MANU RAMOS. «Más tarde Giménez Arbe se iría a vivir a Majadahonda y allí cuentan los vecinos que tenía la batería en el balcón y que igual le daba por ponerse a tocarla a las 4 de la mañana. Al cabo de los años se instalaría ya definitivamente con su familia en Las Rozas, en la urbanización Monte Alto, y allí siguió tocando música folk con sus amigos, pero ahora ya en el garaje de su casa. En los últimos años, solía tener las persianas del chalet bajadas y, con frecuencia, decían los vecinos que tenía la música puesta a toda castaña. Música folk, indicaron sus vecinos al ser preguntados por los periodistas, aunque nadie ha sabido precisar exactamente qué tipo de grupos o canciones solía escuchar». El periodista José de Montfort de «Mondo Sonoro» ha reseñado el último libro de «El Solitario«, que rastrea los orígenes de este delincuente en Majadahonda y Las Rozas. En realidad la Urbanización Monte Alto está en Villalba, pero la errata geográfica es lo de menos: la guarida de «El Solitario» estaba en la Zona Oeste de Madrid, área que se conocía al dedillo y donde se ocultaba tras sus atracos y crímenes. Jaime Giménez Arbe era «un vecino conflictivo» y así se le recuerda aun en Las Rozas, donde solía tener disputas de todo tipo con los otros residentes. Las más sonadas eran aquellas que tenían que ver con la zona de aparcamiento cercana a la puerta de su domicilio: no permitía que nadie estacionase sus vehículos allí. Sus víctimas lo recuerdan como alguien «agresivo, grosero, maleducado». Había llegado incluso a ir a algún juicio fruto de estas disputas y eran constantes sus visitas a la Guardia Civil para interponer demandas contra sus vecinos.


José de Montfort

«En suma, que no era una persona muy discreta. Hecho que contrasta fuertemente con su, por así decirlo, “historia secreta”, que acabaría descubriéndose el 23 de julio de 2007, al ser detenido en Figueira (Portugal), cuando intentaba atracar una oficina de la Caja Rural Agrícola. Es la historia de “El Solitario”, sobrenombre con el que la policía bautizó a un atracador de bancos que venía actuando desde 1994 y del que nada se sabía hasta aquel momento. Llegó a ser el Enemigo Público Número 1 de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado Español», señala la crónica.

«El Solitario» saldrá en 2026 tras cumplir 19 años de cárcel por 35 atracos y 3 asesinatos. Le condenaron a 107 años. Se definía como «expropiador de bancos».

Su historia ya se había contado ampliamente en los periódicos: el periodista de El País, Jesús Duva, había escrito un libro sobre el tema, “El solitario” (Aguilar, 2009) e incluso Antena 3 produjo una película para televisión emitida como serie en dos capítulos sobre su historia criminal: “Soy El Solitario” (2008), protagonizada por Pepo Oliva y Emilio Gutiérrez Caba y dirigida por Manuel Ríos. Así las cosas, la publicación ahora de “El solitario, el caso del criminal que mantuvo a España en vilo” (Random Comics, 2020), de Lorenzo Silva y Manuel Marlasca con ilustraciones de Cristóbal Fortúnez, recuerda como «El solitario«, un atracador que actuaba solo, iba siempre disfrazado con una barba postiza, una gorra o una peluca. Llevaba chaquetas anchas para esconder el chaleco antibalas, nunca dejaba huellas (luego se descubrió que se cubría las manos con esparadrapo de color carne) y utilizaba muletas para poder pasar las pistolas por el detector de metales. Asimismo, el libro quiere rendir homenaje a los dos guardias civiles asesinados por Giménez Arbe y a Manuel Ferrandis, policía local de Vall d’Uxó que murió a causa del tiroteo que se produjo tras uno de los atracos de «El Solitario» en el año 2000. El giro se produce el 9 de junio de 2004, cuando Giménez Arbe asesina a dos guardias civiles en Castejón (Navarra): Juan Antonio Palmero Benítez, de 29 años de edad, y José Antonio Vidal Fernández. Se le acabarán imputando 35 atracos a sucursales bancarias y el asesinato de estos 3 policías.

«Gracias a un chivatazo, en 2007, la Policía y la Guardia Civil, que acabarían trabajando conjuntamente en el caso, conocen el nombre de Giménez Arbe, lo localizan, establecen un operativo de seguimiento, le pinchan el teléfono y, finalmente lo detienen en Portugal cuando trataba de realizar su último atraco, previo a la fuga a Brasil para vivir con su novia brasileña. “Yo solo soy un insurgente que me he alzado en armas contra el poder injusto de la banca privada”. El mismo Giménez Arbe se ha llegado a comparar con otra figura de leyenda de la historia criminal española, «El Lute», pero también incluso con Giordano Bruno. Silva y Marlasca, en este libro, centran el foco más en los investigadores que consiguieron cazarle y en el sufrimiento causado por «El Solitario». En la actualidad Giménez Arbe, que fue condenado a 107 años de prisión, acaba de recibir el 2º grado por buen comportamiento y está en la prisión de Topas (Salamanca). Tiene 64 años y en 2026 podrá salir de la cárcel en régimen de tercer grado, por razones de edad al cumplir 70 años».


Era pianista en un conjunto de rock. Primer robo: amplificadores

TOCABA EL ORGANO ELECTRÓNICO Y SU PRIMER ROBO FUE UN AMPLIFICADOR: «En el mencionado grupo de rock precario que ambos compartían, llamado «Los Rockers», Giménez Arbe tocaba el órgano electrónico. Era cuando Giménez Arbe tenía quince años. La cosa, según cuenta él mismo en su autobiografía “Me llaman el Solitario: Autobiografía de una expropiador de bancos” (Txalaparta, 2009) es que necesitaban un equipo amplificador de voces y micrófonos y no tenían dinero ni posibilidad de tenerlo. Y allí aparece un tal Tatu, del barrio de San Blas, ducho en el manejo de vehículos robados. Se fijan en una tienda musical de la calle Jorge Juan, del barrio de Salamanca, situada justo frente a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, en Madrid. De madrugada, rompen de una pedrada el cristal de la tienda y se llevan un equipo de amplificador de voces, altavoces, micrófonos y cuatro guitarras eléctricas que cargan en un Seat 1500 familiar robado. A Giménez Arbe y a sus compinches les delata frente a la policía uno de sus amigos y acaban en prisión. Era 1972. Pasaron 9 meses en la cárcel», concluye la reseña..

Urbanización Monte Alto de Collado Villalba

«El Solitario» con uno de sus disfraces caracterizado en la película que contó su vida

Urbanización Monte Alto de Villalba: aquí se escondía el atracador

El Solitario se ocultaba entre Majadahonda, Las Rozas y Villalba

El Solitario saldrá de la cárcel con 70 años y 3 crímenes a sus espaldas

Lo pillaron antes de marcharse con su novia a Brasil

Majadahonda Magazin