Un aspecto que debemos estudiar son las tasas de interés del préstamo, ya que esto determinará el costo final del mismo
En una España transformada por la pandemia, caracterizada principalmente por un aumento en el uso de Internet como canal predilecto para el consumo y la solicitud de servicios, cada vez serían más las personas que utilizan la banca en línea para adquirir productos financieros como préstamos y créditos. Sin embargo, ya sea por un mayor índice de denegación a consecuencia de la crisis que atraviesa el país, o el miedo a acudir a entidades que no conocemos sin visitar sus establecimientos físicos, es necesario saber cómo evaluar las opciones en línea para asegurarnos de elegir la que mejor se adapte a nosotros. Esto es lo que debes conocer:
-
Las tasas de interés
Lo primero que debes conocer sobre un préstamo es el tipo de interés que conlleva, ya que esto variará no solo según el tipo de financiamiento, sino también según la entidad en la que realicemos la solicitud. En pocas palabras, los intereses representan el dinero (adicional al importe) que tendremos que devolver con cada cuota.
Si bien es cierto que el Tipo de Interés Nominal (TIN) y de Tasa Anual Equivalente (TAE) son los intereses más importantes a tomar en cuenta, existen pagos adicionales que tendremos que realizar por concepto de servicio, comisiones de apertura y estudio, e incluso recargos por el pago impuntual de las cuotas.
-
El tipo de préstamo
Solicitar un préstamo es un proceso complejo, no solo por todo el estudio que debemos realizar para asegurar nuestra capacidad de pago, sino también por la investigación referente al tipo de préstamo que mejor se adapta a nuestras necesidades. ¿Por qué? Porque existe un puñado de tipos de préstamos distintos.
Entre los más populares se encuentran los préstamos al consumo, los préstamos instantáneos o rápidos, los minicréditos, los préstamos para clientes incluidos en ficheros de morosos, el financiamiento sin nómina ni aval, entre muchos otros. Los préstamos para el pago de estudios, pago de coche e hipoteca también deben ser considerados por el solicitante.
-
La reputación del prestamista
En el blog de la plataforma de comparación de préstamos Finbino, Patricia García Beneytez, periodista y economista, explica que hay muchas formas de reconocer un préstamo fraudulento, con una de las más importantes siendo la falta de contratos.
Explica que «en los préstamos fraudulentos no se suele enviar un contrato de préstamo, algo que inmediatamente debe hacernos sospechar que no se trata de una oferta real. En toda solicitud de préstamo se firma un contrato por ambas partes con las condiciones del acuerdo».
Las otras cosas que debemos tener en cuenta según García Beneytez incluyen la solicitud de pagos por adelantado, la falta de interés de la entidad por conocer la solvencia del prestatario, condiciones demasiado beneficiosas, y el uso de canales poco profesionales para comunicar sus ofertas.
-
Las solicitudes del prestamista
Por último, es necesario conocer cuáles son las condiciones que impondrá el prestamista a la hora de brindar financiamiento, ya que cada entidad puede tener solicitudes distintas. Variarán de acuerdo a la entidad, sin embargo, estas son algunas de las más comunes:
Un nivel de endeudamiento bajo e información sobre la solvencia del solicitante, un empleo con nómina fija, longevidad como cliente de la institución, no pertenecer a ningún fichero de morosos y avales que puedan servir como una garantía para la entidad en caso de que el solicitante no realice los pagos a tiempo.
Solicitar préstamos en línea es cada vez más fácil para los españoles, sin embargo, cada vez es más importante llevar a cabo un estudio profundo antes de elegir la opción que mejor se adapte a cada persona.