Presentación del libro «Romper el silencio» de Estefanía Igartua en la Biblioteca Francisco Umbral de Majadahonda

ELENA MARTICORENA. Estefanía Igartua Escobar (Madrid, 1991) es una superviviente de los Abusos Sexuales en la Infancia (ASI) y una valiente escritora que plasma sus memorias en el libro «Romper el silencio. Cómo superé los abusos sexuales en la infancia». Escrito durante la pandemia de 2020, y publicado un año después, en octubre de 2021, el libro era presentado el miércoles 16 de febrero (2022) en la Biblioteca Francisco Umbral de Majadahonda. La autora, acompañada por Ana Valverde, editora de Arcopress y María José de Miguel, agente editorial, compartió con los asistentes el largo camino que tuvo que recorrer hasta ser la persona que es hoy en día. Los abusos, que comenzaron con tan solo 6 años de edad, se prolongaron hasta los 12 y continuaron, en forma de maltrato psicológico, hasta que a los 15 decidió abandonar la casa familiar. 5 años después y un juicio poco favorable para Estefanía Igartua (su padre, que abusó sexualmente de Estefanía durante 6 años no llegó a entrar en la cárcel por, entre otras razones, falta de pruebas), empezaría su larga escalada para salir del infierno vivido en la infancia y adolescencia. Su culminación es este libro, una forma material de permitirse evolucionar y perdonar a su agresor. «Necesitaba perdonarle para sanar, porque con rabia no se puede vivir. Necesitaba empezar a ser feliz» afirmaba la escritora.


Elena Marticorena

¿Qué supuso para la editorial lanzar un libro con un contenido tan sensible? – Ana Valverde: Al principio nos impactó el relato, y yo lo sentí como mujer, como hija y como madre. Pero creo que es una historia que teníamos que contar y hemos conseguido que el libro tenga un recorrido, donde lo importante es el final, que es esperanzador. Estefanía es una superviviente que ha salido hacia delante con la situación que le ha tocado vivir. Es optimista pensar que ella ha podido salir de ese infierno y que podría servir de ejemplo para que otras personas, que estén pasando por una situación parecida, se atrevan a denunciarlo y a plantar cara a lo que les esta pasando. Es importante dar visibilidad a algo que lamentablemente sigue sucediendo en nuestra sociedad y que tenemos que tratar por todos los medios de parar. Si alguien esta sufriendo abusos o los ha sufrido, si se encuentra con un libro como el de Estefanía, a lo mejor se llena de valentía para buscar ayuda. Y es en este punto en el que el libro enlaza con la salud mental, las instituciones y el dar un toque de atención a la sanidad para que no solamente se ocupen de las dolencias físicas sino que también presten el apoyo psicológico que las víctimas necesitan. El libro «Romper el silencio. Cómo superé los abusos sexuales en la infancia» se presentó en octubre del 2021 y ahora que lo veo con más distancia, considero a Estefanía mucho más valiente de lo que ya lo hacía antes. La admiro por la coraje que mostró abandonando su casa, denunciando la situación, pidiendo ayuda y sobre todo plasmándolo todo ahora en este libro.


La escritora Estefanía Igartua se marchó de casa a los 15 años cuando denunció a su padre por abusos sexuales

Desde tu experiencia Estefanía, ¿crees que hay suficiente concienciación social sobre los abusos en la infancia? – Sí que hay una concienciación social mayor que cuando yo tuve que abandonar mi casa y enfrentarme a un juicio (hace 10 años). Sin embargo, aun nos queda mucho por avanzar como sociedad y los datos así lo reflejan: el 80% de los abusos son intrafamiliares, 7 de cada 10 niños sufren abusos (5 de cada 10 niñas, 3 de cada 10 niños). Creo que es algo que compete a todas las esferas de la sociedad y es importante que se implanten protocolos de actuación, sobre todo en el colegio y en el deporte. ¿Y a nivel judicial? – Más de lo mismo, ha mejorado pero aún falta. Los delitos de este tipo, cuando yo lo denuncié, prescribían a los 4 años, y ahora con la aprobación de la Ley de la Infancia el año pasado, los delitos prescriben a los 30 años. Pero aún así creo que no tendría que haber ningún límite de años porque muchos niños que han sufrido los abusos, son conscientes cuando son padres y es entonces cuando deciden denunciar. Y en algunos casos, con la ley en la mano, puede ser tarde. Además, las sanciones no son acordes al delito cometido. Mi padre, por ejemplo, nunca llegó a entrar en la cárcel. Y por otro lado no hay profesionales especialistas en abusos y eso es un error porque si a las víctimas ya les cuesta dar el paso, que no tengan ese respaldo supone una desprotección para quien denuncia. ¿Y qué propones para poder ayudar a las víctimas de los abusos en la infancia? – Yo he estudiado Psicología y actualmente estoy cursando el Máster. Mi objetivo es crear una asociación, porque actualmente no existe ninguna, para crear grupos de ayuda y terapia tanto grupal como individual a las victimas de ASI. Cuando decidí que ese era mi objetivo cree una página en Facebook para que las personas pudieran contactarme pero espero poder constituirlo como una asociación pronto. Próximo capítulo: «El suicidio es una de las principales causas de muerte en España y los abusos su principal razón»

Majadahonda Magazin