Ana Fernández Mallo en diferentes etapas de su vida y abajo con su marido, el Dr. Alex Frenck Peck, recientemente jubilado como funcionario del Ayuntamiento de Majadahonda

MIGUEL SANCHIZ. La protagonista de «Gente Maja que se Moja» este domingo 23 de abril (2022) es una mujer de 69 años, Ana Fernández Mallo (17 de julio de 1951), licenciada en Derecho por la Universidad de Oviedo, técnico de Administración Civil, ex diputada en la Asamblea de Madrid que estuvo 17 años en el Ayuntamiento de Majadahonda, ciudad a la que llegó en 1978 y donde fue concejal de Cultura. Según recoge Julia Bachiller en una de sus excelentes crónicas, la presentaron una vez así en la Biblioteca Francisco Umbral: «probablemente es la mujer de este municipio que más y mejor conoce la cultura, a sus personajes y a sus vecinos”. Así lo demostró además a los asistentes, pues antes de comenzar las presentaciones agradeció que hubieran contado con su colaboración: “después de un largo periodo de inactividad, alguien me quería hacer sentir activa y sobre todo útil a los demás”, ya que estaba atravesando serios problemas de salud contra los que aún hoy sigue luchando. El propio Francisco Umbral, vecino de Majadahonda, escribió en vida una columna en la que le llamó «una de esas literatas encendidas que se retiran a su cabaña de lluvia en una voluntaria aventura sentimental que dura para toda la vida» (al final de la entrevista, el artículo completo).


Miguel Sanchiz en su sección de entrevistas

¿Qué le ha parecido la actual legislatura del alcalde de Majadahonda y el pacto con Vox? –La actual Legislatura es sin duda la más difícil desde que se instauró la democracia. El Covid, Filomena, la tremenda crisis económica y la guerra de Ucrania son acontecimientos para los que no estábamos preparados y que necesitan de una buena gestión pública. A ello hay que añadir que la política es una actividad extremadamente compleja en la que se entremezclan conceptos como Constitución, estado de derecho, autonomía, diversidad, bien común, interés público, respeto por las minorías, ética… que es preciso manejar con conocimiento de causa. La dificultad de aquellos acontecimientos con la conjugación de estos conceptos hace necesario contar con una clase política con experiencia que sepa afrontarlos con decisión, maestría y rigor. Y esa experiencia es quizás la asignatura pendiente, lo que no obsta para reconocer que nuestro Grupo Municipal ha trabajado duro y se ha dejado aconsejar por técnicos de acreditada veteranía y destreza en la gestión. Destacar también que han contado siempre con el incondicional respaldo y apoyo del Partido. En lo que atañe al Pacto PP-Vox, destacar que en España no hay conciencia de pactos y los pocos que se materializaron tuvieron corta vida. El Pacto con Vox no debe escandalizar a nadie, es más, debemos acostumbrarnos a verlo con normalidad porque es el destino natural del PP. Frente a los que se escandalizan sólo cabe recordarles que Vox defiende la unidad de España y la Constitución frente a los aliados de Sánchez que, no lo olvidemos, son los que quieren acabar con España y sus instituciones.


Ana Fernández Mallo en un acto del PP

¿Crees que Feijoo seguirá una política similar a la de Rajoy? -El embrión del PP, Alianza Popular, fue fundado por el gallego Fraga, un auténtico animal político, al que sucedió en la dirección del partido un castellano, Aznar, de nuevo el partido pasa a manos de un gallego, Rajoy, al que siguiendo la tradición sucede otro castellano, Casado, para acabar de nuevo en manos de un gallego, Feijoo. Aunque Feijoo tuvo puestos de responsabilidad en la Administración Central, su cultura política se fraguó en Galicia. Y Galicia tiene un estilo propio de hacer política: miden los tiempos, no se precipitan a la hora de tomar decisiones, son partidarios del «laisser faire, laisser passer», en fin conservadores en estado puro. Si a eso unimos que Feijoo fue el barón que más apoyó a Rajoy, podemos concluir que será un discípulo fiel a Rajoy, pero con una diferencia: Feijoo es un trabajador incansable. Toca política gallega sin duda alguna.

En la Biblioteca Francisco Umbral

¿Piensas que en poco tiempo se enfrentará a Ayuso? –En absoluto, Feijoo es mucho más inteligente que Casado y ya ha convocado para mayo el Congreso de Madrid para que Ayuso asuma el control del partido en la Comunidad. Esta no es la guerra de Feijoo. Todo lo contrario, se mirará en el espejo de Madrid para diseñar el programa político del PP para conquistar el Gobierno. Sabe por experiencia propia que lo lógico es que el presidente de la Comunidad Autónoma sea también el presidente del partido. Además, Ayuso ganó el derecho a presidir el PP de Madrid con el mejor argumento que puede esgrimir un político: los votos. En este caso no habrá un problema de celos, Feijoo sabe que nadie le toserá, salvo que pierda las próximas elecciones con un resultado humillante. Si no es así, optará a una segunda oportunidad sin problema alguno.

Dos encuestas recientes dan al PP ganador en unas elecciones generales. ¿Cree usted que la presencia de Feijoo justifica ese cambio? –Permítame que dude de esas encuestas. En todo caso ser ganador no significa gobernar. Mi experiencia me dice que los Gobiernos no se ganan, se pierden. Sánchez no será derrotado por Feijoo, a Sánchez la economía le arrastrará al precipicio porque no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo. En todo caso aun resultando el PP vencedor, no lo hará con la mayoría suficiente para gobernar. Tal como está el actual mapa político necesitará a Vox para auparse al poder y ese extremo es una de las asignaturas pendientes del PP. A mi juicio Feijoo debería reconocer con naturalidad que si las circunstancias lo requieren pactaría con Vox, so pena de pasar a engrosarla lista de embusteros actualmente abanderada con varias cabezas de ventaja por Sánchez, que negó a Podemos, a Bildu, a los separatistas y a los nacionalistas y ahora cohabita plácidamente con ellos. Vox al lado de los etarras es como comparar un resfriado con un cáncer. Y no me olvido de la pregunta. Si el PP ha subido en intención de voto, sin duda se debe al «efecto Feijoo» y a su trayectoria política, en la que fue capaz de forjar cuatro mayorías absolutas, récord difícil de igualar.

Francisco Umbral

FRANCISCO UMBRAL, MAJADAHONDA Y ANA FERNANDEZ MALLO. «Aquí, en este pueblo donde escribo se me ocurre un relato corto que ya se le había ocurrido a Somerset Maugham, con gran éxito de crítica y público. Es lo que tiene la literatura, que en Majadahonda, un suponer, roza el Premio Nobel, y en Madrid no es sino el chaparrón de todos los atardeceres primaverales, erguidos en la estatura de Ana Fernández Mallo. Se trataba de dar un premio de novela titulado oportunamente «Francisco Umbral», que se da anualmente porque anualmente llueve el mismo día y a la misma hora, para que se vea la puntualidad de la lluvia y la gente. Ya que no otra cosa, aquí repartimos premios para que no todo sean supermercados. Hasta vino Esperanza Aguirre entre Metro y Metro inaugurales. Esperanza cogió este Metro literario en marcha a principios de la cosa, que yo me recuerde. La lluvia reúne mucho a la gente y la literatura la dispersa hacia las tiendas de paraguas. Andaba olvidadizo el premio de mi nombre y esta vez lo han recuperado con fervor. La ninfa de la novela pueblerina es la citada Ana Fernández Mallo, una de esas literatas encendidas que se retiran a su cabaña de lluvia en una voluntaria aventura sentimental que dura para toda la vida.

Lo más novelesco que yo encuentro en este pueblo, cantando bajo la lluvia, es Foxá, nieto o así del Conde de Foxá, escritor que yo traté y leí mucho, autor de «Madrid de Corte a Checa«. Algún concejal tardío me situó como capilla o capullo de aquel premio que crecía de mala gana y nos fue dando algunos libros interesantes, mayormente femeninos, con reiterada tendencia erótica. No es un gran premio pero sirve para matar el tiempo lluvioso de la lectura y la vida social en este páramo. Alguno de los premios ha sido hasta publicado en Madrid, aunque ustedes no se hayan enterado, porque Madrid ya se sabe que ignora lo que pasa en provincias. Me decía un amigo: «A mí me gusta vivir en Madrid, pero aquí en tu casa de pueblo». Ruiz-Gallardón ha dicho muchas veces que somos la localidad más brillante de la Comunidad. Claro que Gallardón anda persiguiendo a un presunto delator amoroso y ya se sabe lo que son estas cosas. Con la sesión de la otra tarde hemos recuperado la gloria inmarcesible de mi premio. Los mejores escritores de provincias hacen toda su obra pensando en Madrid. Madrid es la capital literaria de España. Lo que no se vive o se escribe en Madrid es que no ha ocurrido nunca. Eso es el centralismo cultural de la Villa y Corte. Pero esta tarde sigue lloviendo y yo tengo nostalgia de Madrid cuando estoy en el pueblo. Y viceversa». Lea el artículo completo aquí.

 

 

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