Lorenzo Sánchez Gil (Acción Electoral) y Carmen Mena (Movilización), dos miembros de la nueva Ejecutiva Regional socialista de José Manuel Franco, organizaron un altercado en la sede del PSOE en Majadahonda ante decenas de militantes. Con gruesas formas, trataron de impedir que MJD Magazin tomase fotografías de los momentos previos a la asamblea que iba a escuchar a las 2 candidaturas de las «primarias». “¡Borra la foto delante mía!”, llegó a ordenar Carmen Mena a un periodista, que obviamente desatendió su grosera indicación. Por su parte, Lorenzo Sánchez Gil verificó una acreditación profesional que un periodista le había mostrado para identificarse y tras observar y leer el documento con cierta curiosidad, –parecía que era la primera vez que veía uno–, exclamó: “¿Eso es una acreditación? ¡A mí no me engañas!”.

La diputada socialista y adjunta de Transportes en la Asamblea de Madrid, Carmen Mena, ordenó –con escaso resultado– que se “borrara” la foto tomada segundos antes en una sala contigua donde se estaba pactando la presidencia de la reunión. La intranscendente imagen no hubiera salido nunca –es lejana y sin buena calidad– si ambos dirigentes no hubiesen perdido las formas y evidenciado un gran nerviosismo. Se diría que su supuesta labor de “mediación” entre ambos sectores les venía “grande”, dada la rudeza con que se expresaban ante el asombro de muchos de los presentes. Su actitud contrastaba con la tranquilidad, buen humor, educación y corteses maneras con que los militantes de ambas facciones de la agrupación de Majadahonda (Borja Cabezón y Luis Ventura) intercambiaban saludos, conversaciones, se estrechaban las manos e incluso se daban abrazos a pesar de la rivalidad. Y todo ello ante decenas de militantes, que no pusieron reparo alguno a ser fotografiados y facilitaban la labor de los periodistas. Eran los prolegómenos de un acto electoral que se supone que es una fiesta de la democracia, pero Lorenzo Sánchez Gil y Carmen Mena, lejos de apaciguar ánimos, se mostraron exaltados y agresivos. Para los que los conocen y saben que su trayectoria política se ha forjado en las toscas maneras de la España profunda y en las cañerías de los inodoros que circundan la política, no era ninguna novedad.

Lorenzo Sánchez Gil fue rescatado por Franco tras ser coordinador de organización de la campaña de Pedro Sánchez en la Comarca de las Vegas de la Comunidad de Madrid y es un trotamundos de la política que ha pasado por Aranjuez, Parla, Getafe y San Martín de la Vega. El periodista Francisco Mercado, que estuvo muchos años en el diario “El País” como responsable del equipo de investigación y es uno de los profesionales más acreditados en esta materia, desveló que el ex concejal de Economía del PSOE de Parla, Noel Villanueva, había denunciado ante la Fiscalía Anticorrupción “cómo la ‘trama Púnica’ financió al PSOE a través de Tomás Gómez, ex secretario general del partido en Madrid. David Marjaliza, presunto cerebro de la ‘Púnica’, y Tomás Gómez gestaron su relación a partir del año 2000. El denunciante detalló en Anticorrupción que los lazos entre David Marjaliza y Gómez se construyeron de este modo: “es en 2000 cuando se empieza a fraguar la relación entre el señor Marjaliza y el Ayuntamiento de Parla a través de dos personas que son Jose Antonio Alonso, que fue alcalde por el PSOE de Cartagena, y Lorenzo Sánchez Gil, candidato por el PSOE a la alcaldía de Aranjuez. Estas dos personas actuaban como conseguidores para la empresa TPC, detrás de la cual estaban Marjaliza y Granados”, precisó el ex edil socialista de Parla. Leer más.

En cuanto a Carmen Mena, secretaria de la comisión ejecutiva regional procedente de Humanes, está acostumbrada a altercados de este tipo, según refleja una antigua crónica del diario ABC, aunque hacía tiempo que no volvía a salir en la prensa por alguno de ellos. En su visita a Majadahonda parecía una mujer muy pagada de sí misma (de hecho en las redes sociales aparece con imágenes donde se quita años) y en una biografía anónima en la red social del PSOE de Humanes se describe con alabanzas que llegan hasta el sonrojo: “Acaba de empezar la educación primaria en un cole público y la hija de Carmen Mena ya sabe lo que es tener que renunciar a las vacaciones de verano. Ya conoce lo que son los fines de semana echando de menos a su madre. Sabe que en cualquier momento puede sonar el teléfono y oír como mamá intenta resolver los problemas de los otros».

«Pronto supo que, a pesar de los granizos, de las sequías y de las políticas de la derecha había que recuperarse y tenía que volver a trabajar. En su agrupación local, pronto se ganó el respeto y la admiración de sus compañeros y compañeras en su cargo de Secretaria de Organización y continuó como concejala del Partido Socialista en el Ayuntamiento su labor y su vocación de servicio a los demás. Tan firme y contundente en la defensa de los derechos como atenta y dispuesta a escuchar las razones de los otros. Sus trabajos siempre tuvieron que ver con organizar y facilitar. Atenta a los detalles y tenaz con la consecución de los objetivos”. Tanta entrega a los demás le impidió en Majadahonda mostrar unas mínimas dotes no ya de «organización» y de mínimo respeto a la libertad de prensa sino de buena educación, sino también de pericia: ordenar a un periodista que borre una foto es solo una garantía de que ésta será publicada.