«“Fue muy divertido, eran todo señoras y yo. Aparte de eso, me llamó mucho la atención, me marcó”. Tanto que decidió buscar una enseñanza más formal y durante tres años cursó un ciclo formativo de restauración y administración en el Instituto de Formación Profesional María de Zayas y Sotomayor en Majadahonda. Mientras, seguía entrenando y compitiendo, pero al regresar de las Olimpiadas de Pekín decidió retirarse del deporte profesional». Con estas palabras la periodista María García detalla en la Revista GQ el paso del chef Mario Valles por Majadahonda. Un cocinero que se enamoró de la gastronomía de forma accidental, ya que una lesión le alejó de su carrera profesional como deportista olímpico en judo para abrirle un nuevo horizonte en el mundo de la cocina. Tras su paso por Majadahonda, comenzó su particular viaje para continuar formándose como cocinero. Hizo prácticas en el Floridita londinense, pasó por Francia para seguir aprendiendo en el Instituto Paul Bocuse y trabajó en restaurantes franceses antes de volver a España. «Tras unas semanas en el Celler de Can Roca recaló en Pamplona, donde Koldo Rodero le ayudó a perfilar el proyecto que quería lanzar en Madrid y que en febrero de 2015 abrió sus puertas bajo el nombre de Hortensio«, concluye la semblanza.
Fuente: Revista GQ