Ustarroz modera y preside al tiempo, una misión contradictoria y complicada por la obsoleta Ley de Bases de Régimen Local

J. FEDERICO MTNEZ. Las intervenciones y valoraciones de los concejales del Grupo Popular (PP) que participaron más activamente en el último pleno del Ayuntamiento de Majadahonda (27 diciembre 2019) son las siguientes: José Luis Álvarez Ustarroz (1). Es complicada la labor arbitral de un alcalde en los debates municipales, pues la ley municipalista de Régimen Local procedente de los Estados Nación de la República de Weimar que fue pasando de mano en mano hasta llegar a la monarquía, república y franquismo español, otorga ese poder omnímodo a los alcaldes, que ejercen de responsables del Ejecutivo y Legislativo al tiempo (aún se les llama «alcalde-presidente»). Los socialistas y populares que llegaron al poder en la Transición tampoco la tocaron: era muy cómodo gobernar así. Y ahora que irrumpe el «Estado-Ciudad» como en el Renacimiento, tal y como muy bien explica el consultor Guillermo Lago Núñez (Wolters Kluwer), y el siglo XXI es el primero en la Historia de la Humanidad en el que la mayoría de la población reside en núcleos urbanos, al sistema se le salen las costuras. Ustarroz ejerció de jefe de gabinete en Pozuelo y con la «sargento Susana Quislant» aprendió sus mañas. Pero Majadahonda es otra cosa -como lo es Las Rozas o Boadilla- y aquí el «ordeno y mando» no funciona tanto: hay prensa independiente y sociedad civil articulada. Por algo a Majadahonda se le considera «capital del Oeste» cuando no lo es ni por población ni por economía, sino por ser espejo y ejemplo de dinámico funcionamiento local: en cada legislatura se renueva el 80% del consistorio. Así las cosas, el nuevo alcalde ha innovado y hecho los plenos más cortos y eficaces pero restringe en demasía el contenido de los ruegos y preguntas -hasta llegar al escarnio como le hizo a la socialista Socorro Montes de Oca– en lugar de limitarse a medir los tiempos, que es casi a lo único en que puede restringirse la libertad de expresión ajena. Bien es verdad que los grupos no ayudan presentando previamente sus preguntas, pero ya advertimos que sin una comunicación neutral institucional el sistema naufraga, en perjuicio de Gobierno y Oposición. Los platos rotos se pagarán en 2023 y no es solo una profecía.


Desafortunada actuación de Troitiño: no se ajustó a los tiempos y el barroquismo cansa

Manuel Troitiño (PP): 0 (suspenso). Con su aspecto de recolector de setas, no se sabe si venenosas o fiables, el nuevo «hombre fuerte» del Ayuntamiento, que se hizo célebre por sus enfrentamientos con su coetáneo Narciso de Foxá y que el joven José Luis Ustarroz ha elevado por ello de rango y categoría, no tuvo fortuna en este pleno. Sus barrocas explicaciones con las que se adorna y que antes hacían las delicias del público, ya empiezan a repetirse y no gozan de la originalidad de antaño. Sus despectivas alusiones y vejaciones a Cs son impropias de un político que presume de educado. Y no guarda ni la compostura ni los tiempos, como llegó a advertirle el propio alcalde. Troitiño ha pasado de soldado raso que se limitaba a inspeccionar las letrinas de los bares como concejal de Consumo (por cierto, una enorme carencia que distingue a los establecimientos hosteleros en España) a teniente de alcalde y responsable de Urbanismo. Y en el viaje le ha dado mal de altura por sobredosis de prepotencia. Solo un adjetivo memorable en sus reiterados y ya aburridos discursos que antes eran un catálogo de buen uso de la lengua castellana: llamó «alicorta» a una propuesta de Cs. Hoy, oratoriamente hablando, es un «ángel caído», en alusión a quien le desplazó antes y ahora en gracia e ingenio dentro del Grupo Popular.


Foxá salió a relucir en el pleno y el Grupo Popular no defendió su gestión

Narciso no tiene quien le defienda. El anterior alcalde de Majadahonda, Narciso de Foxá, recibió gruesa artillería de Pablo Pérez (Vox) –no se sabe si pactada o no con sus socios de Gobierno- pero también de Ana Elliot (Cs), que recordó como las obras en los colegios públicos habían sido anunciadas 3 veces por su antecesor y una por el actual alcalde, aunque en realidad se enumeraron 5 ocasiones en que se anunció el compromiso: septiembre de 2017 (aprobada una moción); enero de 2018 (intervención de los padres en el pleno); verano de 2018 («el anterior alcalde anunció, a bombo y platillo, una mano de pintura»)  y septiembre de 2018 («el anterior alcalde volvió a vender las obras de los centros anunciando 6 millones de euros»). Por último, el 25 de junio («el nuevo alcalde también del PP anunció un modesto incremento de fondos de 54.000 € y 78.000 en 2020. con un Plan Integral de Reformas»): «6 meses después todavía no hemos visto el Plan. ¿Dónde está el Plan? No existe. Ni siquiera lo han pensado. Y dicen que los oportunistas somos nosotros cuando corresponde a PP y Vox ejecutar ese plan», concluyó Elliot. Nadie del Grupo Popular salió a defender al anterior alcalde y, lo que es más relevante, actual presidente del PP de Majadahonda. Y eso que los tres tenientes de alcalde (Alonso, Troitiño y Montón) pertenecen al anterior equipo de Gobierno. Valoración de los otros oradores: Angel Alonso (3), María José Montón (2). No intervinieron y se limitaron a levantar la mano para votar: el resto del Grupo Popular.

Majadahonda Magazin