CementerioJULIA BACHILLER. Durante el último pleno del 25 de febrero (2021) celebrado en el Ayuntamiento de Majadahonda se aprobó la recalificación de los terrenos donde irá ubicado el nuevo cementerio de la ciudad. La concejal de urbanismo, Vanesa Bravo, consiguió el voto unánime de todos los grupos para llevar a cabo tan necesaria decisión y el trabajo realizado por la nueva concejal fue ensalzado por los partidos de la oposición por su transparencia y detallada información, así como por haber facilitado su colaboración en el proyecto. Un trato al que no están acostumbrados los grupos de la oposición como Ciudadanos, cuyo concejal Anselmo Soto, en su intervención dejó caer la duda de si tal proceder estaría motivado por el voto a favor de su partido. Pero, efectivamente, fue una de las intervenciones que pocas veces surgen en el pleno, breve y detallada, aunque tan solo se trata de un primer paso en la elaboración del proyecto, que tardará años en hacerse realidad. En su exposición la concejal del PP comenzó asegurando que “el cementerio se encuentra próximo a finalizar su capacidad”, descartando seguidamente la ampliación del actual: “la posibilidad de acometer su ampliación anexando suelo contiguo no resulta conveniente al estar consolidada por la edificación toda la parte frontal de la calle del cementerio. Y el resto de suelos colindantes están clasificados como urbanizables como uso residencial». A ello añadió las cuatro alternativas posibles para su ubicación: 1 –Al sur de la vía de servicio de la carretera M-509, Majadahonda-Villanueva del Pardillo, en su enlace con la M-851, y situada a unos 800 metros de la urbanización “Entreálamos”. 2- Al Noroeste de la M-509 en su confluencia con la M-50 (Junto al Centro Comercial Gran Plaza). 3- Al suroeste de la M-509 en su confluencia con la M-50. 4- En suelo no urbanizable existente entre las fuentes y el límite del Parque Regional, en la zona suroeste del municipio y cercana a la M-50 (en la imagen distribuida por el Ayuntamiento, el alcalde y la concejala junto al plano de la ciudad).


Julia Bachiller

Julia Bachiller

Tras asegurar que la más adecuada era la alternativa 2, la concejal alegó las siguientes razones: ámbito no afectado por legislación sectorial sin contener valores a proteger, facilidad de acceso desde la M-50 y la M-509, disponibilidad de transporte público y sin condicionar usos futuros en zonas cercanas. En cuanto a las características del lugar añadió: “son 5,3 hectáreas, cuya estructura de propiedad son 6 parcelas, de las cuales 2 son municipales. Se albergarán elementos mortuorios, espacios libres interiores, tanatorio y aparcamiento”. En relación con los supuestos costes, avanzó: “de planeamiento y gestión se ha valorado en 360.000 € (I.V.A. excluido), al que incluimos los gastos de expropiación de 4 de las 6 parcelas que comprenden el ámbito de la modificación puntual. Los costes de urbanización se han estimado en alrededor de 1 millón de euros, la estimación de costes de edificación serán cerca de 3 millones de euros, el total ascendería a cerca de 4 millones y medio de euros (I.V.A. excluido)”, para seguidamente afirmar que “la viabilidad económica resultaría favorable”. En cuanto a los costes de mantenimiento supondrían “110.000 euros anuales“, y sobre los otros costes a los que la concejal hizo referencia, fue imposible reflejar su destino e importe debido a la nefasta retransmisión televisiva, la única opción disponible tras la supresión de los plenos presenciales. Sin embargo, el alcalde alardeó de la calidad de la misma al final del pleno, diciendo que la retransmisión fue «perfecta«.

Tan solo añadir que en su consideración el “balance de sostenibilidad del cementerio resultaría favorable”. En cuanto a los detalles de la tramitación, requiere de un largo proceso: ”Tras esta aprobación, y una vez sometido a información pública, recabados los informes sectoriales y concluida la evaluación ambiental, el documento tendrá que volver al Pleno para una aprobación provisional y posteriormente tendrá que pasar por el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid, que será quien otorgue la aprobación definitiva”. Por su parte la concejal socialista, Socorro Montes de Oca, aclaró en su intervención el motivo por el cual en la pasada legislatura no se aprobaron dichas medidas, hecho motivado por el voto en contra de su partido frente a un PP. que carecía de la mayoría absoluta: “la aprobación de la modificación venía acompañada por una ordenanza que regularía su uso en todo el municipio, pero también se pedía la paralización de todas las licencias que estuvieran en curso para un uso funerario: en ese momento había una licencia en trámite del tanatorio en Roza Martin”. Según su consideración, en aquel momento “no existía la necesidad real de un nuevo cementerio, sino que se pretendía salvar la mala gestión del equipo de gobierno“.

La situación del actual cementerio queda reflejada en la contestación que el anterior concejal de urbanismo, Manuel Troitiño, dio al grupo socialista en el turno de ruegos y preguntas del pleno de febrero de 2020 al alcalde. Allí reflejó los siguientes datos: «En la actualidad, el cementerio tiene una capacidad de 743 fosas, 2.001 nichos y 408 columbarios y la población de Majadahonda se encuentra ahora cercana a los 72.000 habitantes. A finales de 2019 se lleva a cabo una exhumación general que favorece la existencia de 106 nuevos nichos libres. La  situación actual nos indica que la disponibilidad, después de la última exhumación general, es la siguiente: Enero 2020: Nichos 112, Columbario 100, Fosas 38”. A lo que añadió: “Si extrapolamos las cifras de las unidades de  enterramiento, conforme  a  las  modalidades  disponibles en el  cementerio municipal, difícilmente cubrirían la demanda más allá de los próximos dos años y medio. No obstante podrían llevarse a cabo nuevas exhumaciones de carácter  general que favorecerían nuevos  espacios, en especial de nichos, y sencillas adaptaciones para    nuevos pabellones de columbarios”.

Majadahonda Magazin