DR. MICHAEL GREGER (M.D. FACLM). *La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria María José. ¿Es posible explicar por qué las mujeres japonesas tienen menos bochornos o sofocos en la menopausia gracias a su consumo de soja? Cuando las mujeres llegan a la menopausia y sus ovarios dejan de funcionar, sus niveles de estrógeno caen un 95%. Esto es una buena noticia para el endometrio, que es el revestimiento del útero. En caso contrario, la continua señalización estrogénica podría llegar a derivar en cáncer de endometrio. De hecho, quizá sea por eso por lo que cuando evolucionamos acabamos teniendo la menopausia: para proteger al útero del cáncer. Unos niveles más bajos de estrógeno también son buenos para disminuir el riesgo de cáncer de mama. En mujeres posmenopáusicas, unos niveles de estrógeno en sangre relativamente altos están relacionados con un riesgo más de dos veces mayor de padecer cáncer de mama. Entonces, ¿por qué los niveles de estrógeno caen un 95% en la menopausia, pero no llegan a cero?. Porque hay otros tejidos que pueden producir estrógeno, como nuestras propias células grasas, lo cual probablemente explica el aumento del riesgo de padecer cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas obsesas. Una mayor cantidad de tejido graso implica una mayor producción de estrógeno.

Dr. Michael Greger

En mi video anterior «Cómo bloquear las enzimas productoras de estrógeno del cáncer de mama», hablaba sobre cómo los fitoestrógenos pueden bloquear la producción de estrógeno, tanto que beber un vaso de leche de soja con cada comida puede reducir los niveles de estrógeno a la mitad en mujeres premenopáusicas. Sin embargo, los niveles de estrógeno en mujeres posmenopáusicas ya se han reducido un 95% y, por esa razón, muchas mujeres (aproximadamente 8 de cada 10) padecen bochornos. ¿Podrían empeorar los síntomas de la menopausia si bajásemos los niveles aún más con soja? Ese es el tema de mi video «Los fitoestrógenos de la soja para los sofocos de la menopausia».

El tratamiento con estrógeno es muy efectivo para reducir los síntomas de la menopausia, pero, por desgracia, como contrapartida, no solo tenemos cáncer de útero, sino también coágulos sanguíneos, apoplejías y deterioro cognitivo. Ingerir compuestos de progesterona con estrógeno previene el cáncer uterino, pero aumenta el riesgo de ataques al corazón, de apoplejías, de cáncer de mama, de coágulos y de demencia. ¿Qué pueden hacer las mujeres?. Ese 80% de bochornos no es un porcentaje universal. En el caso de las mujeres europeas y estadounidenses, de un 80 a un 85% pueden experimentar bochornos, pero en lugares como Japón el porcentaje de mujeres afectadas puede bajar hasta un 15%. De hecho, ni siquiera hay una palabra que describa estos síntomas en japonés, lo cual muestra lo raros que son en términos relativos. ¿Podrían estar ayudando los fitoestrógenos de la soja?

Algunos investigadores examinaron la asociación entre los productos de soja y la incidencia de bochornos con un seguimiento de 1.000 mujeres japonesas a lo largo del tiempo, desde antes de que comenzaran la menopausia, para ver cuáles acababan experimentando bochornos y cuáles no. Como se puede ver en mi video, parece que aquellas mujeres que tomaban cerca de 115 gramos de tofu al día redujeron el riesgo a la mitad, en comparación con las mujeres que solo tomaban entre 28 y 57 gramos al día, lo que sugeriría que los productos de soja tienen un efecto protector.  Aunque… ¿podría ser que la ingesta de soja no fuese más que un indicador de una dieta más saludable en general?

Un estudio en China descubrió que el consumo de “alimentos vegetales integrales” en general parecía estar relacionado con una disminución de los síntomas de la menopausia. Así que, para ver si la soja tenía un efecto especial, había que ponerla a prueba. Como se puede ver en mi video, se ha visto que los fitoestrógenos de la soja en forma de pastillas han mostrado resultados extraordinarios, incluso con un descenso significativo en la presencia, el número [la frecuencia] y la gravedad de los bochornos. Al inicio del estudio, un 100% de las mujeres padecían bochornos, mientras que después de tres meses se redujo al 31%. La media de bochornos también se redujo, de unos 120 al mes a solo 12 en 90 días. Estos son hallazgos prometedores, pero el problema con estudios como estos es que no hay grupo de control para regular el efecto placebo. Si nos fijamos en todos los ensayos realizados con hormonas, incluso las mujeres que recibieron píldoras de azúcar como placebo mostraron una reducción de aproximadamente un 60% de bochornos a lo largo de los años. Por esta razón, cualquier terapia que pretenda reducir estos síntomas debe evaluarse en ensayos ciegos contra placebo o una terapia validada, porque existe un gran efecto placebo… y también porque… los síntomas de la menopausia a menudo disminuyen por sí mismos según pasa el tiempo.

A modo de ilustración, fíjate en lo que se descubrió en un estudio que muestro en mi video. Los investigadores les dieron una proteína de soja en polvo a las mujeres y vieron una gran disminución en la frecuencia de los bochornos en las siguientes 12 semanas. Por sí solos, estos resultados parecen indicar que los suplementos de soja son bastante efectivos, pero estos resultados eran del grupo al que se le había administrado el polvo de placebo. Los sujetos del estudio a los que de verdad se les administró soja obtuvieron resultados significativamente mejores que los que recibieron el placebo. Esto demuestra lo importante que es reconocer la influencia del efecto placebo. En los últimos 20 años, más de 50 ensayos clínicos evaluaron los efectos de los alimentos y los suplementos de soja para el alivio de los bochornos. Si recopilamos los mejores, se observa que los grupos a los que se les administró placebo mostraron una caída de un 20% en la gravedad de los bochornos, mientras que en los grupos a los que se les administró soja el descenso llegó al 45%. Así que, de media, los grupos de la soja consiguieron unos resultados un 25% mejores que los grupos de control, como se puede ver en mi video. Se han realizado dos estudios que compararon los fitoestrógenos de la soja con las hormonas. En un estudio, parecían bastante similares en cuanto a la reducción de los bochornos, el dolor muscular y articular y la sequedad vaginal, en comparación con el placebo, como se puede ver en el punto 4:50 de mi video. Sin embargo, en el otro estudio la soja demostró mejores resultados que el placebo, pero la terapia con estrógeno y progesterona funcionó mejor que los dos. Aun así, la soja tiene el beneficio de no aumentar el riesgo de cáncer de útero o enfermedades cardiovasculares, como enfermedades del corazón y apoplejías.

¿Qué hemos aprendido?: Después de la menopausia, los niveles de estrógeno en la mujer caen un 95 %, lo que resulta beneficioso para el endometrio y el revestimiento del útero y disminuye el riesgo de padecer cáncer de mama. Los fitoestrógenos de la soja pueden bloquear la producción de estrógeno, de tal forma que beber un vaso de leche de soja en cada comida puede reducir a la mitad los niveles de estrógeno en mujeres premenopáusicas. Aunque los tratamientos con estrógeno pueden reducir de forma efectiva los síntomas de la menopausia, tienen una gran variedad de efectos perjudiciales, como el cáncer de útero, los coágulos sanguíneos, apoplejías y deterioro cognitivo, y administrarlos con compuestos de progesterona puede también aumentar el riesgo de padecer ataques al corazón, apoplejías, cáncer de mama y demencia. Aproximadamente un 80% de mujeres posmenopáusicas padecen bochornos en Europa y los Estados Unidos, pero solo un 15% los padecen en Japón, por ejemplo. Los investigadores han descubierto que las mujeres que toman unos 115 gramos de tofu al día pueden tener un 50% menos de riesgo de padecer bochornos que aquellas que solo consumen entre 28 y 57 gramos al día. Esto parece indicar que los productos de soja tienen efectos protectores. Más de 50 ensayos clínicos han estudiado los efectos de alimentos y suplementos de soja en los bochornos, y los mejores estudios han descubierto que la soja presenta unos resultados aproximadamente un 25% mejores que el placebo en cuanto a la gravedad de los bochornos. De los dos estudios que comparaban los fitoestrógenos de la soja frente a las hormonas, uno determinó que se obtenían resultados similares con soja y placebo con respecto a la reducción de los bochornos, el dolor muscular y articular y la sequedad vaginal, mientras que en el otro la soja parecía obtener mejores resultados que el placebo, pero la terapia con estrógeno y progesterona era más efectiva que los dos. Sin embargo, la soja aporta el beneficio sin aumentar los riesgos de padecer cáncer de mama o de útero, enfermedades del corazón, apoplejías u otras enfermedades cardiovasculares. Lea más artículos del Dr. Greger.

 

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