«La revista «Interviu» supuso sobre todo un revulsivo para la profesión y el periodismo. Era famosa por sus desnudos, cuando todavía escandalizaban a este país, aunque ya no escandalizan ni a un niño de tres años. En aquel momento era una transgresión y un topless era considerado irreverente. Ahí abrió brecha en los temas morales de la sociedad española, pero realmente lo que le proporcionó prestigio e influencia fue su equipo de investigación». Así respondía Federico Utrera, director de MJD Magazin, a las preguntas de José Luis Díaz en el programa «Buenos Días Canarias» de Radio Televisión Canaria (RTVC) sobre las revistas recientemente desaparecidas Interviú y Tiempo. Utrera desgrana a través de las distintas respuestas su vinculación a la revista, donde realizó numerosos reportajes y noticias de Canarias, País Vasco y Andalucía, abordando desde la violencia y extorsión de ETA a la corrupción política en el Archipiélago o los sucesos racistas de El Ejido, y destaca la importancia de estas dos cabeceras, en especial de Interviú, donde formó parte de su entonces prestigioso equipo de investigación del que formaron parte Manuel Marlasca y Luis Rendueles (La Sexta, Onda Cero), pero también directores como Manuel Cerdán (OK Diario) y Jesus Maraña (Infolibre).
Y es que en «Interviu» la investigación, la lucha contra la corrupción y en favor de la transparencia estaba por encima de las ideologías. Una cuestión sobre la que Utrera revela que fue toda una revolución en la profesión periodística ya que «fue la primera revista que puso en marcha un equipo de investigación. Hasta ese momento los periodistas no investigaban, se limitaban a trasladar las notas de prensa y las versiones oficiales. Interviú puso en marcha un equipo de investigación que elaboraba informaciones propias sobre asuntos de corrupción, escándalos políticos, económicos y financieros… En definitiva, todo lo que estaba vedado a la opinión pública. Ahí puso su grano de arena». A continuación producimos de forma íntegra el resto de la entrevista:
Me imagino que apenado después de conocer la decisión del Grupo Zeta de cerrar Interviú y Tiempo, dos cabeceras históricas del periodismo español. –Pues sí, ha sido fruto de estos tiempos que estamos viviendo en el siglo XXI y donde el papel va poco a poco desapareciendo y sustituyéndose por lo digital. Y bueno, Interviú fue una cabecera, y también la revista Tiempo que estuvo dirigida por el célebre periodista Julián Lago, que la pusiera en marcha, pero Interviú también ha tenido directores buenísimos como Manuel Cerdán, que ha sido uno de los periodistas de investigación más grandes de este país, Jesús Maraña que dirige Infolibre y que es un periódico digital que lucha por abrirse paso… Interviú forma parte de este país y de Canarias también, porque creo recordar y no equivocarme que Canarias, después de Madrid y Barcelona, era la región en la que Interviú tenía más tirada de toda España. Era una revista muy seguida allí.
De ese equipo de investigación formaste parte ¿no? –Sí, tuve el honor de formar parte de ella y de su equipo de investigación. Ahí estaban Juanjo Fernandez, Fernando Rueda, familiar de la actriz Belén Rueda, y estos dos magníficos periodistas que he mencionado: Manuel Cerdán y Jesús Maraña. Fueron los que apostaron mucho por ofrecer esa investigación desde una revista semanal, que tenía esa periodicidad y esa capacidad para investigar con un poco más de tiempo todas esas informaciones que no salían en otros medios. Todo esto desgraciadamente en la última etapa se fue abandonando y lo digital ha terminado por darle la puntilla ¿Recuerdas alguna de las informaciones firmadas por ti? ¿Alguna te trae recuerdos especiales estos días en los que se habla del cierre de Interviú? –Fundamentalmente recuerdo las investigaciones del «caso Soria» que se estuvo investigando muy bien en Canarias pese a que era difícil realizar aportaciones. Me enviaron casi como residente en Las Palmas porque estuve viviendo allí casi tres meses de incógnito, cerca de un hotel que había en la Plaza de Feria. Ahí estuvimos investigando y creo que sacamos los primeros planos del chalet del que fuera ministro Soria. También hicimos el seguimiento de la construcción de ese polémico chalet, ya que hasta ese momento había estado viviendo de prestado en una residencia que le había dejado un alto empresario de Canarias.
¿Alguna anécdota más? –También hicimos otra investigación en el Puerto de la Cruz sobre unos casos de corrupción que habían aflorado en Tenerife. Otro caso que recuerdo es el de un chico de Las Palmas que había sido detenido en Letonia por un delito de lesa patria por haber arrancado una bandera que estaba colgada en la calle y que originó un conflicto diplomático. Fuimos los primeros en sacar esa entrevista. Esos fueron los más llamativos que recuerdo, pero también hicimos un seguimiento muy cercano de toda la política en Canarias. La pusimos a la altura de lo que estaba ocurriendo en Madrid o Cataluña. Pusimos todo lo que ocurría en el archipiélago al máximo nivel informativo y creo que eso todavía perdura. Escuche la entrevista completa en Radio MJD.
Otros obituarios (Manuel Marlasca): «Me voy en una época difícil para el periodismo, la peor que recuerdo. Una era en la que el oficio de reportero está en vías de extinción. La falta de papel y el abaratamiento hasta límites vergonzantes del trabajo de los profesionales ha hecho desaparecer del panorama el periodismo en el que crecí, el de los reportajes. Interviú es hoy casi el único reducto donde ejercer el oficio de esa manera. Con libertad y espacio para ello. Confío en que siga siendo así pese a las dificultades. La redacción de Interviú ha sabido siempre sobreponerse a todo y hoy sigue dando alegrías a los que creemos que el periodismo no es más que contar bien buenas historias. Gracias a todos, compañeros de trinchera».
Jordi Evole: «Nos hemos desacostumbrado a pagar por informarnos. Hoy me he puesto sentimental recordando lo que hacía mi abuelo. Había un día a la semana que La Vanguardia venía con premio dentro. Creo que era los lunes. Las páginas del diario servían para camuflar una revista. Porque a mí siempre me dio la sensación de que aquella revista llegaba de forma clandestina a casa. En su portada, señoras mostrando sus pechos. Imaginen lo que era aquello para un chaval de 10 años», recuerda Évole, quien concreta que «aquella revista no solo eran tetas». «Esta semana se ha anunciado el cierre de Interviú (y de Tiempo)», recalca el periodista, quien asegura que «me podría cagar en el editor y en el consejo de administración que ha tomado esa decisión». Sin embargo, Évole hace autocrítica: «Pero empezaré haciéndolo por mí mismo. Hacía años que no compraba Interviú. Ni Interviú ni ninguna revista. Nos hemos desacostumbrado a pagar por la información», considera Évole. Sentencia el periodista: «Como lectores, asumamos nuestra parte de responsabilidad. De aquel gesto que hacía mi abuelo a diario acercándose al quiosco para pagar por el diario o por la ‘Interviú, hoy ya no queda ni el quiosco».
A. Pascual (El Confidencial): Grupo Zeta cumple el último paso del libro de ruta dibujado por Deloitte, que recomendó la venta de Ediciones B y el cierre de ‘Interviú’ y ‘Tiempo’ para hacer frente a la deuda de 99 millones que el grupo tiene contraída con una decena de bancos. En los últimos meses, con el agua ya por el cuello, los trabajadores presentaron cerca de 10 proyectos a la empresa, todos ellos de corte digital, pero ya era demasiado tarde y no había forma de cuadrar las cuentas. «Interviú’ lo tuvo todo. Fue una revista rompedora en los ochenta que decidió quedarse en los ochenta, plagiándose a sí misma una y otra vez… Me pregunto si la gente sabe realmente la calidad de las investigaciones que teníamos… ¡Ahora tendríamos que tener más tráfico en internet que ‘El País’!«, lamenta un ex directivo.
Enrique Bullido: «El cierre de las dos revistas me ha llevado a varias reflexiones que, en cierta forma y en algunos casos, se podrían aplicar al periodismo actual, salvando evidentemente las diferencias de época y de innovaciones tecnológicas. Un medio de comunicación puede tener un cebo, en el caso de Interviú serían los desnudos y su equivalente ahora sería el clickbait, pero detrás de ese cebo tiene que existir un anzuelo que deje atrapado al lector, tiene que haber periodismo serio, riguroso, de investigación. También creo que la historia de Interviú y Tiempo demuestra que hay que experimentar e inventar, aunque los inventos o experimentos provoquen efectos no deseados a medio plazo. Creo que hay que lamentarse menos y apoyar más. Hay que pagar por periodismo. Está claro que los desnudos de Interviú daban beneficio y servían para financiar el periodismo de investigación. No seamos pusilánimes ni hipócritas. El periodismo ahora necesita dinero y este no va a llegar por los grandes temas o los grandes reportajes. El dinero viene por las noticias light, por el contenido patrocinado».
«La crisis de Interviú y de Tiempo es semejante a la crisis de los periódicos de papel, superados por Internet. Esta complicada situación tampoco es exclusiva de España. En Estados Unidos, la todopoderosa industria de las revistas está sufriendo las consecuencias de una fuerte caída en los ingresos publicitarios: Vanity Fair, GQ , Glamour o Rolling Stone están sufriendo recortes y la legendaria revista Playboy dejará de imprimirse en papel en 2018 y todos los esfuerzos irán dirigidos a fortalecer la marca. El cierre de Interviú deja un poco huérfano al periodismo de investigación en España. Es cierto. Pero también es cierto que yo no compraba Interviú, y tú qué estás leyendo esto, tampoco. A lo mejor por eso ha cerrado. Para la próxima vez, creo que habría que lamentarse menos y apoyar más. Hay que pagar por periodismo. No hay más opción para sobrevivir. Desgraciadamente los cierres de Interviú y Tiempo no serán los últimos. Viene un año difícil».