correo- MajadahondaLICET ESPINOSA. ¿Que pasará con el medio millón de cartas y envíos que aun están sin repartir en Majadahonda? Esta pregunta es la que se hace la mayoría de los vecinos, pequeñas y medianas empresas, aunque la situación preocupa ya a toda la población. La huelga se mantendrá hasta no ser escuchados por los directivos de la Oficina de Correos de Majadahonda, dice el Comité de Empresa.


Desde el pasado 16 de marzo los carteros de la oficina de Correos de Majadahonda, que cubren el servicio para 70.000 habitantes, están en huelga indefinida. Ahora iniciaron la octava semana de movilizaciones para desesperación de los vecinos y del Ayuntamiento, que trata de mediar en un conflicto en el que insiste en que no tiene competencias.

El deterioro del servicio ya tiene alcance nacional y hasta se han producido altercados en la oficina, según denunció un ciudadano en el último pleno municipal, que aseguró que muchas pequeñas y medianas empresas se están viendo afectadas por la retención de paquetería, ventas, pagos por contrarrembolso y certificados. El diario «El Mundo» se ha hecho eco y ha recordado que Correos es una empresa pública que depende directamente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) desde abril de 2012. En la empresa alegan que se ha reducido el trabajo y que por lo tanto se ha recortado la plantilla: «Ha decrecido la actividad postal y se ha bajado el personal, aunque no en la misma proporción. Antes había 37 carteros y ahora 33. Sólo un 10% menos».

El sindicato Conferencia General de Trabajo (CGT) es el impulsor de esta huelga. «Sólo luchamos por mejorar el servicio. Ahora mismo nos vemos incapaces de dar respuesta al trabajo diario que hay». Ángeles Antón, una de las integrantes del comité de huelga, explica que la carga de trabajo es inasumable hoy en día para los carteros de Majadahonda. «Yo atiendo cada jornada 2.000 viviendas y es imposible en nuestro tiempo de trabajo entregar toda la correspondencia». El 16 de marzo comenzaron la huelga 28 de los 30 carteros. Y esta semana son la mitad los que la mantienen. «Es difícil estar tanto tiempo de movilización. El desgaste es absoluto. Tenemos familias y estar sin cobrar tanto tiempo es difícil. La idea es alternar una semana en huelga y otra trabajando», aseguran los carteros huelguistas a el mundo.es.

Añade este medio que los trabajadores cuentan con el apoyo de algunos vecinos, que les compran chapas y camisetas reivindicativas y también con el respaldo de varios grupos políticos de la corporación. «El problema es que no hay contacto con la empresa. Todo el mundo nos apoya pero la dirección de Correos se niega a reunirse con nosotros», dice una empleada que agradece el apoyo de carteros de toda España y compañeros que están aportando dinero en una «caja de resistencia» con la que amortiguar las pérdidas económicas causadas por los paros. El alcalde de Majadahonda, Narciso de Foxá (PP), está muy preocupado y sigue a diario la evolución del conflicto: «Me he puesto a disposición tanto de los carteros como de la SEPI para intentar resolver el problema y he mantenido reuniones con ambos colectivos porque el problema lo están padeciendo todos los ciudadanos de Majadahonda. Yo soy su alcalde y aunque no tengo competencias sí que tengo que hacer todo lo posible para resolver el problema», puntualiza.

El mundo.es concluye diciendo que por culpa de esta huelga ya se acumulan más de medio millón de cartas o envíos en las oficinas de la calle del Viento de Majadahonda. Desde Correos se asegura que los certificados y la paquetería se reparte y que también se atienden los envíos urgentes. Con todo, hay ya consecuencias graves por la huelga, como la de Adela, que ha perdido un trabajo por no llegarle una carta. Otra mujer asegura que su hija está pendiente de una beca internacional y que le tenían que avisar por carta. «Estamos muy intranquilos, ya que debería de estar en nuestra casa la carta hace un mes y no llega nada», explicaba la madre de la afectada en la puerta de la oficina postal.

 

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