La figura del procurador es un profesional considerado fundamental dentro del sistema judicial en muchos países del mundo, asi como en España. Si bien su papel puede variar ligeramente de un país a otro, en términos generales, es un representante que actúa en nombre de un cliente ante los tribunales. Y que además se preocupa de que sus derechos sean respetados en todo momento.
Por otro lado, garantiza que los procedimientos a nivel judicial sean realizados de manera correcta, asegurándose de que todas las partes que se encuentren involucradas cumplan con las formalidades y que los plazos estipulados sean respetados. Por todo esto es importante siempre recurrir a un profesional como Jiménez Padrón Procuradores en Madrid, para que cualquier proceso legal se lleve a cabo con éxito.
¿Cuándo es necesario un procurador?
La necesidad de contar con uno depende del tipo de la diligencia judicial y de las normativas del país donde se lleva a cabo el procedimiento. Como por ejemplo en las audiencias provinciales o nacionales. En otros casos, se puede ser voluntaria o no requerida, sobre todo si son situaciones de menos complejidad.
Algunas situaciones comunes, son:
- Procesos judiciales civiles:
En donde están en juego grandes cantidades de dinero o en los que se discuten derechos fundamentales. Por ejemplo, en litigios de responsabilidad contractual, divorcios contenciosos, reclamaciones de deudas, herencias, entre otros. En muchas de estas situaciones la ley puede exigir su presencia.
- Procesos laborales y mercantiles:
Esto se da en algunos países, por ejemplo, cuando una empresa o trabajador interpone una demanda por despidos, reclamaciones de salarios o incluso por motivos de acoso laboral.
En el ámbito mercantil también es necesario, cuando una empresa está involucrada en un litigio por incumplimientos contractuales, quiebras o conflictos a nivel comercial.
- Procesos penales:
Sobre todo, en aquellos en los que el acusado enfrenta cargos graves o las penas potenciales son severas. Este profesional tiene la responsabilidad de asegurar que todo se siga adecuadamente y que todas las resoluciones se gestionen de manera correcta.
- Recursos de apelación:
Son procedimientos técnicos y complejos, que requieren un estricto cumplimiento de los plazos y las formas procesales. Por lo tanto, es quien asegura que todos los documentos sean presentados ante el tribunal correspondiente dentro del plazo establecido y de que se sigan todas las formalidades necesarias.
- Cuando la ley lo exige:
Como mencionamos, en algunos casos, la ley establece que la representación mediante un procurador sea obligatoria para ciertos tipos de procedimientos. Esto independientemente de la complejidad del litigio. Por ejemplo, en ciertos países del mundo se exige su intervención en procedimientos de ejecución hipotecaria o en juicios relacionados con la propiedad inmobiliaria. En estos casos, se convierte en un actor indispensable.
Funciones extras del procurador y requisitos para ejercer
- Se encarga de recibir y gestionar todas las notificaciones que el tribunal o las otras partes del litigio puedan enviar. Esto incluye citaciones, comunicaciones, entre otros.
- Es el responsable de presentar toda la documentación requerida ante los tribunales. Esto implica las demandas, pruebas y cualquier otro documento.
- Aunque no interviene en la argumentación jurídica, trabaja en estrecha colaboración con el abogado, asegurándose de que todas las gestiones procesales se realicen de manera eficiente.
Para poder ser procurador es necesario cumplir con lo siguiente:
- Tener la licenciatura en Derecho.
- Estar colegiado en el Colegio de Procuradores
- Aprobar todas las pruebas reguladas por el Ministerio de Justicia.
Procurador Vs abogado ¿cuáles son sus diferencias?
Muchas personas confunden a ambos profesionales, pero en realidad son muy distintos y por lo tanto cada uno cumple una respectiva función. La función del experto en derecho es la defensa y argumentación legal. En cambio, el procurador se enfoca en presentar documentos, notificar a las partes sobre cómo va todo, y gestionar el cumplimiento de los plazos legales.
En España, la representación por medio de un procurador es obligatoria en ciertas situaciones. Sin embargo, en otros lugares puede no ser necesario, o sus funciones pueden estar integradas en las responsabilidades del mismo abogado. En este sentido, podríamos decir que ambos trabajan en equipo debido a que uno es el que se encarga de la estrategia y el otro de los aspectos procedimentales del caso.
De cualquier modo, la distinción entre cada uno de los profesionales, permite un mejor funcionamiento del sistema judicial, ya que cada experto puede especializarse en una parte del asunto. Esto ayuda a que todo sea más rápido.
