¿Quieres convertirte en instructor de pilates? Te damos los mejores consejos

El Pilates nació de la mente de Joseph Hubertus Pilates al inicio del 1900, el cuál se inspiró en algunos movimientos realizados durante la ejecución de algunos deportes y estilos de danza. Este nuevo método apuntaba a la potenciación de los grupos musculares más profundos, más precisamente, nos referimos a aquellas cadenas de músculos que nos permiten mantener una postura correcta que combaten contra la fuerza de la gravedad. Obteniendo una cierta confianza y habilidad en la realización de ejercicios, un experto de Pilates es capaz de realizar cualquier movimiento en armonía y fluidez, eliminando contracturas, tensiones musculares, articulares y sensaciones de rigidez. En los últimos años, este estilo de entrenamiento se ha difundido rápidamente por todo el mundo, entrando a formar parte de la categoría de las artes del bienestar más demandadas gracias, sobre todo, a su versatilidad. El rol del docente de pilates hoy en día es fundamental para combatir el estrés acumulado durante nuestras jornadas laborales. A través de sus conocimientos profundos del cuerpo humano, consigue indicarnos el camino correcto a seguir para conseguir una relajación muscular y mental.


¿Cómo puedo estudiar pilates y convertirme en instructor?

¡Es fácil! Actualmente existen varios métodos de estudio perfectos para formarse en este campo. Entre las varias soluciones, la más difundida es seguramente un curso pilates completo que te permita el poder aprender a fondo los secretos de este arte.

¿Cuáles son los requisitos para enseñar pilates?

El pilates es un arte que se basa en la combinación del equilibrio entre la mente y el cuerpo. Para conseguir llegar a este estado psico-físico, es importante desarrollar un conocimiento detallado de nuestro cuerpo, de su correcto funcionamiento y de la anatomía humana. Convertirse en un buen instructor de Pilates conlleva también el estudio de nuestra biología y de nuestra psique. Tus futuros clientes no serán todos iguales, es más, algunos de ellos tendrán un objetivo distinto, a parte de una estructura física única sobre la que trabajar. Por este motivo, un buen instructor de Pilates deberá poseer una visión completa, necesaria para definir el recorrido apto para cada estudiante, un recorrido que se adapte a sus exigencias físicas y psíquicas. Cada lección será siempre distinta, no será nunca igual a la anterior. Deberá ser capaz de modelar el entrenamiento según el cliente si quiere mantener una relación duradera con este mismo. Para hacer esto posible, es fundamental también saber crear una lección personalizada, eligiendo los ejercicios más aptos a la situación y la consecución del objetivo.

Como ejemplo de lo dicho puede citarse:

  • Mejora la postura
  • Recuperación física post- rehabilitación
  • Refuerzo muscular

Varias tipologías de pilates y sus principios fundamentales

Si bien en el siglo pasado el Pilates fue practicado exclusivamente por bailarines de New York, los cuales fueron los primeros en autorizarlo como método de entrenamiento, hoy en día esta actividad ha asumido una meta totalmente diferente. Como ya hemos dicho anteriormente, esta tipología de entrenamiento ha pasado a estar, solo recientemente, destinada a la mejora del nuestro físico sin afrontar esfuerzos excesivos, como aquel al que se somete un bodybuilder. A día de hoy, el Pilates se practica en todo el mundo; esta difusión ha favorecido el nacimiento de variantes específicas aplicadas a condiciones particulares.

Ejemplos prácticos de esto:

  • Pilates postural
  • Pilates aplicado al atletismo
  • Pilates aplicado al baile
  • Pilates para combatir la osteoporosis (el pilates aumenta la densidad ósea, contrarrestando así la erosión de los huesos)
  • Pilates para mujeres embarazadas
  • Pilates para gente anciana

Aunque aparentemente parecen desconectadas entre sí, las variantes del elenco tienen como objetivo común el estímulo del movimiento y de la actividad física, sin someter el cuerpo a un esfuerzo excesivo. El docente de Pilates debe garantizar la correcta ejecución de cada uno de los ejercicios siguiendo los principios fundamentales e inviolables.

Analizamos los siguientes principios fundamentales

1. Mantener la concentración

Durante el entrenamiento, la mente debe liberarse de cada pensamiento y preocupación de la vida cotidiana. Cada movimiento de nuestro cuerpo deberá tener un objetivo preciso para maximizar la ejecución del ejercicio.

2. Realizar movimientos precisos

Los movimientos imprecisos crean desequilibrio muscular, haciendo trabajar mayormente determinadas zonas musculares y desfavoreciendo otras. Haciendo precisos nuestros movimientos, no solo obtendremos un trabajo muscular más equilibrado, sino que, nuestros gestos resultarán más finos.

3. Respiración

La respiración es probablemente el principio fundamental más importante del Pilates. Nuestra respiración debe estar coordinada con los movimientos que realizamos. La respiración está dividida en dos fases: durante la inspiración, respiramos aire a través de la nariz, bajando el diafragma y permitiendo a los pulmones expandirse. Durante la espiración, el aire sale por la boca, para ello es necesario relajar la musculatura de la caja torácica, dejando que el diafragma vuelva a su posición natural. Este ciclo respiratorio es absolutamente importante para poder crear un sentido de paz y de conexión entre mente y cuerpo.

4. Aislamiento de los grupos musculares

Existen varios ejercicios que sí consienten concentrarse sobre determinadas zonas musculares y relajar otras. El aprendizaje de esta técnica nos ayuda a conocer nuestro cuerpo, siendo capaces de actuar, si es necesario, para devolver el equilibrio muscular perdido.

5. “Entrenar el centro de gravedad”

El centro de gravedad es el área de nuestro cuerpo en el que reside la caja torácica y la pelvis. Cuando de pequeños caminábamos en un muro muy sutil y conseguiamos no caer era gracias a nuestro centro de gravedad, que nos compensaba. En el Pilates es muy importante entrenar esta zona, ya que esta constituye el punto de control de nuestro cuerpo. El desarrollo del área abdominal y lumbar es entonces esencial para permitir tener una postura correcta ante cualquier situación.

Majadahonda Magazin