Narciso de Foxá, durante el debate

F. UTRERA. Lo que no ha conseguido la Oposición en 8 años ni Mercedes Pedreira en 13, lo que Juancho Santana (IU) no ha logrado en dos legislaturas ni Podemos o Somos en dos años, lo consiguió el concejal de Consumo y Bienestar Animal, Manuel Troitiño. Ocurrió con un asunto aparentemente intranscendente: la esterilización de gatos en Majadahonda. A una pregunta de la Oposición respondió Narciso de Foxá en calidad de alcalde. No conforme con su respuesta, su concejal levantó la mano de forma displicente mientras hablaba, algo que molestó al alcalde. Este fue el diálogo del episodio:

Manuel Troitiño (delante) desautorizó al alcalde y recibió un rapapolvo

NF- ¿Quieres intervenir sobre el tema de los gatos Manuel?
MT – Sí, de estos gatos y de los anteriores de la Asociación Majadacats, pero en cualquier caso también lo haré por escrito pues me han preguntado qué actuación hemos tenido en Las Viñas y por qué se han devuelto. Así que vamos a esperar a que esa respuesta la dé yo por escrito en base a la actuación que hemos llevado a cabo.

Pero me permitirá que yo también la pueda dar en este pleno ¿no?
– Siempre que se ajuste a la realidad y se ajuste a los hechos…

La escena fue captada por las cámaras de televisión que por vez primera funcionaron bien toda la retransmisión

Vamos a ver señor Troitiño, las preguntas en este pleno son al alcalde, no son a los concejales
-No.

¡Sí! Hay cosas que se comprueban, no se discuten. Según el reglamento de este pleno son al alcalde. Y si al alcalde le hace usted una petición haciendo así (levanta la mano de forma displicente), que no me ha parecido nada educado, es porque el alcalde tiene la prerrogativa de darle la palabra. Pongamos las cosas en su punto. Más preguntas.
-Señor alcalde.
No tiene usted la palabra.
-Quiero pedirle la palabra.
No tiene usted la palabra.

La algarada fue muy comentada por los concejales

Troitiño balbuceó entonces unas palabras que no se escucharon pero que no debían estar muy conformes. Cuando concluyó el pleno se acercó a Narciso de Foxá. Todo el mundo siguió con la mirada lo que parecía un armisticio, pero se oyó como el concejal elevaba el tono de voz contra el alcalde y gesticulaba contra él, a lo que éste respondió abandonando el atril y dejándolo atrás. Una escena de tensión quizás propiciada por las 6 horas de pleno sin interrupción que acabó con los nervios y la paciencia de todos los presentes.

Majadahonda Magazin