JORGE RUBIO. El último pleno del Ayuntamiento de Majadahonda antes de las vacaciones de verano tuvo ciertos tintes de «déjà vu» al convertir en temas protagonistas diversas cuestiones que ya habían sido tratadas en anteriores sesiones plenarias. Una de ellas fue el retorno de la amortización de la deuda del Consistorio, aunque en esta ocasión vino acompañada de un paquete de distintas inversiones. Ángel Alonso (PP) fue el encargado de presentar este punto: «la modificación tiene dos partes. Una nueva propuesta con una relación de inversiones con cargo al superávit de 2016 que fue de 15 millones de euros» y «la segunda parte es la cancelación de los préstamos vivos de 11 millones de euros«. El concejal de Hacienda explicó que tras haber sido rechazada inicialmente la cancelación de la deuda por las dudas suscitadas, estas habían sido disipadas y aseguró que su eliminación no tendría «ninguna consecuencia para el Ayuntamiento» ya que el dinero usado para ello «no se podía utilizar para otra cosa». En esta ocasión, la iniciativa del Equipo de Gobierno consiguió alterar el signo de la anterior votación y con 17 votos a favor (PP y Ciudadanos), 4 votos en contra (Somos e IU) y 4 abstenciones (PSOE y Centristas) la cancelación de deuda del Consistorio y las nuevas inversiones salieron adelante.


Antonio Rodríguez (Ciudadanos) se mostró disconforme con la «cancelación de los créditos» pero aceptó que «no había más remedio». Zacarías Martínez-Maíllo (PSOE) contraatacó a Ángel Alonso (PP) asegurando que cuando «no tiene argumentos para contrarrestar lo local tira para arriba» y solicitó que «desapareciesen los límites impuestos por su Gobierno a los Ayuntamientos para que pueden destinar el remanente a promover programas y servicios demandados por la ciudadanía». Martínez-Maíllo se mostró duro en su intervención al asegurar que en el Equipo de Gobierno «se comportaban como unos trileros» al volver a traer la amortización de deuda tan solo un mes después de haber sido rechazada. «No podemos permitir que metamos en el mismo bote las cosas que son de amortización anticipada como las inversiones que van contra el superávit«, señaló para también cuestionar en qué mejoraba la ciudad adquirir «nuevos ordenadores, almacenamiento de servidores y sistemas operativos». También cuestionó la naturaleza «provisional» de las obras del muro de Miguel Hernández, ya que se acometían porque «no se gasta lo necesario para arreglarlo». «Como decían en Mozambique, continuaremos en la lucha«, concluyó el edil socialista, al tiempo que anunciaba la abstención de su grupo.

«Creemos que esta vía de financiación puede que no sea la más razonable. Estamos de acuerdo en que no pueden traernos esto como un pack«, puso de manifiesto Patricio Mackey (Somos). El concejal destacó que «para que estas inversiones se hagan así tienen que tener una vida útil de 5 años«, algo que a su juicio entraba en contradicción con las obras provisionales del muro de Miguel Hernández. «Uno empieza a estar cansado de la forma de tratar las inversiones por parte del Equipo de Gobierno. Para suplir su falta de mayoría absoluta recurren a una política de chantaje«, espetó Juancho Santana (IU). Una línea argumental que mantuvo a lo largo de su intervención asegurando que «si rechazamos sus propuestas parece que somos los responsables de la muerte de Kennedy» y alegó que desde el PP se limitan «a esperar que Ciudadanos se retracte. Al final es el alcalde in péctore Cristóbal Montoro es el que decide qué podemos hacer. Es un superávit labrado en recortes de servicios públicos. Tenemos 50 millones en la buchaca y no los podemos utilizar«, sentenció Santana, para afirmar que llevaba desde febrero solicitando «una relación de las inversiones financieramente sostenibles realizadas en 2016». Por su parte, Mercedes Pedreira (Centristas) preguntó si afectaría a la regla de gasto «que el Ayuntamiento hubiera tenido posibilidades de hacer inversiones sostenibles por el importe de tesorería».

Ángel Alonso (PP) cerró el punto asegurando que las inversiones «agilizan las gestiones de los ciudadanos y facilitan la administración electrónica«. El edil popular fue crítico con la Oposición al asegurar que si por ella fuese «Majadahonda seguiría siendo una aldea» y recordó que en 2 años se habían traído «57 actuaciones por valor de 15 millones de euros». Por tanto no se podía decir que «escatimasen recursos». Contestando a Mercedes Pedreira, el edil Alonso reveló que «el dinero que estamos destinando a amortizar anticipadamente la deuda no se puede aplicar a ninguna otra cuestión. Uno de los primeros requisitos para estas inversiones se remite al menor de los dos», un punto en el que el interventor Julio Prinetti coincidió con el concejal de Hacienda. Por último, Alonso sostuvo que amortizar la deuda «además de ser beneficioso está obligado por ley».

Majadahonda Magazin