Cuando el Senado Romano veía un problema insoluble decretaba: «Delenda Est»

JOSÉ Mª ROJAS CABAÑEROS. “Carthago delenda est (Cartago debe ser destruida)” (Catón El Viejo ante el Senado romano, según Plutarco en “Vidas paralelas”). Majadahonda está entre los 10 municipios más ricos de España (mayor renta anual por habitante), pero esa riqueza económica no se corresponde con la ejemplaridad político-ética de sus dirigentes municipales en estos últimos 20 años. Majadahonda tiene la dudosa celebridad histórica de haber sido el epicentro de la trama Gürtel y de haber sufrido coletazos de las operaciones Púnica y Enredadera. Y aun así, el Consistorio ha continuado regido por políticos del PP, elección tras elección, y prácticamente saben que, aunque pongan de cabeza de lista a la bruja Lola, volverán a ganar. Este estado de cosas, que recuerda la famosa frase “Si queremos que todo siga como está, necesitamos que todo cambie” de Giuseppe Tomasi di Lampedusa en su novela El Gatopardo, ha sido el continuo proceder del grupo de intereses que hay detrás de las distintas candidaturas del PP en Majadahonda. Obviamente, si la situación no se ha modificado se puede pensar que es debido a una oposición débil, inútil e ineficaz como alternativa política o/y a un electorado abducido y sumido en la perplejidad, como los pastorcillos ante la Virgen de Fátima.


José María Rojas

Sin embargo, aunque suele haber de todo, en Majadahonda hemos tenido ejemplos de concejales preparados, honrados y luchadores por los intereses de los vecinos, pero que no han tenido el merecido premio electoral, ni siquiera para asegurar su continuidad. Con ideologías distintas, los nombres de Mercedes Pedreira (Centristas Majadahonda), Carmina Madrigal (UPyD) y Juancho Santana (IU) siempre quedarán en nuestra memoria como ejemplos del buen hacer municipal, al igual que Zacarías Martínez-Maíllo y Silvia Rey (PSOE y Cs respectivamente, aunque en estos dos casos frente a ellos actuaron los duendes de los aparatos internos de los partidos). Pero si la alternativa política ha sido honesta y eficiente en buen número de casos, ¿por qué no se ha plasmado en mayorías alternativas de gobierno?

Distintos estudios de antropología sostienen que, en la evolución del Homo sapiens y su predominio en este planeta, fue esencial el desarrollo de las facultades cognitivas junto a las habilidades sociales. Es decir, la razón (ese “pensar lento” del que habla el Premio Nobel, Daniel Kahneman). Sin embargo, al final parece que una gran parte de los votantes se rige por aspectos emotivos en la toma de decisiones que pueden generar unos efectos dramáticos en su calidad de vida. Esa idea de que los pueblos nunca se equivocan es falsa, más cuando el temor y las emociones se adueñan de su voluntad. Y lo ocurrido en estos últimos 20 años en Majadahonda es muy clarificador. El problema es ese “pensar rápido” que Daniel Kahneman señala como ceguera que nos impide ver el camino correcto y es causa de los mayores errores.


A la mayoría de los concejales «no les interesa ni conocen los problemas municipales»

A todo esto se añade que al cerebro humano le cuesta entender la estadística y se producen trampas cognitivas, como llegar a conclusiones precipitadas o exagerar el efecto de las primeras impresiones. Y fundamentalmente aparece el obstáculo de la “heurística de la disponibilidad”: es decir, los humanos tendemos a guiar nuestras opiniones con la información más reciente, haciendo que los nuevos juicios estén sesgados hacia las últimas noticias. Lo cual no es más que un atajo de nuestra mente que puede confundirnos. Este conjunto de errores cognitivos se amplifica con la psicosociología del vecino medio de Majadahonda, generalmente no nacido aquí, que trabaja fuera del municipio, de clase media-alta, ideológicamente de centro-derecha y que ha elegido vivir en esta zona por la comodidad de su residencia, cercanía a Madrid, tranquilidad etc, pero que no está arraigado y ni le interesa ni conoce, los problemas municipales. Y cuando llega el momento de votar, al coincidir la convocatoria con otra de nivel superior (en general autonómica), toma su decisión en clave global/nacional (sin atender a los candidatos locales ni a lo sucedido en el Ayuntamiento).

El futuro político del alcalde está en manos de AEDAS y su demanda de 230 millones de €. Si la ejecuta, tendrá que irse

Quiero aclarar que no tengo nada contra el Partido Popular, su ideario, afiliados y votantes. Familiares a los que quiero han asumido puestos importantes en el PP de otras autonomías, llevo una buena relación con diferentes dirigentes nacionales de esta formación y les he votado alguna vez en elecciones generales y autonómicas (nunca municipales). Pero el esperpento actual del Ayuntamiento de Majadahonda es insoportable. Si alguna lección se puede extraer de la crisis sanitaria que estamos sufriendo es que ya no sirven las formas políticas vacuas, alejadas de la solución de los problemas de la ciudadanía, que han existido hasta ahora. Han desperdiciado un año sin hacer nada y siguen paralizados, generando cortinas de humo, en lugar de enfrentarse a la reconstrucción económica de Majadahonda y con un horizonte complejo ante las responsabilidades por la desprotección de las residencias de mayores y la muy posible demanda de 230 millones contra el alcalde (avalada por Price Waterhouse con “imputabilidad objetiva”).

Un «triunvirato» maneja el Grupo Popular, uno de ellos pone en su CV «estudios», lo cual significa que carece de carrera universitaria

El actual equipo de Gobierno tiene un triunvirato peculiar: el alcalde (José Luis Álvarez), el primer teniente alcalde, concejal de Hacienda y auténtico director de esta ópera bufa (Ángel Francisco Alonso) y el segundo teniente alcalde y peor concejal de urbanismo de España, según ASPRIMA (Manuel Troitiño). Los dos últimos son los típicos ejemplares de colmillo retorcido que han hecho de la política su modus vivendi y que se mueven dentro de las bambalinas de los aparatos de los partidos: ambos estuvieron con el anterior alcalde (Narciso Foxá), en concreto Alonso -Licenciado en Ciencias Económicas- después de una época turbulenta como concejal en Las Rozas (y previamente, 2003-11, concejal en Majadahonda y jefe de gabinete de la Consejería de Medio Ambiente de Madrid). Y Troitiño, tras su paso poco ejemplar por la Asamblea de Madrid (omitiré detalles) y después de ser concejal del Ayuntamiento de Madrid y gerente del Distrito de Barajas. Por cierto, el CV de Troitiño refiere «estudios» de Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), lo que traducido del “politiqués” al lenguaje de los comunes mortales significa que carece de carrera universitaria y que debió ir por el bar de Políticas para jugar al mus, méritos técnicos suficientes para gestionar eso llamado “Concejalía de Urbanismo”.

El «Emperador» Alvarez se limita a salir en las fotos: gobiernan sus tenientes de alcalde

En cualquier caso, como suele ocurrir en muchas formaciones políticas (PP no es la excepción) “no hay ineptitud sin premio”, y aquí tenemos a la pareja pastoreando en este erial intelectual. Dejo para el final al alcalde, un joven voluntarioso, con página propia en Wikipedia y licenciatura en Derecho por la UCM, que ha debido leer la historia del Emperador Marco Aurelio y piensa que su destino son cotas más altas que las menudencias municipales (aunque sólo tiene en común con el romano, lo mismo que yo con Brad Pitt: un cromosoma X y otro Y). Su breve cargo anterior fue en la Comunidad de Madrid, director general de la Juventud, junto a un más breve y polémico puesto de director de gabinete de Alcaldía del Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón, siendo su principal mérito algo involuntario: es majariego de nacimiento. Durante el tiempo que ejerce como alcalde ha llevado un comportamiento “made in Rey Sol”, optando por responder a las preguntas sólo en el siguiente Pleno al que se efectúan, muy lejos de los usos acostumbrados y con nula flexibilidad democrática. El resto de su grupo municipal lo forman personas que intentan hacer su trabajo honradamente lo mejor posible, con mejor o peor resultado. No obstante, este grupo ganó hace un año las elecciones con unas promesas claras, como «renovación integral de los espacios deportivos de la ciudad», «reforma de los colegios y escuelas infantiles públicas», «apoyo a los jóvenes», «bajada de los impuestos municipales» o «ayuda a los emprendedores». ¿Cuál es el resultado?: NADA.

Solo una moción de censura puede cambiar «la desdicha del Ayuntamiento de Majadahonda»

La grave crisis económica que está llegando requerirá medidas contundentes y eficaces, lo cual es incompatible con el anterior triunvirato. Se precisa un gobierno de concentración municipal buscando el mínimo común múltiplo, en lugar del máximo común divisor, enfocado hacia el interés general en lugar de seguir cualquier agenda personal. Por eso ruego, a la parte sensata del grupo municipal del PP que abandonen la obediencia debida (pues la lealtad está con los majariegos), a su aliados de Vox (honrados y éticos que, pese a los desprecios que han sufrido -especialmente del PP-, los considero válidos, aun con las diferencias ideológicas que nos separan y las diatribas teocráticas de su portavoz), a los del PSOE (cuya personalidad está avalada por el sufragio de las primarias, no obstante con el lastre de su encajonamiento en la política nacional) y al principal partido de la oposición Cs (a pesar de sus tendencias buenistas tipo “flower power” y a las estrategias de algún aprendiz de brujo). Y les conmino a juntarse, mirando lo que les une y olvidando aquello que les separa, con una Moción de Censura para cambiar el desdichado rumbo de nuestro Ayuntamiento. Sin embargo, intuyo que es una petición que se perderá en el vacío, y sucederá aquello que profetiza T. S. Eliot en Cuatro Cuartetos:Váyanse, váyanse» / dijo el pájaro. / El género humano /no puede soportar tanta realidad”.

Majadahonda Magazin