img_cgallego_20160503-172537_imagenes_lv_terceros_dsc0425-klCG-U401553303941rdG-992x558@LaVanguardia-Web«Los buitres liberados suelen proceder del centro de Grefa (Majadahonda, en Madrid), hasta donde llegan heridos, malnutridos o deshidratados, antes de ser recuperados. Desde el año 2007, han sido liberados 64 buitres negros (31 permanecen en la zona de reintroducción); y a ellos hay que sumarles 12 polluelos nacidos en libertad (nueve aún viven) y siete llegados de fuera (Francia, o sur de España). Buena parte de su trabajo consiste ahora en vigilar los nidos de las 10 parejas reproductoras, para comprobar si prosperan. “Es bonito ver el proceso de cría. Sólo tienen un pollo y lo cuidan con cariño”, dice. Quien así habla es Emilie Delepoulle (37 años) técnica de campo adscrita al grupo de conservación Grefa, quien tutela la colonia de los 47 buitres negros que habitan en el Prepirineo, en la sierra de Boumort.


emilieVive sola, en un pequeño pueblo de 30 habitantes (Sant Martí de Canals), y actúa como el ángel de la guarda de estas rapaces. «Les da comida cada mañana. Los reconoce por su cara. Es capaz de localizar sus nidos en las copas de árboles a 1,5 kilómetros de distancia2, dice el periodista de «La Vanguardia», Antonio Cerrillo, que la ha entrevistado. Y este el el resultado de la conversación:Macho y hembra hacen turnos para darle calor, aunque no siempre tienen éxito. Un cambio brusco de temperatura o una insuficiente incubación por abandono del nido pueden echar al traste con toda la operación. Por eso, ella esconde la localización de los nidos. Toma todas las precauciones porque si aparece un visitante o un intruso, pueden espantar la pareja de buitres. Y si los progenitores abandonan el nido demasiado tiempo, acechan los cuervos o las águilas, que se pueden comer los pollos. ¿Y para qué sirven los buitres?: «Cumplen una función sanitaria. Dejan la montaña limpia. Acaban rápido con los cadáveres del ganado y ayudan a controlar las enfermedades».

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Majadahonda Magazin