LIDIA GARCIA. Ya había realizado una apoteósica despedida como alcalde pero el adiós como presidente del Partido Popular (PP) de José Luis Alvarez Ustarroz en la sede de Majadahonda resultó «inolvidable» para muchos de los que lo escucharon este martes 14 de febrero (2023). Desde echarle la culpa al maleficio de la «crisis de los jabalíes» en el verano de 2019, cuando él y todo su equipo se marcharon de vacaciones a la playa una vez ganadas las elecciones y quisieron resolver la irrupción de varias manadas de mamíferos en varias urbanizaciones cercanas al Monte del Pilar «a golpe de teléfono» a orillas del mar. Para el alcalde, sin embargo, todo fue producto de la «mala suerte», ya que desde entonces «no dio una a derechas», como dice irónicamente un ex dirigente del PP. Por eso le dolió especialmente el diagnóstico de Angel Luis Tendero, ex concejal de Deportes del PP que se dirigió a él desde la primera fila con respeto pero con contundencia: «Querido José Luis, siento tener que decirte que las obras que están levantando toda la ciudad se están haciendo muy al final de la legislatura y todas a la vez, cuando estas cosas hay que hacerlas a lo largo de los cuatro años de mandato», por lo que el malestar se palpa en toda la población. También advirtió que durante su gestión «no se ha contado con la gente mayor» que ha sostenido al partido durante tantos años. La intervención fue respondida con aplausos de los asistentes pero cuando todos esperaban la respuesta del alcalde, este se quedó mudo: dio paso a la siguiente intervención.

INTERRUPCIONES Y ABUCHEOS A FELIX PEDROCHE DE LOS JOVENES SEGUIDORES DEL ALCALDE. Al tomar la palabra Félix G. Pedroche, el «pepito grillo» del partido que ha tenido que soportar con estoicismo insultos y desconsideraciones del propio alcalde por su posición crítica, los «hoolingans» del primer edil comenzaron a abuchearle e interrumpirle, como si de un partido de fútbol se tratara. Colocados estratégicamente a lo largo y ancho de la sala, la ya ex dirigente de Nuevas Generaciones de Madrid, Marina Pont, había tomado la palabra para elogiar al joven alcalde y uno de los chicos también intervino para proclamar que «traigo el mandato de los jóvenes de Majadahonda para aplaudir la gestión del alcalde». A un lado de la sala bostezaba el dirigente de Nuevas Generaciones en Majadahonda, Juan Pous Cabello, momento que captaron las cámaras. Tanto elogio desmedido no resultaba creíble y comenzaba a aburrir. Un ex coronel de Aviación ya jubilado, conocido por sus algaradas dentro del partido, se sumaba a la «puesta en escena» cuidadosamente diseñada por el alcalde y la concejala: el secretario general y la nueva candidata únicamente debían oír elogios a su gestión en los «ruegos y preguntas». No obstante, Angel Luis Tendero y Félix Pedroche «aguaron» la «fiesta» al cantar «las verdades del barquero«, según admiten algunos asistentes.

LOS «NARCISISTAS», EN SILENCIO Y VIGILANTES. En la sala estaba Narciso de Foxá, ex alcalde y máximo responsable del Equipo de Gobierno, que se sentó en primera fila frente a su sucesor, que ya le había dedicado comentarios despectivos por la «herencia recibida» en su comunicado de despedida. En la sala estaba también su jefa de prensa, Laura Nistal y su asesor Miguel Ignacio. Sabido es el nerviosismo que impone al joven alcalde la presencia de su predecesor. Esta vez no deslizó ninguna descalificación por haber «sufrido mucho» al «arrastrar algunos problemas importantes«, como hizo en su comunicado de despedida del cargo y ha venido haciendo a lo largo de la legislatura. Solo una alusión a que se encontró una «ciudad paralizada«. Al lado de ellos, la ex concejala de Pozuelo, Yolanda Estrada, que no resultó finalmente «agraciada» con la candidatura en su ciudad pero que mostraba así sus afinidades políticas.

LA HERMANA DEL ALCALDE ELOGIA SU GESTION. Más anécdotas: el «guión» del acto diseñado por el alcalde y la concejala incluía la intervención de la hermana del primer edil, que así se presentó: «Yo soy la hermana del alcalde, que voy a decir«, dijo un poco avergonzada por su condición filial, lo cual obviamente restaba crédito a sus sucesivos elogios. Lo que sí sorprendió también fue el silencio de los demás concejales: los responsables de Deportes, Comercio y Urbanismo, que han sido sus «personas de confianza» durante todo su mandato, guardaron un silencio sepulcral, a pesar del agradecimiento que el propio primer edil les brindaba para que su sumaran al coro: «agradezco a todos los concejales su apoyo, especialmente a los que han sido más cercanos«. No recogió el «guante» ninguno: ni los «lejanos» ni los «cercanos», aunque todos saben que en esta legislatura 2019-23 el «rodillo» de la mayoría absoluta PP-Vox ha sido implacable, alineándose con el alcalde en todas sus batallas: la principal, contra Isabel Ayuso cuando quisieron «desbancarla» desde Génova 13, pero también a favor del derribo de la piscina de Huerta Vieja, de la prohibición de dejar hablar a los vecinos en el pleno, los «Taburetazos» musicales, levantar la ciudad en obras en vísperas electorales… Todos guardaron silencio bien arropados al abrigo del poder del alcalde. Y ahora guardan también silencio para «transformarse» en adalides de la nueva candidata, una inspectora de Policía que nació en Barcelona, no está afiliada al PP y no conoce nada de Majadahonda. Y el drama es que ahora depende de los «casadistas» que intentaron ajusticiar a quien la nombró y que la esperan ahora «agazapados», a no ser que la nueva candidata obtenga información de otras fuentes del partido que no estén vinculadas a los dos sectores que aspiran a repartirse el botín con los despojos de un desolador mandato: los «casadistas» y los «narcisistas«.

LA CANDIDATA Y LA DIRECCION REGIONAL SE LLEVAN UNA DETALLADA IMPRESION DEL ACTO, INFORMES Y FUENTES SOBRE COMO DEJA EL ALCALDE EL PARTIDO. Levantada la sesión, afiliados neutrales como el presidente del club de fútbol sala de Majadahonda, Antonio Rodriguez, casualmente encontró afinidades con la nueva candidata por ser ambos sensibles a la labor en favor de la discapacidad que ambos desarrollaron en la Comunidad de Madrid y en el propio equipo de Fútbol Sala Inclusivo, según les oyeron hablar algunos de los asistentes. También se escuchó a Félix Pedroche pasarle un rápido «informe de situación» tanto al secretario general, Alfonso Serrano, como a Carlos Díaz Pache, viceconsejero de Transportes: «Ya lo habéis visto, se ha atrincherado en la sede, es la primera vez que convoca a los afiliados, se apoya en los jóvenes de Nuevas Generaciones y después de su cese solo se dedica a hacer declaraciones disparatadas en favor de los pactos con el PSOE, acudiendo al diario El País para que defienda su cargo… esta legislatura ha sido un infierno». Y los interlocutores del «PP de Madrid», como los llama despectivamente el alcalde tras su cese, no salían de su asombro: «Tranquilo, Félix, lo sabemos todo y estamos al tanto, lo tenemos en cuenta, ante todo mucha calma», fue lo único que se les oyó decir.

«DESCORTESIAS» DEL ALCALDE AL SECRETARIO GENERAL Y RESPUESTA DESAFIANTE DE USTARROZ A AYUSO: «AQUI LA ESPERO». Y es que el propio secretario general fue víctima de las habituales «descortesías» del joven alcalde, según narran algunos asistentes. Ni siquiera lo presentó a los afiliados antes de su turno de palabra. El primer edil no pudo ocultar su incomodidad por su presencia (ha sido el único alcalde no felicitado por su gestión y el secretario general ya no quiso posar en la foto con los «casadistas» de Nuevas Generaciones). Además, cuando dio paso al turno de «ruegos y preguntas» y Alfonso Serrano le advirtió que deseaba intervenir también, el primer edil le cedió la palabra como el que se desprende de un «juguete roto«: «que hable Alfonso, sí». Ante tanto ambiente aparentemente hostil que el alcalde y los suyos habían diseñado a la perfección y ante el silencio de los neutrales en su «guerra civil» contra Ayuso, el secretario general se limitó a «pedir el apoyo para la candidata». En medios cercanos a Alfonso Serrano se confiesa con cierta perplejidad que cuando le comunicó su cese en el Ayuntamiento y en el partido, el joven alcalde no lo admitió y solicitó una reunión con la presidenta «para oírlo de su propia boca» y que le explicara «con qué argumentos» se le impedía continuar una legislatura más. Siempre según esta versión, Serrano le dijo que él ya transmitía lo que le había dicho la presidenta y que nunca se produciría esa cita. Y el alcalde replicó desafiante: «Pues aquí la espero en la campaña electoral«. Y es que el primer edil se jacta de que, tarde o temprano, la presidenta tendrá que «hacerse la foto» en Majadahonda con él.