Cristina García (Majadahonda): «El migrante climático no tiene ninguna protección a nivel legal. El Derecho Internacional no le reconoce, por lo que se crea un vacío legal que deja al migrante en una completa indefensión. Este un tema de máximo interés pues son más los desplazamientos internos por motivos climáticos que aquellos por conflictos y, sin embargo, los migrantes climáticos están completamente desprotegidos, mientras que aquellos que migran por conflictos, motivos políticos, nacionalidad o raza si encuentran amparo en el Derecho Internacional, lo que les hace aptos para recibir asilo o refugio en otros países».

TERESA FERNÁNDEZ HERRERA. *Periodista y escritora, residente en Majadahonda. Esta es la segunda y última parte de la entrevista que a invitación de MJD Magazin realizamos a Cristina García Fernández, autora del libro Impactos sociales del cambio climático” y profesora de Economía de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid. Se realiza con ocasión de la presentación de su libro en la sala polivalente de la Biblioteca Municipal Francisco Umbral el miércoles 22 de mayo (2024) a las 19.00 horas, acto al que los lectores de MJD Magazin quedan invitados. Y cuando se le recuerda que sin duda el impacto más desconocido por el gran público y el más doloroso es el de las migraciones climáticas y la situación jurídica del migrante climático, Cristina García Fernández responde: «El problema aquí radica en que el migrante climático no tiene ninguna protección a nivel legal. El Derecho Internacional no le reconoce, por lo que se crea un vacío legal que deja al migrante en una completa indefensión. De momento no existe ningún estatuto regulatorio que ampare esta situación de aquellos que tienen que desplazarse a otros países, cruzando las fronteras internacionales, porque sus medios de vida han sido aniquilados por los impactos climáticos. Este un tema de máximo interés pues son más los desplazamientos internos por motivos climáticos que aquellos por conflictos y, sin embargo, los migrantes climáticos están completamente desprotegidos, mientras que aquellos que migran por conflictos, motivos políticos, nacionalidad o raza si encuentran amparo en el Derecho Internacional, lo que les hace aptos para recibir asilo o refugio en otros países».


Teresa Fernández Herrera

Teresa Fernández Herrera. Otro aspecto que se me antoja bastante desconocido por el gran público, es el del papel que juegan las instituciones internacionales en el cambio climático. Veáse, Unión Europea, la ONU y la OTAN. ¿Nos ilustra un poco?. Cristina García. –La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) lleva tiempo tomando cartas en el asunto, ya que le preocupa la seguridad, y, claro está, los impactos climáticos están exacerbando algunos conflictos. En la Cumbre de Madrid de junio de 2022, la Organización dejó claro que el calentamiento global va a influir cada vez más en sus actividades (creo que esto es lo que más preocupa a la Alianza). Aprovechando esta Cumbre presentó un documento (OTAN, 2022) en el que identificaba sus retos más importantes frente al cambio climático. En él se definen los efectos que el Cambio Climático tiene y tendrá sobre la propia Organización (como los impactos sobre sus propias infraestructuras y sus misiones), pero no desarrolla un plan específico de viabilidad para la seguridad de los Estados aliados. Parece más bien un informe elaborado con cierta prisa de cara a la reunión celebrada en Madrid. Respecto a la UE un dato relevante es que en febrero de 2022, el Consejo Europeo reconoció que ‘efectos directos e indirectos del cambio climático, así como la pérdida de biodiversidad y la degradación del medio ambiente constituyen riesgos para el respeto de los derechos humanos y la seguridad de las personas y de los Estados, al socavar la paz y la estabilidad mundiales y a menudo acelerar o agravar las vulnerabilidades y la inestabilidad existentes’. Este reconocimiento supone un avance importante tanto en materia de seguridad como en el tratamiento del CC en el seno de los derechos humanos.


Presentación del libro de Cristina García (Majadahonda) en la sala polivalente de la Biblioteca Municipal Francisco Umbral el miércoles 22 de mayo (2024) a las 19.00 horas

TF. Entre las conclusiones de sus trabajos de investigación, llama la atención las de la vulnerabilidad ante el cambio climático en amplias comunidades del Estado de California, el más rico de Estados Unidos y quinto más rico del mundo. ¿Podría hablarnos de esto, que a simple vista parece tan paradójico? CG. –California (CA) es el Estado más rico de Estados Unidos, la quinta región a nivel mundial por su nivel de renta per cápita y, sin embargo, uno de los Estados con mayor tasa de pobreza en Estados Unidos. Más de 1 de cada 6 californianos es pobre y, sin embargo, California tiene la tasa de multimillonarios más alta del mundo. Un Estado de contrastes donde alrededor de medio millón de personas se ha marchado en los dos últimos años para asentarse en lugares que impongan menos cargas tributarias y tengan costes de vida más bajos. Una región de estas características tiene un número altísimo de comunidades marginales, especialmente vulnerables al cambio climático. Mi interés por el estudio de las comunidades desfavorecidas de California nace a raíz de obtener una beca de investigación en la Universidad Complutense de Madrid para realizar una estancia en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Después de tres períodos de estancia distanciados en el tiempo, 2015, 2019 y 2023, y de haber participado en diversos proyectos de cambio climático, lo que más me llamó la atención fue descubrir la existencia de múltiples comunidades con un alto nivel de pobreza y de marginalidad. TF. ¿Qué son las ciudades inteligentes?. CG. –Las nuevas “ciudades inteligentes” o Smart Cities tienen ya unas características que las distinguen de otras que no han avanzado. Allanar el terreno para convertirse en una Smart City es facilitar el camino de la adaptación y la mitigación, algo sumamente importante para ralentizar el proceso de avance del calentamiento global. En el libro hablo de quienes son y de qué se está haciendo en España, al igual que hablo de las Aldeas o Pueblos inteligentes. Esto es algo de máximo interés para el progreso de cualquier país dentro de los parámetros de sostenibilidad. Existen diversas definiciones de ciudad inteligente, con poco consenso sobre las mismas, pero hay tres características que son, a priori, indispensables para que una ciudad pueda ser “Smart”: la tecnología, la sostenibilidad ambiental y la participación ciudadana.

Cristina García (Majadahonda): «El libro ofrece soluciones interesantes y es una guía muy informativa sobre lo que realmente deberíamos hacer»

TF. Parece que no tenemos más remedio que decir que a lo hecho pecho. El daño causado va a quedarse. Pero, ¿qué expectativas podemos visualizar en cuanto a formas futuras de vida en esta Tierra generosa y maltratada? ¿Podemos confiar en su capacidad de auto regeneración? ¿Podemos confiar en un cambio de actitud del género humano hacia el mejor hábitat, que se sepa, del universo, nuestro planeta?. CG. –Yo no soy pesimista ni mucho menos, pero los datos no me dejan ofrecer una visión de futuro demasiado optimista. Según los últimos informes del IPCC (Panel Intergubernamental del cambio climático), los años recientes están siendo la manifestación más dura y evidenciable de que los efectos extremos están causando impactos irreversibles a nivel físico, económico y social. En su Informe de marzo de 2023, el IPCC manifestaba que ‘limitar el calentamiento global causado por el hombre requiere cero emisiones netas de CO2’, algo que ‘debe conseguirse a través de la reducción extrema de emisiones en todos los sectores’. Al menos si puedo decir que debemos concentrarnos en MITIGAR, esto es, reducir emisiones y crear sumideros de carbono. Lo digo con mayúsculas porque es algo que difícilmente conseguiremos si se siguen bloqueando las negociaciones internacionales o pagando a negacionistas y derrotistas. TF. Siempre termino mis entrevistas con la misma pregunta. ¿Hay algo que no he preguntado que le gustaría comentar? CG. –El libro ofrece soluciones interesantes y es una guía muy informativa sobre lo que realmente deberíamos hacer. Recomiendo su lectura para aquel que desee informarse sobre el presente y el futuro de nuestra sociedad y de nuestro planeta. Sólo decir que ralentizar y limitar el calentamiento global requiere un gran esfuerzo a nivel internacional. La vía actual más importante la constituye el Convenio de Naciones Unidas para el Cambio Climático, pero mientras no haya vía libre para tomar decisiones vinculantes fuera del alcance de las empresas e instituciones que interceptan la toma de decisiones y acuerdos, la solución estará por llegar. Lea la primera parte de la entrevista pinchando aquí.

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