martinezmailloLa periodista Ana I. Gracia de “El Español” le ha dedicado una semblanza a una familia de políticos, uno de cuyos integrantes está asentado en Majadahonda. Se titula “Los Martínez-Maillo” y tiene que ver con las sagas familiares que se dedican a la cosa pública en formaciones diferentes. Su relato comienza así: “Fernando Martínez-Maillo, el vicesecretario de Organización del PP, solo tiene un hermano, Zacarías, seis años mayor que él, que también dedica parte de su tiempo a intentar arreglar el desaguisado político que hay en el país. Pero su postura es radicalmente distinta a la de su hermano. Si a Narciso de Foxá, el alcalde popular de Majadahonda, se le pregunta por Zacarías Martínez-Maillo, se revuelve. Es el líder de la oposición. El portavoz del PSOE en el municipio. La cosa más natural del mundo para los dos hermanos. “Puede ocurrir en cualquier familia: que un hermano defiende una idea y el otro la contraria”, contesta el popular cuando se le pregunta por el tema. Solo hay una regla que se cumple a rajatabla: cuando se come en casa de Feli, la madre, está prohibido hablar de política. “No le gusta que nos dediquemos a la política. Como si fuéramos toreros”, responde Zacarías.


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Fernando Martínez Maíllo

“Zacarías no votaría “ni de coña” a Mariano Rajoy en unas elecciones generales como Fernando tampoco votaría ni loco a Pedro Sánchez. Zacarías Martínez es Zacarías Martínez por tradición familiar. Su abuelo Zacarías I, el padre de su padre, luchó en la Guerra Civil en el bando republicano. “Era un abogado muy famoso por la labor social que hizo en Zamora”. Ya se había finiquitado 1939 cuando “los franquistas le persiguieron y le pegaron dos tiros”. No lo mataron, pero aquellas balas marcaron el devenir de los Martínez Maíllo para siempre. “Fue mi padre el que nos metió el gusanillo de la política a Fernando y a mí”.

Zacarías Martínez, en el balcón de los despachos del Grupo Socialista

Zacarías Martínez Maíllo

“Era ya 1975 cuando Zacarías II, el padre de Zacarías y Fernando, empezó a vivir con bastante inquietud la Transición. “Escuchaba en casa la clandestina Radio París, y nosotros con él. Luego, con el tiempo, se hizo de derechas, muy de derechas”. Los chicos crecieron y los dos, en la época de la Universidad, dieron rienda suelta a sus propios idearios políticos. Uno por la derecha y el otro por la izquierda. Ahora que los dos viven en Madrid, se esfuerzan por verse con las familias al menos una vez al mes. Pero hablan de sus cosas, nada de política”, concluye el reportaje.

Majadahonda Magazin