La conductora llevaba puesto el cinturón y las 3 niñas también, según el primer dictamen de Guardia Civil, pero dio «dos o tres volantazos» que hacen pensar a la benemérita que el accidente, cuya carretera muestra la imagen, se produjo por «distracción»

AGENCIA EFE. La guardia civil ingresada en el hospital Puerta del Hierro de Majadahonda (Madrid) tras resultar herida en el accidente de tráfico en el que murieron una joven y tres menores en la carretera M-608 ha salido de la UCI y ha pasado a planta, donde evoluciona favorablemente, han informado este 14 de junio (2023) fuentes del instituto armado. A unos 2 kilómetros de la salida del casco urbano de Villalba en dirección a Moralzarzal la joven conductora perdió el control del vehículo y, tras unas bruscas maniobras, impactó de forma frontolateral con el coche conducido por la guardia civil, que se dirigía a su puesto de trabajo en el puesto de Villalba. Fuentes de la investigación indicaron a EFE que la causa más probable del grave siniestro fue una distracción aún por determinar de la conductora que viajaba junto a las tres menores. La guardia civil, de 30 años, fue intervenida el mismo día del siniestro por diversas fracturas en una vértebra y en las piernas, de las que se ha ido recuperando en las últimas horas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). El accidente se produjo la madrugada del pasado domingo 11 de junio en la carretera M-608, que une los municipios de Moralzarzal, donde residían las cuatro fallecidas, y Collado Villalba, donde la mayor de las cuatro, hermana de una de las menores, había ido a recogerlas tras pasar la noche en las fiestas de la localidad.


Carlos Hidalgo

Carlos Hidalgo

TODAS LAS OCUPANTES LLEVABAN EL CINTURON. «La embestida fue tremenda, según los investigadores. Aunque no parece que hubiera exceso de velocidad, el límite en ese tramo es de 70 kilómetros por hora. Una fuerza que hay que multiplicar por dos, al sumar la del Toyota Ayago y la del Seat Arona, explican fuentes del caso. A eso hay que añadir que el coche de las fallecidas era muy endeble, de apenas 3,7 metros de largo y con un morro muy corto. El choque fue frontolateral. Polina, que regentaba un bar de copas en el pueblo desde el año pasado y acudió a recoger a las niñas a las fiestas, llevaba puesto el cinturón de seguridad. Las niñas, al parecer, también, pero se investiga si alguna o algunas de ellas no lo habían sujetado correctamente, aunque este extremo es muy dudoso», señala el diario ABC.


Escenas de dolor en Moralzarzal captadas por el fotógrafo Santi Burgos en el diario El País

LA GUARDIA CIVIL SALE DE LA UCI Y REALIZA LAS PRIMERAS DECLARACIONES. El periodista del diario ABC, Carlos Hidalgo, ha revelado datos muy precisos sobre lo que pasó esa trágica madrugada por medio del testimonio de la guardia civil afectada: «Ana R., la guardia civil de 30 años contra cuyo coche colosionó el turismo donde viajaban las cuatro víctimas mortales del accidente de Collado Villalba, en la madrugada del pasado domingo, es la única superviviente de la tragedia. Según ha podido saber ABC, la funcionaria ya se encuentra en planta del hospital Puerta de Hierro de Majadahonda, con una importante mejora. La zona más afectada es la lumbar, así como las piernas, donde sufre fracturas y donde más tensión se generó en el momento de apretar el freno para evitar el accidente. Se espera que en las próximas horas pueda sus compañeros de la Agrupación de Tráfico le tomen declaración, como testigo y perjudicada, de lo que allí ocurrió. Pese a ello, ya se manifestó de manera espontánea después del siniestro. Aún muy dolorida, comunicó: «Vi el coche que se me venía encima y no me dio tiempo a reaccionar». Eso coincide con los datos que se van conociendo de lo ocurrido a la altura del kilómetro 38 de la M-608, sentido Moralzarzal. Hacia esa localidad conducía Polina, la joven que el 13 de junio habría cumplido 26 años y que trasladaba a su hermana L. y a dos amiguitas más, de entre 13 y 16 años, de las fiestas de Collado Villalba a Moralzarzal, donde residían. En un momento dado, Polina, al salir de una curva que no es excesivamente pronunciada, se le fue el coche. «Investigamos que se trata de un despiste, porque fuera hablando o cualquier cosa momentánea. Lo que está claro es que no es ese un punto negro, puesto que no hay fallecidos ahí en los últimos cinco años», indican fuentes policiales.

LA GUARDIA CIVIL ANA AVISÓ DE LA OCURRIDO: «SE ME ECHÓ ENCIMA, NO ME DIO TIEMPO A REACCIONAR». «Lo que ocurrió fue que, una vez perdido el control del Toyota Aygo negro, dio lo que conocemos como un volantazo defensivo, hacia la izquierda, al ver que venía el otro coche y se iba a dar con él«, añaden. Esto es un acto reflejo en el que los conductores que se ven en situaciones así, sin pensarlo, giran de manera brusca buscando el menor impacto posible. Y por eso, en accidentes con varios ocupantes en un coche, suele ser los copilotos los que más frecuentemente fallecen. Así fue cómo invadió el otro carril, el del sentido opuesto y por donde viajaba la guardia Ana. Es más, la huella de frenada del Toyota era muy pequeña, el choque, una vez se le fue el coche, era casi inevitable. En cuanto a la agente de la Benemérita, viajaba en un SUV, un Seat Arona, y se disponía a incorporarse a su puesto de trabajo en Seguridad Ciudadana, precisamente como refuerzo voluntario para el dispositivo especial de las fiestas de Villalba. Tras el siniestro, ella misma avisó de lo ocurrido y de su alcance, a las 5.50 horas. Sus compañeros del puesto se extrañaron de que no llegara a las 6 de la mañana al lugar de trabajo y la llamaron al móvil; luego, al ver que no contestaba, telefonearon a su madre, el contacto de confianza que había dejado. La mujer les dijo que Ana se había ido a trabajar, y ataron cabos.

 

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