Casi medio centenar de periodistas acudieron a Majadahonda para cubrir el desalojo de las Casas Rojas, quizás el acontecimiento informativo del año. Los medios de comunicación enviaron a la ciudad a sus mejores especialistas y a los más acreditados fotógrafos. Pero no todos los simpatizantes de los afectados los recibieron con parabienes este esfuerzo informativo. Un redactor de Telemadrid aguantó estoicamente el tipo cuando recibió un botellazo de agua al realizar un «directo» y otro de TVE fue diana de los reproches de una señora que le recriminaba porque «no van a salir» las imágenes que estaba captando. Otro equipo de televisión fue abucheado solo por adentrarse hasta donde permitía el cordón policial. En definitiva: los informadores tuvieron que hacer gala de una extraordinaria profesionalidad y mantener la suficiente sangre fría para desarrollar su trabajo en condiciones de presión adversas. La solidaridad entre ellos sí fue absoluta y los comentarios sobre la agresividad hacia su trabajo numerosos, pero ni un solo político o jefe de prensa de los partidos que acudieron al lugar de los hechos se preocupó siquiera por su situación.
El suceso tuvo eco luego en las redes sociales: Nuevas Degeneraciones (@nn_dgg) lo expresó así: “Por cierto, los medios que hablan del desahucio de las familias de Majadahonda usando la palabra «okupas» son putas ratas infectas. Besos”. Rosa (@rodimato): “Majadahonda: desahucio de 27 familias, 20 menores, ni una mención en los informativos. Medios que callan estas atrocidades ¿de que parte están?”. Mariajo Montenegro (@MariajoMontene1): “La mañana TVE. Estupefacta con los comentarios de los tertulianos sobre el desalojo de Majadahonda… niños y enfermos que se quedan en la calle”. Estas son las principales crónicas del acontecimiento:
Europa Press. Desalojadas de forma pacífica las ‘Casas rojas’ de Majadahonda entre las protestas de los afectados. Este lunes se ha producido el desalojo de las viviendas okupadas de las ‘Casas rojas’ de Majadahonda, en las que residían 27 familias, con 20 menores a su cargo. El desalojo se ha realizado a raíz de la diligencia de ordenación emitida por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Majadahonda, tras la denuncia presentada por los propietarios de los dos bloques de viviendas. Las viviendas, ubicadas en la calle Neptuno, 8, según han explicado a Europa Press fuentes municipales, no tenían licencia de primera ocupación al superar en una altura el máximo permitido por el Plan de Urbanismo. Estas fuentes han explicado que el Ayuntamiento se hará cargo del realojo provisional de las 7 familias con menores a su cargo, entre los que hay un bebé de tres meses, durante un plazo aproximado de 15 días. La calle en la que se encuentran los bloques y las adyacentes han sido acordonadas por la Policía Local y por la Guardia Civil. Por su parte, en declaraciones a Europa Press, Eduardo, uno de los afectados del desalojo ha indicado que tiene tres hijos y que está «muy preocupado» al no tener trabajo. Otro de los afectados, Diego, en declaraciones a Europa Press, ha asegurado que «está solo», y que no tiene dónde ir. «Es muy triste y muy duro. Llevo seis años en estas casas y ahora no tengo dónde ir», ha concluido.
Telemadrid: Un total de 27 familias han sido desalojadas hoy de las viviendas denominadas las ‘casas rojas’ de Majadahonda, donde se han vivido momentos de tensión por la negativa de algunos inquilinos a abandonar los inmuebles. Cabe recordar que esta acción ha sido decidida por los Juzgados 4 y 5 de Majadahonda a petición de la empresa propietaria de los inmuebles que llevaban ocho años ocupados por estas familias en las que hay 20 menores. En total el operativo superó los 70 efectivos de los cuerpos de seguridad. Tras abandonar el piso donde ha vivido durante los últimos cuatro años, uno de los ocupantes, Miguel, de 40 años, con un hijo de tres meses, ha explicado que no tienen ningún sitio para dormir y que no les han dicho dónde pasarán hoy la noche. El ocupante asegura que tiene un contrato de 10 horas semanales de trabajo lo que le imposibilita el acceso a otra vivienda. «Pedimos trabajo al Ayuntamiento y ayudas pero se negaron», ha explicado a los medios. El Ayuntamiento ha instalado una carpa en un parque delante de las viviendas de los Servicios Sociales para ofrecer información a los desalojados y ofrecer soluciones a las familias que tienen menores a su cargo.Fuentes municipales han confirmado a Efe que también se asesorará al resto de inquilinos, que no tengan familias, en las ayudas correspondientes de las que puedan disponer.
Tercera Información: Para Izquierda Unida resulta clamoroso el contraste entre un Partido Popular plagado de casos de corrupción donde nadie parecía darse cuenta del saqueo que sufría Majadahonda y la Comunidad de Madrid y la actitud que muestra ante familias con escasos recursos que ocupan dichas viviendas por necesidad. Izquierda Unida se suma al llamamiento realizado por colectivos sociales como PAH, PAVPS, Paraguay Resiste, Marea Latinoamericana y Asociación de Vecinos para que se paralice el desalojo al menos hasta que todas las familias cuenten con una solución habitacional digna. Kaos en la Red: Según la Plataforma de Afectados por la Hipoteca al menos cuatro familias se resistieron a ser desalojadas permaneciendo dentro de las viviendas.
El Diario.es (Sofía Pérez Mendoza). Una empresa multada por saltarse la ley desaloja a 27 familias sin recursos que entraron en dos bloques vacíos. Un gran dispositivo policial y de Guardia Civil ha sacado de las viviendas de Majadahonda (Madrid) a las familias, entre los que hay niños, tras tres intentos. La constructora, Suvetasa, tiene una multa pendiente de 600.000 euros por no cumplir la ley del suelo. Los pisos no tienen licencia de «primera ocupación» ni suministros. Los vecinos aseguran que han pedido sin éxito a la empresa regularizar su situación. Cerca de una treintena de familias sin recursos han sido desalojadas esta mañana de dos bloques vacíos propiedad de una empresa multada por el Ayuntamiento de Majadahonda por saltarse la ley. Un amplio dispositivo formado por Policía Municipal y Guardia Civil ha acordonado la zona desde muy temprano y ha impedido el paso de las personas que iban llegando al lugar para apoyar a los vecinos, que entraron en las casas conocidas como ‘Las casas rojas’ en 2009. Tras tres intentos de desahucio, este lunes ha sido el definitivo. Las familias han resistido pero finalmente han decidido salir de los inmuebles sin que se hayan producido enfrentamientos con los agentes. «Pedimos a los propietarios que nos dejen quedarnos pagándoles un alquiler social. No queremos vivir por la cara», decía hace unos días Diego Fernández, uno de los inquilinos. Los pisos se levantaron a principios de los 2000.
El Ayuntamiento de Majadahonda, localidad madrileña donde se ubican y que concedió la licencia de obras en 1998, multó a la constructora propietaria con 600.000 euros por sobrepasar el número máximo de alturas fijado por el Plan de Urbanismo de la localidad, una infracción grave contemplada en ley del Suelo de la Comunidad de Madrid de 2001. La empresa pidió que una revisión en 2013 de la multa, que fue inadmitida, según consta en las actas del Pleno del Ayuntamiento. Actualmente las 20 viviendas no tienen por este motivo licencia de «primera ocupación» ni suministros de agua, luz o gas, aunque los vecinos han colocado unas placas solares para autoabastecerse. La PAH asegura que pidió hace meses una reunión a la Comunidad de Madrid para acordar una solución para las familias que nunca recibió respuesta. El Ayuntamiento de Majadahonda no ofrece, según los activistas, una alternativa habitacional a los vecinos más que unas noches de hotel para los niños y niñas y ancianos. Para el resto, aseguran, van a habilitar una carpa. eldiario.es se ha puesto en contacto sin éxito con el consistorio para recabar su versión.
El Mundo (Marta Peiro / Olmo Calvo (fotos): Tal y como ha explicado el portavoz de la comunidad okupa, Ángelo Santangelo, residen en el edificio sin agua, luz ni gas. Según dice, cuando llegaron a la urbanización expulsaron a unas familias de etnia gitana y remodelaron las viviendas, que hoy permanecen ordenadas y limpias. Los okupas han recibido cinco órdenes de desahucio, la última «por debajo de la puerta», afirman. Lo que solicitan es poder encontrar una «solución habitacional», y afirman que podrían pagar un alquiler al dueño. En los balcones de algunos pisos, que han lucido pancartas en señal de protesta, se ha visto a personas durante toda la mañana, que observaban desde allí a la Policía. A las puertas de la urbanización también se han reunido numerosas personas que protestaban por el desalojo. El sonido de cacerolas en señal de protesta ha sido la banda sonora de la mañana, acompañado por consignas de apoyo coreadas por los participantes en la protesta. Tras el desahucio, los integrantes de la comunidad okupa han declarado que la solución habitacional que les han dado consiste una estancia de entre una semana y quince días en un hostal de la localidad, en el caso de las familias con niños. Se desconoce el futuro de los enfermos y el resto de personas. Muchos de ellos se han reunido en la calle para buscar un remedio a esta situación. Algunos, como Jiulio, han insistido en «luchar», mientras otros, como Diego Marín, mantienen la idea de encontrar una solución para todos. El propio Marín ha comentado que la PAH está tratando de ayudarles, ofreciendo una habitación para una persona en Villaverde. Esta oferta ha salido de una Asamblea que han mantenido las plataformas sociales, personas implicadas y otros que quieren prestar ayuda a la causa.
ABC: Agentes de la Guardia Civil se han desplazado este lunes a los alrededores de las denominadas «Casas rojas», en la localidad de Majadahonda, para desalojar a 27 familias. Según han informado la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y el dirigente de Podemos Rafael Mayoral, los agentes han cortado los accesos a la vivienda en previsión del desalojo. La PAH ha difundido un vídeo en el que un grupo de vecinos, acompañados por el diputado, ha acudido a hablar con los agentes que, según han relatado después, les han instado a esperar a que llegue la comisión judicial. Mayoral ha relatado que su intención era dejar claro a los agentes que en el edificio «hay menores, no hay alternativa habitacional» y que el desalojo «es una diligencia judicial que no cumple los mínimos estándares de derechos humanos y se tiene que suspender».
El País (F. Javier Barroso / Kike Para (Fotos): Algunos afectados han tenido que vivir su desalojo desde la propia calle. Cuando han ido a comprar el pan no han podido regresar a su piso. La policía les ha impedido el paso. Es el caso de Raimundo, un boliviano con dos hijos de dos y tres años que estaba viendo todo lo que ocurría desde la calle. “Es una vergüenza. No nos han dado ninguna solución habitacional por parte del Ayuntamiento. No sé dónde vamos a pasar esta noche con las dos criaturas”, ha señalado el afectado. Estas familias ocuparon la vivienda después de desalojar a un grupo de yonquis que se había metido en ellas. Durante todo este tiempo han carecido de agua y electricidad. Según explican los afectados, el Ayuntamiento no les ha dado ninguna solución. Tan solo les ofrece pasar 15 días en un hostal a las familias que tengan niños. “Todas mis cosas están dentro. No nos han dado casi tiempo para poder sacarlas y encontrar un sitio donde meternos. Es una vergüenza porque los edificios son ilegales y sin embargo les están dando toda la cobertura posible”, se quejaba Darwin, uno de los residentes. El desalojo continúa y se espera que dure toda la mañana, dado el alto número de personas que reside en los inmuebles. El Ayuntamiento ha instalado una carpa al final de la calle en la que la Concejalía de Servicios Sociales ofrece algunos medios a los afectados. En estos momentos, ninguno se ha acercado a la misma.
La Razón (Pablo Banco/ J. Fdez.-Largo (fotos): Las 27 familias que llevaban okupando ocho años las “casas rojas” en la localidad de Majadahonda fueron ayer desalojados por los efectivos de la Guardia Civil y de la Policía Nacional que se personaron en el lugar cumpliendo así la diligencia de ordenación emitida por el Juzgado de Primera Instancia número 5 de Majadahonda. El desalojo, que llegó tras dos órdenes de desahucio previas, se desarrolló en medio de un gran dispositivo de seguridad y transcurrió sin incidentes reseñables. Tras el desahucio, hay siete familias con menores a su cargo a las que el Ayuntamiento de Majadahonda ya ha notificado que realojará de manera provisional durante dos semanas. Una medida que no ha sentado bien a los ya ex-okupas, ya que dicen que “Narciso de Foxá -el alcalde- les ofrece “una mísera semana en un hostal”. Además, los vecinos desalojados anunciaron a través de su cuenta en la red social “Twitter” su intención de “gestionar su inmediata ubicación y proseguir la lucha por otros cauces”.
Público (Julio Vargas/ Pablo Gabandé (fotos): «No sé qué vamos a hacer. No tenemos a dónde ir. Estamos en la calle», ha relatado a Público Nereida, una de las desalojadas. Llevaba tres años viviendo en uno de estos pisos con su marido y sus tres hijos, hasta esta mañana. «Los agentes tocaron a la puerta y nos dijero que no teníamos que ir por la buenas o por la malas», ha asegurado. «Todos mis hijos mayores de edad, así que no nos han ofrecido ni quedarnos en el hotel», ha explicado. Nereida lleva viviendo en Majadahonda desde 2003, cuando llegó desde República Dominicana. «Ni yo ni mi marido tenemos trabajo. Sólo algunas cosas esporádicas. La crisis nos afectó y no pudimos hacer frente a un alquiler, así que vinimos a esta casa cuando uno de los que ya estaba nos lo ofreció, porque se iba a Alemania», relata. Ahora sólo piensa en encontrar una lugar dónde pasar la noche. «En al calle no nos vamos a quedar, eso seguro. Queremos un alquiler social que podemos pagar, pero en el ayuntamiento no nos lo dan. No somos gente de armar bronca ni de ir dando patadas en la puerta de las casas vacías, pero si no nos queda más remedio tendremos que ocupar otra vivienda», asegura esta afectada, que en 2013 sufrió un desahucio por no poder hacer frente a su hipoteca tras perder su empleo en un supermercado. Aunque no se han producido incidentes ni detenciones, varios de los desalojados relatan que los agentes han ido casa por casa para sacar a los ocupantes, rompiendo las puertas en algunos casos.