MIGUEL SANCHIZ. Rafael Anson Oliart es Doctor en Derecho, miembro del Cuerpo de Técnicos de Información y Turismo, periodista y psicólogo. Con todo este currículo nos acoge con simpatía, entre otras razones porque hace muchos años que nos conocemos e invitó, a quien esto escribe, a formar parte del Club de los Cien, del que fue fundador. Su presencia en la Administración española durante la década de los años sesenta le llevó a ser uno de los impulsores de los denominados Planes de Desarrollo. Y ahora el hermano del periodista y académico de la Lengua, Luis María Anson se incluye en esta sección de Gente Maja que se Moja que se reanuda este mes de septiembre (2022). ¿Los tecnodemócratas que colocaron a España como 9ª potencia del mundo podrían triunfar ahora? –Sería muy difícil que llegaran a ocupar puestos de Gobierno. Si lo hicieran, lo harían muy bien. Exactamente igual que en la evolución de España desde los años 60. Eso es muy difícil porque en la actualidad hay una especie de «profesión política» que implica que cuando se crean situaciones de Gobierno hay que llevar a los diferentes Ministerios y cargos públicos a las personas que han estado trabajando en el Partido durante años. Antes la gente tenía su carrera profesional y su posición en el mundo privado y luego se incorporaba a la política durante un tiempo. No solo en España, también en otros países. Ahora desde jóvenes se incorporan a las estructuras de los Partidos y es lógico que sean esas personas las que luego accedan a los puestos de Gobierno o a las listas electorales.

¿Como experto en relaciones públicas ves acertada la política informativa de la Moncloa?. –Recuerdo cuando tuve que justificar la creación de la primera Oficina de Relaciones Públicas de Europa en la Presidencia del Gobierno en los años 60 y que al ministro le dije que las Relaciones Públicas consistían en que la gente creyera que las cosas son mejor de lo que son. Por tanto, la política informativa de Moncloa me parece excelente. Ahora hay muchísimos muertos y estamos en una de las situaciones económicas, sociales y laborales más complicadas desde la Transición. Sin embargo, la gente entiende que el Gobierno está llevando a cabo una política más o menos adecuada. Como es natural, el hecho de que la política informativa sea absolutamente positiva no implica que cuando se pase al plano político –y desde el punto de vista electoral la gente está viviendo una situación muy negativa– tienda a votar otras opciones distintas a las que está en el Gobierno. Por otro lado, al Partido Socialista no se le ve en solitario sino que se le incorporan las otras opciones políticas que están en el Gobierno o en la Gobernanza.

¿Cómo ves el futuro de España en el momento actual?. –A corto plazo, las perspectivas mejorarán mucho. Lo lógico es que el Partido Socialista evolucione para ocupar el Espacio de Izquierda Centro y deje un espacio de izquierda a izquierda. Para eso, lo lógico es que el Presidente configure lo antes posible un Gobierno solo Partido Socialista, es decir, Social Democracia. Eso permitirá a Podemos, a Yolanda Díaz y a todo su entorno estructurarse entorno a una Oferta de Izquierda a Izquierda y no de Extrema Izquierda. Paralelamente el Partido Popular debe evolucionar para ocupar el Espacio de Derecha Centro no de Centro Derecha. De esa forma, dejará un espacio a la Derecha Derecha para que Vox evolucione con planteamientos más moderados. Es decir, en el fondo se trata de recomponer lo que fue la UCD pero con 2 partidos que no salgan del Centro sino por el contrario que tanto la Izquierda como la Derecha se corra hacia el Centro y si se ponen de acuerdo constituirán siempre una mayoría suficiente para gobernar.

Alfonso Guerra en unas declaraciones dice: «hay una izquierda boba, de salón, que tiene miedo de utilizar la palabra España». ¿coincides con esta apreciación?. –No creo que la izquierda sea boba. Es minoritaria y, por tanto, de salón. Pienso que para tener opciones electorales intenta llegar a España como lugar de unión, de convivencia y consenso de todos los españoles para crear distintos esquemas, incluso aparentemente en las dos Españas que se contraponen y que incluso se oponen. Eso también ocurre en parte con los extremismos de otras posiciones políticas y entre todos están contribuyendo a que se pierda algo que fue fundamental en la Transición, cuando todo el mundo quería que todo fuera bien y que, naturalmente, España fuera bien.

Decíamos que diste luz y fuerza a los Telediarios de RTVE. ¿Cual es tu opinión de los informativos de las actuales televisiones generalistas? –Creo que en aquella época al haber una sola televisión era mucho más fácil hacer unos planteamientos informativos equilibrados y coherentes. La competencia era entre el Telediario del mediodía (Lalo Azcona) y el Telediario de la noche (Eduardo Sotillos). Ahora, al existir varias televisiones, el tema de audiencia determina muchas veces las posiciones y actitudes, incluso a nivel informativo. Eso que, por un lado, es positivo y es interesante, por otro lado genera posturas que a veces tienen que ver más con conseguir audiencia que con trasmitir los contenidos informativos que permitirían que los españoles tuvieran una mayor coherencia en la información que reciben.

Rafael Anson Oliart (biografía). Fue director del Instituto de la Opinión Pública, precursor del actual CIS, y el 23 de julio de 1976 fue nombrado director general de Radio Televisión Española. Durante esa etapa propició la apertura del medio a los nuevos tiempos democráticos marcados por los acontecimientos de la Transición, y en ese sentido propugnó una absoluta remodelación de los Telediarios. En febrero de 1978 preside la Coordinadora de Asociaciones Profesionales de la Comunicación Social. Posteriormente colaboraría estrechamente, como asesor con el presidente del Gobierno, Adolfo Suárez. Preside la Fundación de Estudios Sociológicos. Desde noviembre de 2010 es miembro del Consejo de Honor de la Escuela Internacional de Cocina de Valladolid. Fue presidente de la Real Academia de Gastronomía Española hasta septiembre de 2020. Asimismo, Anson es presidente de honor de la Academia Internacional de Gastronomía y presidente de la Academia Iberoamericana de Gastronomía. También es diplomado en la Escuela Nacional de Administración Francesa (ÉNA).