AGENCIA EFE/ EUROPA PRESS. Unas 200 personas, según la Policía Nacional, se han concentrado este martes 24 de junio (2020) frente al Congreso de los Diputados en Madrid para protestar contra la reforma educativa del Gobierno, la conocida ‘ley Celaá’, a la que atribuyen el propósito de desmantelar los centros de educación especial para favorecer la inclusión de sus estudiantes en centros ordinarios. Bajo un sol implacable, familias al completo han acudido a las 16.00 horas a la plaza de Miguel de Cervantes aledaña al Parlamento convocados por la plataforma ‘Educación Inclusiva Sí, Especial También’, que lleva meses advirtiendo de que el proyecto de la Ley Orgánica de Modificación de la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE) “va contra los colegios de educación especial”.


Lucía Gutiérrez (V. Lourdes Majadahonda)

Lucía Gutiérrez es directora del colegio Virgen de Lourdes, un centro concertado de educación especial de Majadahonda (Madrid) declaró: “Muchos de nuestros niños vienen de la educación ordinaria porque cuando crecen socialmente se empiezan a descolgar de otros compañeros, y entre iguales funcionan mejor, necesitan ese ambiente para desarrollarse”, explicaba para defender la necesidad de este tipo de centros. Buscando la sombra de los contados árboles de la plaza, con paragüas haciendo de sombrillas y mascarillas pero sin demasiada distancia social, los manifestantes se han hecho oír a unos pocos metros del Congreso, donde se celebraba la sesión plenaria. “¡Celaá, escucha a la especial!”, ha sido una de las consignas dirigidas a la ministra socialista de Educación desde la concentración, poblada de corazones verdes y pancartas ambivalentes para defender tanto la inclusión como estos centros especiales.

La ministra de Educación, Isabel Celaá

LA VERSION DEL MINISTERIO. El Ministerio de Educación y la propia ministra de Educación, Isabel Celaá han negado en reiteradas ocasiones que pretendan cerrar centros de educación especial. El proyecto de ley establece que “el Gobierno, en colaboración con las administraciones educativas, desarrollará un plan para que, en el plazo de 10 años, los centros ordinarios cuenten con los recursos necesarios para poder atender en las mejores condiciones al alumnado con discapacidad”.


Roberto Chinchilla en la protesta frente al Congreso

Sin embargo, esta disposición adicional de la ‘ley Celaá’ preocupa a familias, docentes y propietarios de los centros donde está escolarizado el 17% de los menores con necesidades educativas especiales que todavía no ha entrado en las aulas de la enseñanza ordinaria. A pesar del calor, la concentración se ha prolongado animada y ruidosa durante más de 1 hora. “No hagan de la educación un arma política ni un instrumento ideológico. El bien superior del menor está por encima de todo ello”, ha proclamado el manifiesto de la protesta, emplazando a los partidos a negociar un pacto educativo y al Congreso que rechace las enmiendas presentadas a la ‘ley Celaá’ que “intentan extinguir la educación especial”.

Roberto Chinchilla y Jesus Vidal

JOSEFINA G. STEGMANN/ ANGEL DE ANTONIO (ABC). «Unos metros más alejada (intentando hacer caso al megáfono que recordaba la importancia de la distancia interpersonal) estaba Sandra con sus hijos, Alejandro y Héctor, con una minusvalía del 68% y el 50%, respectivamente. Alejandro, aún escolarizado, estuvo de los 3 hasta los 12 años en un colegio ordinario: «No aprendió en todo ese tiempo ni a leer ni a sumar y ahora lo hace todo», contaba su madre que decidió matricularlo en el centro especial Virgen de Lourdes de Majadahonda. Sandra rememoraba el frío pasado de su hijo en un centro ordinario, donde comprobó que los profesores «no estaban preparados». Pero peor fue la experiencia de Roberto Chinchilla, actor de la exitosa película Campeones.

Jesus Vidal ganó un Goya inolvidable

«Estuvo en el colegio Tierno Galván de Alcobendas y fue un año perdido. Intentaba enseñarle cosas en casa, aprendía y cuando levantaba la mano en clase no le hacían caso. Al final, lo terminaron poniendo en la última fila; lo tenían apartado hasta en los recreos», recuerda Lola. «Todo cambió cuando lo llevé al centro de educación especial Los Álamos». «Fue muy importante para mí, hice muchos amigos», relataba Chinchilla, encargado de leer el manifiesto de la concentración. «Hay que defender los centros como sea para que no cierren en ningún sitio de España, la nueva ley debe ser modificada».

Majadahonda Magazin