Ciudadanos (C´s) de Majadahonda llevó en su programa electoral un ambicioso plan de regeneración política y económica para el Ayuntamiento de Majadahonda que pasaba por la reducción de asesores y eliminar el «clientelismo» y «amiguismo» en el acceso a los fondos y sueldos públicos de la corporación. Toda contratación debía ser por procedimientos de concurso público y con transparencia, debía producirse una «incompatibilidad de sueldos y dietas». Y todo se resumía en una frase: «impedir que los Ayuntamientos sean una agencia de colocación de los partidos políticos«, así como «eliminar los nombramientos por libre designación»… Estas fueron sus principales ofertas para Majadahonda:

«Administraciones transparentes e impermeables a la corrupción y al clientelismo político. Queremos Administraciones transparentes, de paredes de cristal, donde el ciudadano tenga derecho de acceso a la información, derecho a saber cuánto, dónde y cómo se gasta el dinero de sus impuestos. Administraciones donde los puestos de nivel inferior a director general o equivalente sean desempeñados por funcionarios de carrera en lugar de personal de libre designación. En Cs queremos unas Administraciones donde no haya cabida ni para la corrupción y ni para el clientelismo político«.

Su oferta electoral la llevó incluso al «Punto 11» de su pacto de investidura con el Partido Popular (PP): «Limitación del número de cargos de confianza, en cuyo nombramiento deberá estar suficientemente justificada la necesidad de cada puesto«.

Otras promesas electorales de C´s para Majadahonda fueron: