Squirting: todo lo que necesitas saber

Lo hemos visto en muchos vídeos y nos ha sorprendido. El squirting es algo que nos produce curiosidad y más, cuando vemos que las chicas que lo protagonizan disfrutan de ese momento tan especial durante el acto sexual. Una eyaculación femenina que resulta muy espectacular y que hace vibrar de placer a quien lo disfruta. Eso es precisamente el squirting, una eyaculación femenina que se produce por la estimulación del Punto G. O sencillamente porque hay una excitación notable y el cuerpo reacciona de esta excitante y explosiva manera. Hay varias maneras para conseguir el squirt, tanto utilizando la mano como con juguetes eróticos como los que se encuentran en https://sexplace.es/.


Qué es el squirting

El squirting se conoce también como eyaculación femenina. Así de sencillo y de complejo. Siempre se ha considerado que la eyaculación es cosa del género masculino. Es esa proyección de semen que surge en el momento del orgasmo y que siempre ha sido considerado como el punto final de la relación sexual.

Pero ahora ya se conocen más cosas acerca de la sexualidad y sabemos que la eyaculación masculina ni es el final de nada ni es exclusiva del género. Las mujeres también pueden eyacular, aunque la sustancia que sale de la vagina no es semen, obviamente.

Son muchas las mujeres que lo han experimentado, aunque también es verdad que hasta hace muy poco tiempo no se sabía qué era exactamente esto. De hecho, muchas mujeres se avergonzaban, ya que asumían que esa cantidad tan elevada de flujo era un pequeño escape de orina. Nada más lejos de la verdad.

El squirt se caracteriza porque es una gran cantidad de flujo que surge de la vagina durante la excitación. No es necesario tener un orgasmo para experimentar el squirt, pero cuando llega acompañado por uno siempre es más satisfactorio.

La composición del líquido que surge durante el squirt es principalmente flujo vaginal, unido a sustancias similares a las que se producen durante la eyaculación masculina y a una fracción muy diluida de orina.

Hay mujeres que tienen eyaculaciones muy ligeras, apenas unas gotas de este fluido. Otras producen una mayor cantidad y hay otras personas que liberan chorros de este líquido que incluso puede alcanzar hasta unas decenas de centímetros. E incluso una misma persona puede disfrutar un squirt de distinta intensidad según el momento.

La sensación es una excitación muy alta y en algunas mujeres provoca una sensación como si tuviera ganas de orinar e incluso alguna de ellas piensa que lo que ha ocurrido es precisamente eso, que se ha orinado. Pero la mayor parte de veces es que se ha provocado un squirt y que ha eyaculado. Algo que es muy placentero para quien lo disfruta y para la pareja que está junto a ella.

Cómo provocar el squirt

La acción destinada a provocar un squirt o eyaculación femenina se llama squirting. La estimulación manual o a través de distintos juguetes eróticos puede llevar a provocar este estimulante resultado y hacer que la relación sea mucho más intensa y placentera.

Pero la gran pregunta es ¿cómo provocar el squirt en una mujer?

Para ello hay que comprender que la estimulación y la excitación no es solo cosa de los genitales y se necesita una especial atención para que se activen los centros de placer y se dispare el deseo. Como en todas las relaciones sexuales, antes de entrar en materia y centrarse en los genitales, hay que hacer que el placer nazca y se pueda disfrutar bien del momento.

Las caricias han de comenzar por toda la piel. Desde el cuello hasta la punta de los pies, hay que saber que la piel es uno de los órganos más sensibles del cuerpo. Las caricias hacen que la excitación vaya en aumento y que el cuerpo se vaya preparando para el disfrute sexual.

Los besos, las caricias y el mimo hace que la intensidad vaya creciendo poco a poco. Al igual que ocurre cuando se va a realizar un cunnilingus o una felación, estos pasos previos hacen que la excitación vaya creciendo poco a poco y se va allanando el camino hasta el punto deseado.

Una vez el deseo está presente y se ha establecido un ambiente en el que ambos miembros de la pareja estén cómodos y relajados, es el momento de comenzar a explorar y prepararse para provocar el squirt a la mujer. Un proceso que puede variar de intensidad y que lleva su tiempo. Cada mujer lleva su ritmo e incluso puede ser que no sea posible alcanzarlo.

Esto, más que un inconveniente, es un aliciente para intentarlo. No hay que frustrarse porque no se produzca. A veces la mente está preparada para que suceda, pero el cuerpo puede resistirse. No pasa nada. Lo importante de verdad es disfrutar del momento y buscarlo. Si una vez no sale, saldrá a la siguiente y sabemos que lo importante en el sexo es disfrutar de él.

Primeros pasos para conseguir el squirting

Lo mejor es estimular la vulva desde fuera. Caricias con los dedos e incluso un momento de cunnigligus para despertar la zona y hacer que el placer haga acto de presencia. Lamer los labios exteriores, detenerse en el clítoris y penetrar la vagina con la lengua hará que la lubricación aumente y todo sea mucho más placentero.

El squirt se produce normalmente por la estimulación del conocido Punto G. Este se encuentra en la pared superior de la vagina, a solo unos cuatro centímetros de la entrada. Es difícil que el pene pueda alcanzarlo debido a su situación, pero se accede de manera sencilla con los dedos.

Así que hay que comenzar con una penetración suave con un dedo, estimulando la zona y haciendo que siga produciendo flujo para lubricar bien la vagina. Este fluido tiene la función de facilitar la penetración y evitar el roce y el dolor que puede provocar esto. En el caso de los dedos, es más importante, porque estos se mueven más en el interior de la vagina y sin lubricación pueden causar pequeñas heridas debido a la fricción.

Lo ideal es introducir un dedo, preferiblemente, el índice, para estimular la vagina. La mujer debe de estar cómoda y tumbada en un sitio confortable. El Punto G se ubica, como hemos visto, en la pared superior de la vagina, así que el dedo debe buscarlo, es decir, penetrando la vagina con el dedo hacia arriba.

A pocos centímetros de la entrada de la vagina se encuentra un tramo que presenta un tacto más esponjoso y que al estimularlo produce mucho placer. Este es el Punto G.

Si la lubricación es abundante, es el momento de comenzar a estimularlo y a acariciarlo. Una vez localizado y sabiendo que es el punto que se ha de tocar y acariciar, se puede introducir un segundo dedo, para que las caricias sean más intensas y produzcan el efecto deseado. Con movimientos suaves al principio, hay que realizar un movimiento circular, creando una ligera presión sobre el Punto G. A medida que crece la excitación, se puede incrementar el ritmo.

Se puede alternar la caricia en el Punto G con un movimiento de entrada y salida en la vagina, imitando al pene durante la penetración. Poco a poco se debe incrementar la frecuencia y presión de las caricias y el movimiento de penetración. Siempre teniendo en cuenta de que un mal gesto puede provocar un pequeño dolor en la mujer y estropear el momento. Así que hay que ser enérgico, pero cuidadoso.

A medida que la excitación vaya subiendo de intensidad, se irá acercando el momento del squirt. La estimulación provoca que las glándulas de Skene, situadas en ese punto, generen este fluido. Normalmente, la llegada del orgasmo viene acompañada del squirt, así que si dan las condiciones adecuadas, la experiencia puede ser muy satisfactoria para ambos.

La experiencia de tener un squirt, en compañía o en solitario

¿Qué sienten las mujeres al experimentar un squirt? Normalmente, las primeras veces que se tiene esta experiencia suele sorprender. Alguna mujer lo confunde con un escape de orina y esto puede llevar a alguna confusión. Pero cuando se comprende lo que ha ocurrido, suele sentirse como un motivo más para disfrutar del sexo.

En general, al estar unido al orgasmo, es una sensación agradable que lleva a complementar esa sensación de placer. Otra cosa importante que genera dudas es ¿puede obtenerse el squirt a través de la masturbación o solo se puede conseguir a través de la relación con la pareja?

La respuesta es, obviamente, sí. La masturbación femenina también puede utilizarse para conseguir esta respuesta del cuerpo. Lo importante es que la mujer esté cómoda y pueda relajarse, sin tensión ni prisas. Las caricias en la vulva encienden la pasión y cada mujer sabe exactamente dónde tocar, cómo hacerlo y el ritmo que requiere su propia excitación, así que nadie como una misma sabe como provocar el mejor de los orgasmos y la explosión del squirt.

La estimulación del Punto G puede hacerse también mediante la estimulación manual, ya que es muy accesible. A veces ni siquiera es necesario estimular directamente este sensible punto del interior de la vagina. La penetración con los dedos puede ser suficiente para despertar esta estimulante respuesta.

Y, por supuesto, hay muchos juguetes eróticos que están orientados al Punto G. Aunque puede ser un modo más para provocar el squirt y este puede llegar con la estimulación de otros puntos erógenos, hay que tenerlo en cuenta.

Desde balas vibradoras para estimular el clítoris o que pueden introducirse en la entrada de la vagina hasta dildos que penetran a mayor profundidad, hay una gran cantidad de complementos para estimular la zona y ayudar en la masturbación femenina.

La posibilidad de realizar un squirting en solitario es tan elevada como para hacerla en pareja. Para conseguir esto hay que estar relajada, cómoda y dejándose llevar. La estimulación siempre depende del estado de ánimo, así que es importante que las condiciones sean las adecuadas.

Y, sobre todo, hay que recordar que no siempre se consigue alcanzar este momento. No hay que obsesionarse y hay que dejar que fluya a su ritmo, nunca mejor dicho.

Complementos para hacer un buen squirting

La lubricación es la clave de esta práctica sexual. De hecho, sabiendo que el squirt es una secreción de flujo vaginal y otros componentes similares, hay que propiciar la segregación de los mismos. Para comenzar con la estimulación de la vagina es conveniente utilizar un gel lubricante para facilitar las caricias y la estimulación del Punto G.

Hay que tener en cuenta que este se encuentra en el interior de la vagina y es necesario poder acceder al mismo sin causar ningún roce ni provocar ninguna sensación desagradable que pueda romper la magia del momento.

Para la estimulación también se puede contar con un juguete erótico. Hay muchos de ellos pensados para llegar al Punto G. No es necesario llegar hasta él y con un dildo que estimule el placer en la vagina puede ser suficiente. Pero, como se suele decir, cuanto más azúcar más dulce.

En la tienda erótica online se pueden encontrar todos los complementos que se necesitan para gozar de una vida sexual activa y sana. Vibradores para masturbarse con óptimos resultados; dildos diseñados para ofrecer el placer más intenso, con vibración o sin ella; otros que estimulan al mismo tiempo vagina y clítoris; plugs anales; juguetes que encienden la imaginación; lubricantes de sabores variados y sugerentes y muchas más cosas que hacen que permiten que la sexualidad esté activa y siempre sea divertida.

No importa si se intenta en solitario, mediante la masturbación o en pareja. El squirting es siempre una práctica muy agradable, muy divertida para conseguir, ya que implica un nivel de confianza y complicidad muy elevado y sobre todo, ofrece unos resultados muy satisfactorios. Tanto para la persona que recibe las caricias y disfruta del squirt, como de la persona que lo provoca y que ayuda a su pareja a llegar a un orgasmo pleno y muy, muy agradable.

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