díaz, es más eficaz en la gestión y firme en sus propuestas de izquierda. Hasta podría ser más rival de Pedro Sánchez, pero faltan dos años para las elecciones. Y en ese tiempo, a la velocidad que va todo, el cuadro político español y el mundial será bien distinto. Angela Merkel se marcha; Estados Unidos, con Biden, ha vuelto; el poderío chino no deja de crecer y la partida política y comercial se desplaza al Pacifico. Europa, antes central, tiende a la periferia del mundo. Y en su interior, España, con Alemania, Francia e Italia, está llamada a ocupar el papel estabilizador que desempeñaba Reino Unido. Sánchez quiere hacerlo. Nuñez Feijóo también. Eso no son batallitas domésticas.

Majadahonda Magazin