
Majadahonda es, por ello, una paradoja democrática: en Majadahonda, ciudad madrileña con más de 70.000 habitantes, se da una realidad preocupante: de los 15 concejales que forman el Gobierno municipal (del Partido Popular), 5 no residen en la localidad. Entre ellos, la alcaldesa y 2 tenientes de alcalde. Y lo grave no es solo la cifra, sino que precisamente esos 5 concejales concentran las áreas más sensibles y estratégicas del municipio: Urbanismo, Vivienda, Obras, Infraestructuras, Hacienda y Recursos Humanos, además de Deportes o Medio Ambiente, otras de las grandes carencias del municipio por falta de infraestructuras o deterioro de las ya existentes.
MIGUEL SANCHIZ. (8 de julio de 2025). La ciudad como compromiso vital. Gobernar una ciudad no es únicamente gestionar presupuestos o aprobar proyectos desde un despacho. Es, sobre todo, vivir el pulso cotidiano de sus calles, conocer sus aciertos y carencias, caminar junto a los vecinos y compartir sus inquietudes. Un concejal, y mucho más un alcalde o alcaldesa, no debería ejercer su cargo desde la distancia, como si se tratase de una empresa externa que opera desde una oficina remota. La política municipal exige cercanía, sensibilidad diaria y una implicación profunda con el entorno. Y esa implicación nace, de forma natural, de la residencia: vivir donde gobiernas. Majadahonda es, por ello, una paradoja democrática: en Majadahonda, ciudad madrileña con más de 70.000 habitantes, se da una realidad preocupante: de los 15 concejales que forman el Gobierno municipal (del Partido Popular), 5 no residen en la localidad. Entre ellos, la alcaldesa y 2 tenientes de alcalde. Y lo grave no es solo la cifra, sino que precisamente esos 5 concejales concentran las áreas más sensibles y estratégicas del municipio: Urbanismo, Vivienda, Obras, Infraestructuras, Hacienda y Recursos Humanos, además de Deportes o Medio Ambiente, otras de las grandes carencias del municipio por falta de infraestructuras o deterioro de las ya existentes. En otras palabras: los departamentos con mayor presupuesto y mayor capacidad de transformación están en manos de personas que no pisan a diario las calles que administran.
GOBERNAR SIN VIVIR: UNA MIRADA DESENFOCADA. ¿Puede alguien entender los problemas de tráfico de una ciudad si nunca se ve atrapado en sus atascos? ¿Puede conocer las deficiencias del alumbrado, el abandono de una acera o el ruido nocturno si no ha sufrido, como vecino más, esas realidades? Gobernar a distancia supone gobernar desde el desconocimiento. No porque falte preparación, sino porque falta experiencia directa. Un concejal que no vive en la ciudad que gestiona se informa por terceros, no por vivencias. Recibe informes, pero no escucha en persona al panadero, al vecino del tercero o a la madre que espera en la puerta del colegio. EL PODER QUE VIVE FUERA: La concentración del poder económico y decisorio en manos de ediles que no residen en Majadahonda debilita el principio de representatividad. Se rompe el vínculo de pertenencia. Si quienes deciden sobre el futuro urbanístico de la ciudad no verán crecer sus proyectos ni vivirán el fruto de sus decisiones. ¿Cómo esperar que velen por la armonía de los barrios o el bienestar colectivo a largo plazo? La política se convierte así en una administración fría, sin alma local, sin raíces.
EL EJEMPLO QUE NO SE DA. La responsabilidad política también es ejemplaridad. Si un concejal no encuentra motivos para vivir en la ciudad que gobierna, ¿qué mensaje está trasladando? Que Majadahonda es buena para gestionar, pero no lo suficiente para vivir. Que sus calles pueden ser dirigidas, pero no habitadas. Esa incoherencia pesa. Y es una incoherencia evitable. Nadie exige vivir en cada rincón que se administra, pero sí se puede exigir que quienes ostentan el máximo poder municipal, vivan donde deciden. LA POLÍTICA DE PROXIMIDAD EMPIEZA POR EL DOMICILIO. Gobernar no es solo decidir, es convivir. No se puede escuchar al pueblo si no se comparte su día a día. Majadahonda merece representantes que no solo pasen por el Ayuntamiento, sino que formen parte del tejido vivo de la ciudad. Que sientan los ruidos, huelan las flores, esperen en los mismos semáforos y madruguen con el mismo paisaje urbano. Solo así el poder se convierte en servicio y la política en cercanía verdadera. Porque gobernar sin vivir… es no estar. Ahora empiezo a entender la negativa a reconocer Hijo Adoptivo a mi gran amigo Federico Mayor Zaragoza, por cierto, vecino de Majadahonda ¡que casualidad!.
Miguel. Demasiado blando tú artículo con el gobierno del Ayuntamiento de Majadahonda.
Yo exigiría a los concejales y Alcaldes de cualquier Ayuntamiento de España, primero que estén empadronados y que vivan en el municipio donde gobiernan. Y si se cambian durante la legislatura, se les quita el mando.
Totalmente de acuerdo contigo Miguel y si, aunque no vivan en Majadahonda si hacen bien su trabajo es de agradecer, pero deberían vivir lo que administran.
Aunque parezca que peco de imparcial, no me resisto, y así lo vengo reiteradamente reflejado en mis escritos, en manifestar mi admiración por Miguel, nuestro periodista de cabecera. Su escrito «Vivir sin Vivir» en Majadahonda debería ser de obligada lectura, y cumplimiento, para los «servidores» públicos. El «feo» que le han hecho a Federico Mayor Zaragoza no tiene nombre, aunque su personalidad y trayectoria está por encima de cualquier reconocimiento de estos cortos de miras.
¿Podemos proponerte a ti como hijo adoptivo?
Ahí lo dejo.
Coincido plenamente con el artículo como también digo que no has perdido la esencia del respeto y la educación para hacerlo.
Quizás, mi temperamento, hubiera sido un poco bastante más duro al analizar está situación irreal e irresponsable que sucede.
Dicen que: «»para poder y querer hacer algo en donde sea lo primero es pertenecer,»» y veo que por la PAGUITA, acá disfrazan e inventan cualquier cosa.
Miguel un abrazo, querido amigo y hermano que me dió la vida
Yo ya voy escribiendo que a ver si pensamos un poco y decidimos que el voto a una lista de forasteros no es bueno para Majadahonda, y lo digo y lo repito. Los forasteros vienen a dos cosas: una a baquetearse para promocionarse por haber escogido la política para vivir, y otra es, sencillamente porque a sus direcciones políticas les interesa tener personas que hagan el bachillerato político en pueblos más o menos grandes, y como resultado tenemos que ni hacen nada por, en este caso, nosotros ni lo harán porque les importa una higa la ciudad y sus moradores, ya que ellos van a ganarse el sueldo mensual como mínimo. Y lo sostengo porque no creo en que hagan lo mismo que si uno es de Majadahonda, ya que una vez que han estado sus horas de trabajo se van a su casa a gastarse el dinero que los majariegos les pagamos por no sacarnos las castañas del fuego, y a ahorrar lo que les sobre, y hacen el papel a sus central política, que es lo que estos quieren.
Pues yo que quieren que les diga.
En el equipo de gobierno hay muchos concejales que residen en el pueblo por lo que están enterados de primera mano todo lo que ocurre.
Luego están asfaltanfo el pueblo y hay servicios que hacia mucho tiempo que no había, anterior alcalde era de Majadahonda y tampoco hicieron nada por reparar la piscina climatizada.
Y están haciendo cosas que otros alcaldes no han hecho y lo que siempre se ha criticado con el tema de las fiestas, para mí están acertando de lleno.
Resumiendo, prefiero que me lo gestionen a que no hagan nada.
Referente a ese inteligente artículo, tengo que añadir que a diario me pregunto porqué esa alcaldesa y concejales que no viven en Majadahonda no me acompañan con una silla de ruedas al tratar de moverme por la Gran Vía. Quizá esa podría ser la solución del asfaltado.
Mucho «dibujito» en el suelo e insistencia de un carril liso para sillas de ruedas , andadores, etc
En Majadahonda existen muchas personas con discapacidades diversas.
Gran porcentaje de personas de edad avanzada con las inevitables consecuencias.
A la alcaldesa le deberían»pitar» los oídos a diario, pero he comprobado que es sorda
Vamos a ver…
El problema no es que residían o no en el municipio donde ejercen su labor, el problema es de fondo.
Que son profesionales de la política, no son verdaderos gestores, no son profesionales en una materia/oficio, solo quieren que pase el tiempo cobrando un sueldo que ni de broma percibirán en el mundo «real», no cometer errores graves que les lleven al juzgado y no tener «marrones» de importancia…
A cualquier gestor se le mide y considera económica y profesionalmente por los resultados de su trabajo, independientemente donde resida…. Con estos políticos deberían serlo mismo, y si residen en Majadahonda, pues mejor!!!
Me ha encantado lo de «profesionales de la política» eso quiere decir … «profesionales de vivir de…la política»
Creo que ni han pasado por la universidad de políticas, la mayoria por ninguna facultad… ni oficio conocido…
Completamente de acuerdo
Pueden vivir en China pero si se tomasen el trabajo en serio y fueran profesionales cualificados para gestionar los problemas podrian valer pero no es asi, son unos ineptos. Una pasarela que hay que derribar, una piscina cerrada cuando podria arreglarse por 100 mil euros, calles centricas laberinticas, intransitables y sin asfaltar. En un pais donde tanto cuesta a muchos llegar a fin de mes NO HACEN SU TRABAJO, y en cualquier empresa como la mia, se les despediria
Empresario
Si vives «fuera» no la vives, es el mejor resumen.
Lo IDEAL sería que diera igual de donde fueran, si se implicaran en nuestro pueblo como si fuera su «casa»
La REALIDAD, estar en un despacho, no te da una visión de lo que gestionas, hay que empaparse, y viviendo en otro lugar es bastante difícil. Si no te afecta, no te implicas igual.
En muchos lugares es precepto tener que ser residente para poder gestionar… por algo será…
Mi sensación de que todos los veranos toca «Operación asfalto». ¿Porqué no hacen «operación canchas de deportes públicas»?.
¿piscina? Si no fuera por la presión de la oposición, yo creo que estaría derruida y adjudicada a una empresa privada su gestión.
Lo que noto diferente en esta legislatura es quien oposita. Por su labor, por ilusionar a muchos vecinos; ya nos escuchan y alguien desde el ayuntamiento nos ayuda (como con las multas). Ahora toca el «basurazo»
Exacto la que el concejal Terron ve desde la cafetería o las proximidades de la Gran Vía lo que no conoce del dineral gastado en una ciudad abandonada de limpieza y sin merecer lo que se paga por ella en descanso y mal vivir. Existe varias Majadahonda que seguramente con miembros de la corporación municipal unos viviendo fuera y otros en sus urbas pues sol el postureo…
y las fotos del panfleto desvirtúan una realidad muy distinta de otras zonas como las llamo del Bronx. Que tengan cuidado con tacones y vestimentas algunos que transitan el centro para comer y que al menos miren hacia las personaras mayores en cuanto a estado de aceras y limpieza pero en serio no en la enorme flota que tienen para NADA. La legislatura esta a la mitad y creo que nunca estuvo así la ciudad pero si es por urbas y resto del personal new pues Majadahonda esta muy bien,algunos ya tendremos q mirar que se cumpla ese eslogan de Majadahonda ciudad para vivir en otras zonas.
Ya solo el gasto del panfleto… me da igual quien lo pague. Es dineral mal invertido. Así gestionan… entre amiguetes anda el juego.
Entiendo que quieran pasar desapercibidos, nuestro ayuntamiento ha sido la antesala de Soto del Real para alguno… Cuidadito con lo que haces…
Por cierto lo del panfleto del ayto, de activando Majadahonda es sencillamente bochornoso,increíble lo de 150 vehículos de valoriza..ya se sabe en Espana se premia lo malo , la mala gestión de una alcaldía nefasta que no escucha-plenos bochornosos recomiendo que se sigan por you tube si se puede- y que tiene poder absoluto,así es y esta dicho.
Aleluya Aleluya Aleluya como es de bien nacido ser agradecido,despues de casi 40 años primeros pasos para la pavimentacion del abandono del centro del pueblo,si pueblo todavia lo considero.Una felictacion o quizas una obligacion,al enos tambien digo las cosas que se hacen psotivas,pero en cualquier empresa privada hace tiempo que estarian con la carta de despido por Bajo Rendimiento,lo dicho despues de 40 años asfalatdo a San Isidro,Hernan Cortes…
Quitémosles los sueldos y que trabajen por objetivos, ya verían como desparecerían todos esos vagos políticos, vamos que llevamos toda la vida así en este país (chupándonos el dinero). Encima no son ni de Majadahonda, lo que tenemos que hacer es NO VOTAR a nadie y provocar un caos!! Pero los españoles todos calladitos y encima el impuesto del
BASURAZO. Sigamos consintiendo como pusilánimes. Saludos
Conocen estos mejor Majadahonda que todos los equipos de gobierno anteriores llenos de majariegos, juntos.
A veces, como en este pueblo, es mejor ser de fuera y así se acaba con el caciquismo.