JULIA BACHILLER. La Casa de la Cultura de Majadahonda fue escenario de la entrega de premios Francisco Umbral de Columnismo para jóvenes escritores, bajo el lema «Atrévete a cruzar el Umbr@l. 3.0«, en el que han participado casi 300 alumnos de la localidad, de los IES Margarita Salas y Carlos Bousoño. Los premios fueron entregados por Narciso de Foxá, alcalde de Majadahonda, y España Suárez, presidenta de la Fundación Umbral. El acto también contó con la presencia de Vicente Colilla en representación de la Concejalía de Educación y del concejal de Hacienda, Ángel Alonso, así como la presencia de los directores de los institutos y alumnos de los mismos. El jurado estuvo formado por dos representantes del Ayuntamiento de Majadahonda, un representante de la Fundación Francisco Umbral, el profesor que impartió los talleres Jesús Nieto y un representante del periódico El Mundo. La entrega de los premios comenzó con una magnifica combinación de lecturas dramatizadas de textos de Francisco Umbral, “Tiempos de lirica”, con canciones interpretadas magistralmente con la letra de estos mismos textos, a cargo de CB Teatro, compañía dirigida por Hitos Hurtado y la música interpretada al piano por Gonzalo García Santos.
La presentación del acto fue realizada por Jesús Nieto Jurado, miembro del jurado, columnista y profesor de los talleres que promueve la Fundación. De sus palabras destacó que “en los talleres hemos trabajado mucho la participación, hemos hecho hincapié en que se trata de un género literario que se vincula a través de un soporte que se vende como es un periódico, y sin embargo lo que nosotros intentamos hacer es buscar la misma emoción que hemos conseguido aquí con el teatro, buscar esa misma emoción a través de un artículo. Contamos con un escenario, con una puesta en escena y una música que son las propias palabras. Y con un escenario tan íntimo como masivo que es el de un periódico”. Tras ello se dio paso a la entrega de los premios, con un trofeo, un diploma y un lote de libros, cortesía de la Fundación Francisco Umbral, así como la publicación del texto en el diario digital El Mundo.es:
1º – Poesía y Libertad – Anne de la Calle Santiago – IES. Margarita Salas: ¿Qué es para ti la poesía? Amor, dolor, o quizá una vía de escape para aquellos cuyo dolor no es sino expresable en el inmenso universo de un verso. La poesía puede ser muchas cosas, pues no tiene restricciones, ni ley, la poesía es grito, es armonía, es nostalgia, humildad, horror y rebeldía, la poesía, en su ilimitada vastedad de posibilidades, es libertad. Libertad, libertad… ¿puede ser un poema una manera de llegar hasta ella? Siempre tan inalcanzable, tan lejana…Quizá por un instante, o quizá para siempre, ¿Podría la indudable fuerza de un verso romper cadenas forjadas hace ya siglos?
Como es bien sabido, la mujer en los países regidos por la ley islámica es tratada como un objeto, encarcelada entre el hombre y la religión, entre la religión y el hombre, privándola así de su independencia, y cerrándole la puerta al mundo intelectual. Aquí pongo en manifiesto a, sin lugar a dudas, mi poetisa árabe contemporánea favorita, Názik Al-Malaika, una mujer iraquí que, desprendiéndose sigilosamente de sus cadenas, poco a poco, verso a verso, ignorando los límites que su condición de mujer le impuso, escribió “Cólera”, un poema que revolucionó la poesía árabe occidental, tanto por inspirar a muchas mujeres tales como Saniya Saleh o Widad Benmusa, como por escribir en verso libre, algo que era prácticamente impensable hasta la fecha. Un gran ejemplo de que la poesía puede desafiar cualquier autoridad, escaparse de la ley y, en su diminuto oasis de paz, conseguir esa idílica libertad tan deseada.
A pesar de su importancia en la poesía árabe, por supuesto, nadie en el mundo occidental sabe nada de ella, la fuerza de sus palabras se traspasa a los versos, ¿para llegar hasta dónde? ¿acaso sus poemas valen menos por su género? Ahora estarás pensando ‘ay, cómo son en oriente, siempre igual, aquí no hacemos eso’, pero, antes de hacer especulaciones ignorantes, pregúntate cuantas mujeres estudiaste en literatura, pregúntate cuántas veces has leído, oído el nombre de Neruda, Whitman, Borges, Unamuno, y sin embargo el vago recuerdo que tienes de haber sido mencionadas, con suerte, a grandes poetas como Gabriela Mistral, Emily Dickinson, o Alfonsina Storni. Supongo que habrá que hacer algo, pues desde las más cotidianas acciones hasta una conjunta y organizada lucha, actuar es la única manera de cambiar las cosas. Citando a Widad Benmusa “La ira ha cerrado las puertas del silencio. ¿Es este el motivo por el que has decidido gritar?”
2º – Piensa, luego debe ser un empollón – Paloma Rodríguez – IES. Carlos Bousoño: Por naturaleza, el ser humano tiende a clasificar y seleccionar. Ayuda a nuestro pequeño vago cerebro a saltarse el embrollo que implica valorar cada elemento como individual. Esto supone un claro beneficio si lo aplicamos, por ejemplo, a cómo organizar un armario. Los calcetines irán en un cajón, el resto de la ropa interior en otro diferente, las camisas bien dobladas en la balda… Clasificar trae orden a nuestro alrededor, lo cual es un aspecto indiscutiblemente positivo; sin embargo, ¿debemos aplicar el mismo sistema a la hora de tratar con personas? ¿Debemos meter a aquellos cuya piel está cubierta de tatuajes en un cajón bien separado de aquellos otros con traje y maletín?
Desde el mismo instante en que el médico determina si eres niño o niña, la sociedad cuelga de tu tobillo una enorme etiqueta. Durante el resto de tu vida, lo primero que verán de ti será esa aparatosa marca. Será el sello que defina cómo deben tratarte, si deben darte dos besos o un apretón de manos, si deben pintar tu cuarto de rosa o azul, si deben comprarte una casa de muñecas o un camión de bomberos, y muchas otras suposiciones sexistas que tanto me desesperan. El género será la etiqueta más grande y pesada, pero no la única. Tu aspecto, tu forma de vestir, tu dinero o tu trabajo harán que la gente cree una serie de prejuicios sobre ti basados en estereotipos que, muy posiblemente, distarán por completo de la realidad.
He aquí el primer gran inconveniente de las etiquetas unidas a prejuicios: no suelen acertar. Que un hombre en la parada del autobús lleve el pelo largo, barba y una camiseta del grupo Anthrax te dice que le gusta dicho grupo, y probablemente el thrash metal en general. Lo que no te dice es que sea alguien violento, o que beba ingentes cantidades de cerveza en festivales, o que no sea capaz de llevar una empresa seria o educar a sus hijos correctamente. Y entonces, ¿por qué muchas de esas ideas pasan por nuestras cabezas, a pesar de no tener ningún fundamento? A parte de porque la sociedad nos ha metido en la cabeza tales estereotipos, porque es un atajo. Resulta muy conveniente no tener que esforzarnos en conocer a alguien para poder criticarle y hablar de él todo lo que queramos. O ser capaces de aceptar o rechazar a alguien de primeras sin pararnos a pensarlo dos veces.
Otro gran problema es el efecto que producen en la persona que es etiquetada y encasillada. Puede resultar desde ofensivo hasta cansino. ¿Por qué ser bisexual para muchos lleva implícito el ser promiscuo? Este y muchos otros pensamientos del estilo me parecen tremendamente dañinos por dos motivos: si no son correctos o son vistos como negativos, resultan agraviantes e insultantes; y el segundo, y no por ello menos importante, si son repetidos una y otra vez, el afectado termina por creérselo. El bisexual termina creyendo que debe ser promiscuo, así que lo es. El hombre que escucha thrash metal termina creyendo que debe actuar de cierta forma, así que lo hace. La niña termina creyendo que está obligada a, en un futuro, tener hijos y cuidarlos como cuidaba de sus muñecos. Por ser bisexual, por ser metalero, y por ser niña. Pierden la oportunidad de elegir, se les impone la elección.
Después de releer varias veces lo escrito, me doy cuenta de que abundan los porqués. Probablemente resuma mi postura acerca de las etiquetas a la perfección: ¿Por qué? ¿Por qué nos empeñamos en restringir a otros y a nosotros mismos? ¿Tan importante es el orden? ¿Más incluso que la libertad? En definitiva, dejar atrás los prejuicios y despojarnos de las etiquetas supondría un avance mental considerable, ahorraría muchos malentendidos y empujaría a la gente a socializar de un modo más cercano, con más comunicación y menos suposiciones. Son todo ventajas. Ahora, ¿quién empieza?
2º – Cementerio azul – Clara Jiménez Herrera – IES. Margarita Salas. Cada día, cientos de personas abandonan su hogar. Cada noche, contactan con mafias y a través de embarcaciones son lanzados al mar y el azar navega y, por desgracia en muchas ocasiones, se hunde con sus vidas en el Mediterráneo. Desde el 2014, más de 10.000 personas han fallecido en el mar, intentando encontrar un nuevo hogar, el mismo mar donde Ulises trataba de regresar al suyo. Estas personas huyen de sus ciudades, porque en ellas vive la guerra, sus casas ya solo son unas ruinas sobre las que la barbarie gobierna. Mientras Europa da la espalda y se lava las manos ante el conflicto. Las grandes fuerzas establecen un campo de batalla y una excusa, para el enfrentamiento, en la guerra civil de Siria.
En este conflicto internacional, Europa parece haber tomado la figura de Polifemo, tan ciego que no se da cuenta de todo aquello que se le escapa. Tan ciego que no ve cuántas vidas se van y se hunden en el océano mientras nadie le hiere. No ve que los refugiados también necesitan de su Ítaca, y buscan una nueva en las costas de Lesbos, como escribió Kavafis: “Cuando emprendas tu viaje a Ítaca/[…]/ No temas a los lestrigones ni a los cíclopes / ni al colérico Poseidón” por ello mismo, en su viaje a Ítaca, no temen al destino ni a la oscura noche, ni al colérico mar que les espera. Pero el éxodo de refugiados que no nos atrevemos a reconocer, y sueñan con ver nuestras costas, es cada día mayor. Y entre este caos, numerosas ONG intervienen en la crisis ayudando a los refugiados a cruzar el Mediterráneo, son recogidos de cayucos que vagan a la deriva. Las playas europeas les esperan con campos de refugiados en los que vivirán por una hasta que la burocracia se encargue de su destino.
Pero Europa también debería buscar su Ítaca, encontrar su faro, su antigüedad clásica, la que ha guiado a Occidente tanto tiempo, aquella que iluminó las ideas, mostró la tolerancia y el respeto, aceptó más allá de sus fronteras. Mirar atrás, y ver que el mundo clásico de Homero eran las ideas que Europa ha seguido y, ahora va la deriva sin encontrar a luz del faro que parece tan lejana. Debemos callar a las sirenas que cantan en Europa y escuchar los gritos de socorro que se oyen desde un mar de cadáveres.
3º – Paseo por el pueblo ignorado – Nicolás Cook Muñoz – IES. Margarita Salas
Oda al pueblo de mis abuelos maternos: En la sierra de Segura se encuentra prominente, poblado por gente modesta y benevolente. El pueblo más majestuoso de toda la sierra, bautizado por los cristianos como Segura de la Sierra. Visitada por primera vez a manos de los griegos, los cuales se vieron llevando una fructífera vida como aldeaniegos. Orospeda la llamaron, en honor al Guadalquivir, debido a las grotescas ofensas romanas tuvieron que huir. Tras la conquista de los musulmanes, la obsequiaron, con ternura y bienquerencia la ampararon. Un castillo fue erigido para evitar el asedio, y a pesar de ello, los cristianos fulminaron el remedio. A cambio de guita y de las tierras hacerse dueños, la pequeña aldea yerma, repoblada fue con norteños Asentados en sus moradas, el comercio de la madera perfeccionaron, con lo que su penuria apacharon. Manrique, con sus coplas, la instruyó a versificar. Quevedo, admirado quedó, lo que le facilitó dedicar. Infrecuentes eran las visitas del Marqués de Santillana, no obstante, nunca dejó de ser una “serrana”. ¡Ahí llegan los franceses!, gritaron los aldeanos, en posición de defensa se disponían, esperanzados. Masacrada quedó la pequeña villa, se respiraba ausencia, lo único que quedó en ese ambiente turbio fue una gran flaquencia. Pasear y poder gozar con lo que todas estas historias nos conceden, es algo que muchas personas, sin percatarse, de ello carecen. La soledad y la serenidad, de cuando en cuando, son buenas camaradas, en tiempos en los que cinglas mucho pero poco avanzas. [Nuestro agradecimiento a Lola Moreno Moral que desde el departamento de coordinación de la Fundación Francisco Umbral, nos ha facilitado los trabajos ganadores, y felicitaciones a todos ellos por los trabajos realizados que merecen ser publicados como estamos haciendo].