PAULA GARCÍA. Ángel Baltanás, fotógrafo especializado en imágenes arquitectónicas, ha creado y dirigido los Talleres de Fotografía de Majadahonda desde 1981 en la Casa de la Cultura. Con motivo de su jubilación y tras la existosa exposición al finalizar el curso 2014/2015, concede una entrevista a MJD Magazin donde cuenta desde su etapa como profesor del centro majariego hasta sus gustos más íntimos como fotógrafo.
¿Qué balance hace del curso del taller de fotografía de Majadahonda?
—De los temas que hemos ido planteando en este curso, me han enviado a clase, para comentar, del orden de 10.000 fotos. Por tanto tengo que estar satisfecho del resultado del curso. La mayoría de los alumnos trabaja mucho y bien.
¿Quién es su referente como fotógrafo a nivel nacional, histórico o internacional?
—Alimentarse con el trabajo de los fotógrafos de talento me parece imprescindible para poder hacer uno mismo algo de interés. Por esta razón procuramos dedicar una parte de la clase a analizar la obra de algunos de ellos. Tratamos sobre todo de descubrir que recursos compositívos y creativos utilizan, para hacerlos nuestros e incorporarlos a nuestro trabajo. Comenzamos con los inicios de la fotografía y vamos avanzando hasta el momento actual. Nuestros referentes son toda la historia de la fotografía.
¿Cuál es su género preferido dentro de la fotografía?
—Yo profesionalmente hago foto de arquitectura exclusivamente. He trabajado para publicaciones, organismos y profesionales de este sector: arquitectos, revistas, Colegios de Arquitectos, etc.
¿Cuáles son sus criterios estéticos para realizar una imagen?
—He repetido muchas veces en clase que fotografiar es ordenar. Es decir, dotar de una estructura clara a una imagen, dentro de la cual estén establecidas una jerarquías. De tal manera que al mirar una foto se entienda sin dudar cuál es el elemento o elementos principales y cuáles los secundarios. Al yuxtaponerse tendrían que potenciarse y no anularse. Esto último es muy frecuente en las imágenes mal resueltas. Al formar parte de una estructura, todos estarían en relación y la relación, además, debería ser no solo formal sino también conceptual.
¿Qué requisitos ha enseñado a sus alumnos para obtener una buena imagen?
—La complejidad de una imagen es directamente proporcional al número de elementos y a su diversidad, por lo tanto que tenga una estructura definida es fundamental para que el resultado no sea caótico. Otro requisito importante de una imagen es que tenga una cierta tensión. Una foto sin tensión pasa desapercibida.
¿Qué balance hace de todos estos años al frente de este curso y por qué ha decidido que éste sea el último año?
—Para mí, el Taller ha sido como mi segunda casa. Allí he hecho buenos amigos y he aprendido cosas importantes: una de ellas es que cualquiera que trabaje en la enseñanza tiene que ser un seductor. Si no se seduce con lo que se dice y se muestra el resultado, es un fracaso. Con toda seguridad lo que más me satisface es que, para muchas personas, después de pasar por el Taller, la fotografía es una parte importante en su vida. Dejo el Taller porque ha llegado la hora de jubilarme del trabajo por el que me pagan, pero continuaré haciendo otras cosas directamente relacionadas con la fotografía.
Fotografías: Elena Bermúdez de Castro (alumna de Angel Baltanás).
Gracias Angel. Ahora, desde que me enseñaste a ver los paisales, los monumentos, las personas, el mundo, a través del objetivo de mi cámara, los viajes, paseos y momentos de la vida los veo con mas o menos luz. Mas o menos encuadre. Mas o menos profundidad….Ha sido un placer ser alumno tuyo durante estos años. Disfruta la vida