almudeverAlmudéver prosigue emocionado su paso por las batallas de Guadalajara, del Jarama, de Majadahonda y del Ebro, entre otras. Cortiñas asiste ojiplática. «Mi padre fue republicano, pero nunca nos contó nada. Solo decía que fue muy duro. Y ahora estoy emocionada de poder estar aquí, en Soria, con un miliciano de carne y hueso», dice Nora. Vicente prosigue su relato con su paso por los campos de concentración franceses, los batallones de trabajadores republicanos y el inicio de la II Guerra Mundial. «Hitler consiguió ganar la Guerra en España, pero, afortunadamente, perdió la Mundial«, dice Almudéver. El periodista Alejandro Torrus recoge el relato de Vicente Almudéver (Narbona, 1917) durante las jornadas de la Semana de la Memoria Histórica de Soria, que organiza la asociación Recuerdo y Dignidad. Almudéver señala que hace 80 años «se lanzó al frente con una mano delante y otra detrás para defender a España del fascismo» e identifica a los responsables del golpe de Estado: «Los poderes económicos, el Ejército y la Iglesia católica». Sobre esta última matiza que «la Iglesia desde luego no estaba con la República. Hubo curas que lucharon conmigo, pero la Iglesia iba con Franco».


milicianosA Vicente Almudéver la guerra le sorprendió en Alcàsser (Valencia), un conflicto al que se enroló junto con su hermano Josep se enroló en en el Batallón del Frente de las Juventudes Socialistas de Valencia. De allí partió a Aranjuez, a un destino lejano y para el que no contaba con equipación de ningún tipo, sin armas ni munición.»¿Miedo? Ninguno. Cuando uno va voluntario a jugarse la vida, sabe donde va. No puede ir si tiene miedo. Ese se queda en casa. Los jóvenes que fuimos los primeros días al frente no íbamos por vivir una aventura. No y no. No eramos vaqueros que iban a pegar tiros. Teníamos conciencia política. Eramos de las Juventudes Socialistas Unificadas«, narra Almudéver. Una experiencia como miliciano que puede resultar difícil de comprender, ya que Almudéver nació en Francia y el conflicto español que estallaba en el 36 podía resultar lejano para alguien criado en el país galo aunque sus padres fuesen españoles. A los 19 años decidía embarcarse en una guerra cruenta que le llevaría a recorrer lugares dispares de la geografía española como Guadarrama o Majadahonda.

milicianos1«Yo había ido a la escuela francesa hasta los 14 años cuando volvimos a España por un problema de salud de mi madre. Mi padre organizó el sindicato de albañiles en el pueblo y la patronal comarcal dio la orden de no dar trabajo a mi padre en ningún sitio de la comarca. Yo, con 14 años, tenía que estar a las 6 de la mañana en la plaza del pueblo esperando que un patrón me diga si voy a trabajar. Así todas las mañanas. Y por la noche, igual. A las 19.00 horas. Así decenas y decenas de trabajadores de la tierra. Yo que salía de la escuela francesa… yo que había vivido hasta los 14 años en la democracia francesa con la libertad que había en aquel país… ¿Qué hace falta más para ser revolucionario?«, explica el antiguo miliciano.

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