

Piden al nuevo concejal de Seguridad, Luis Blanco Valderrama, (izq) que interrumpa sus vacaciones y regrese a Majadahonda
RECLAMAN UN PLAN CULTURAL DE INTEGRACIÓN JUVENIL ALTERNATIVA. Vecinos de la zona centro que presenciaron los hechos reclaman una actuación «urgente» del nuevo concejal de Seguridad, Luis Blanco Valderrama (PP), para que «interrumpa sus vacaciones» y regrese a Majadahonda, aunque su residencia habitual la tiene en Madrid, cerca del distrito del Retiro. Estos vecinos que se han dirigido a este periódico reclaman «alternativas de ocio saludable» para estos jóvenes «descarriados» con programadores culturales y agentes sociales que sintonicen con ellos y los alejen de las drogas, alcohol y delincuencia para resinsertarlos en la sociedad. «Lo que hagamos hoy será evitar delitos más graves mañana«, señalan estos residentes, que sugieren al Ayuntamiento de Majadahonda «que no siga cruzado de brazos ante una realidad que les desborda».
LOS JÓVENES ASEGURAN QUE EL RELATO POLICIAL ES «FALSO» Y TEMEN REPRESALIAS SI HACEN PÚBLICA SU VERSIÓN. La joven O Ren Ishii, que formaba parte del grupo de jóvenes involucrados en el incidente, se ha dirigido a MJD Magazin para escribir su versión: «Esa noticia es mentira y me voy a callar lo que pasó realmente porque si no la ley mordaza me detiene. Esa noticia es falsa así que ¿el que la ha escrito que le pasa? Porque aparte de ser pésimo periodista se nota la influencia de un cuerpo (de seguridad) que tampoco puedo nombrar, así es la p*** democracia en este país». Hemos intentado contactar con Ren Ishii para que ampliara su versión pero los intentos han resultado infructuosos, por lo que le rogamos la envíe al correo redaccion@majadahondamagazin.es.
«YO FUI QUIEN ENVIÓ UNA CARTA AL DUENDE PERO DISCREPO: NO HUBO APLAUSO Y EL CHAVAL ESTABA FUERA DE SÍ«. Otros testigos también han proporcionado a este periódico su versión y Renedo Eras relata lo siguiente: «Porque no viste lo que tuvo que aguantar la Guardia Civil. Les rodeaban e insultaban hasta que llegaron refuerzos. Lamentable el comportamiento, de total desprecio, de adolescentes y jóvenes, hacia las fuerzas de seguridad… No me los quiero imaginar en un par de años». Y Nacho añade: «Coincido plenamente con Renedo Eras y con Annemiek Dekker. Yo estuve presente y de hecho envié una carta al duende al respecto. Discrepo de él en cuanto a lo del aplauso final y me ratifico en la tibieza de los presentes ante tamaña falta de respeto a la Autoridad. Los agentes de la benemérita tuvieron que emplearse a fondo para detener a un chaval completamente fuera de sí, yo creo que bastante “colocado”, que la gente de los balcones adyacentes decía que tenía 17 años y al que tuvieron que inmovilizar las piernas para meter en un coche. Y con todo y eso iba dando gritos, patadas, etc. Igualmente detuvieron los guardias civiles, pero sin embargo se llevaron los municipales, a una chica quizá algo mayor que él y algo más dócil».
«EL PRINCIPIO QUE MANTIENE NUESTRO AYUNTAMIENTO DE QUE MAJADAHONDA ES UNA CIUDAD SEGURA SE CAE POR SU PROPIO PESO»: «Lo lamentable de todo esto es que los espectadores “normales” callaban y veían. Y una gran cantidad de jóvenes, en importante cantidad de origen inmigrante, increpó fuertemente a la Guardia Civil, que a duras penas pudo contenerlos e identificó a muchos de ellos. También desde los balcones que dan a la pequeña placita que hay allí se increpaba a los agentes, algo totalmente intolerable según mi criterio, pues utilizaron unos modales exquisitos e intentaron en todo momento calmar al histérico detenido antes de llevárselo. Actitudes contradictorias casi todas, tibieza en muchos de los presentes, indiferencia en otros, apoyo a los alborotadores en la gran mayoría de los jóvenes presentes, pero creo que de las cuarenta o cincuenta personas que presenciamos el asunto, solo yo y alguno más apoyábamos plenamente la actuación de la Guardia Civil. Lamentable. El principio que mantiene nuestro Ayuntamiento de que Majadahonda es una ciudad segura se cae por su propio peso» concluye Nacho.






Mientras no se emplee la mano dura, no habrá quien pare estos desmanes de toda clase.
Cosas de perroflautas ¡¡¡
Mucha gente grabó lo ocurrido. Es fácil comprobar que la Guardia Civil sólo hizo su trabajo, mientras un grupo juvenil les increpaba y otros se resistían a sus órdenes. Hecho que demuestra que no conciben el principio de autoridad en su forma de vida, lo cual es otro ejemplo del devenir de parte de nuestra juventud a nivel social.