Víctor Hernández (Club Virgen de Icíar Majadahonda) y Álex Cordobés (Burgocentro Las Rozas): las mejores tartas de queso de la Comunidad de Madrid 2022

LIDIA GARCIA. El periódico «El Español» ha publicado este mes de diciembre (2022) un reportaje del periodista Nicolás Alba titulado «Álex Cordobés, de cocinar en el garaje de sus padres a vender la mejor tarta de queso de Madrid» desde 6 € la porción y 40 € la tarta completa, produciendo unas 1.000 semanales de media. En el texto, recuerda que Lucas Vega, chef del restaurante «El Toque» de Majadahonda y buen amigo de Álex, le dijo a principios de 2021 que le cedía un local para que probara. Lo hizo de manera altruista, porque conocía y confiaba en el potencial de las tartas de los Cordobés. “Siempre le agradeceré ese gesto, además de que siempre me dio buenos consejos para mejorar. Le debo mucho a él y al chef Iván González, de la «Taberna Barra y Mantel» (Madrid), porque introdujo mi tarta en su carta de postres y, gracias a ello, adquirimos mayor fama”, revela el pastelero y repostero Álex Cordobés sobre su «mecenas”, entonces en el Grupo Larrumba. Por su parte, Víctor Hernández Moya es el chef de un restaurante de Majadahonda singular: está ubicado en el Club Social de la Urbanización Virgen de Icíar y aunque su postre estrella es la tarta de queso (que ha logrado un punto de cremosidad inigualable) tanto el menú como la carta o las raciones son muy originales. Si a ello le unimos el esmerado servicio, la opción de terraza, interior, barra o barril con taburete y la excelente relación calidad/precio ya tenemos las razones por las que Víctor ha triunfado con esta nueva apuesta tras pasar por «El Nuevo Fogón«. Se formó en el María de Zayas de Majadahonda, la escuela culinaria que tantos buenos cocineros aporta a la gastronomía española, y numerosos clientes han enviado sus gratas impresiones a MJD Magazin.


TARTAS CON LISTA DE ESPERA EN EL BURGOCENTRO DE LAS ROZAS. .El madrileño de 30 años revela la historia de la tarta que recomiendan chefs como Samantha Vallejo-Nágera.“ La cosa se ha ido de madre, en el buen sentido”, señala el otro reportaje de El Español a propósito del único repostero que vende sus tartas de queso con lista de espera: “Álex y David Cordobés tenían una altísima demanda así que, naturalmente, había llegado el momento de pensar en el siguiente paso, el momento de montar un obrador y abrir una tienda física. “La inversión era muy fuerte, entonces nos daba miedo por si no funcionaba”, recuerda el mayor de los hermanos.

«MILAGRO» EN VIRGEN DE ICIAR. Y ocurrió un «milagro»: el local majariego pronto se le quedaría pequeño, por lo que Álex Cordobés se lanzó a la búsqueda activa de local hasta que halló el local 106 del Burgocentro, en Las Rozas. “Era perfecto para lo que quería y se ajustaba al presupuesto”, valora. Así que ni corto ni perezoso, el pastelero montó ahí su obrador, el cual abriría en octubre de 2021. Fue ahí cuando el negocio de Álex Cordobés eclosionó. Las tartas de queso se hicieron aún más famosas, sobre todo, después de que los jugadores del Real Madrid Lucas Vázquez y Álvaro Arbeloa las conocieran y las hicieran virales en redes. “El culmen fue que aposté con Lucas que si vencían al PSG el pasado febrero en los octavos de la Champions, les regalaba 60 tartas a todo la plantilla y trabajadores de Valdebebas. Algo que tuve que hacer cuando les eliminaron”, celebra el pastelero. Desde entonces, el negocio no ha hecho más que crecer. Ahora Álex y David Cordobés cuentan con 15 personas en su equipo y preparan cada semana, de manera artesanal, una media de 1.000 tartas. De ahí que hayan conseguido crecer como la espuma en tan sólo 14 meses y que, ahora, hayan podido abrir un segundo local en el centro de Madrid”, concluye El Español.

VÍCTOR HERNÁNDEZ (CLUB VIRGEN DE ICÍAR): LA TARTA DE QUESO MAS ESPECTACULAR. Mientras tanto, otros gastrónomos labran su presente y futuro con menos ruido pero el mismo éxito: «A lo largo de mis 20 años de experiencia, he pasado por muchas cocinas. He aprendido mucho de ellas pero también he aportado mucho. Así que en los últimos años llevaba estudiando la posibilidad de emprender algo por mi cuenta. De poder aplicar todos mis conocimientos culinarios en un sólo espacio. Lo que tenía muy claro es que para dar el paso tenían que darse las circunstancias ideales para poder plasmar mi trabajo como yo quiero. Sin cortapisas y sin ningún tipo de limitaciones. Y esa oportunidad se presentó cuando me enteré de que la gestión del Club de Virgen de Iciar iba a salir a concurso. Un club en una de las urbanizaciones más longevas de Majadahonda y que yo conocía bien, pues me he criado en esta ciudad», señala el conocido chef que también es “futbolero” del Rayo Majadahonda, según señala un reportaje publicado en MJD Magazin.

Gonzalo López-Hermida, Ramón Hermosilla, Alonso Aznar, Charlie Saiz y Fernando Nicolás © Leticia Díaz/ Vanity Fair

GRUPO LARRUMBA, LOS REYES DE ARAVACA: la firma hostelera liderada por Chiqui Calleja, Fernando Nicolás y Carlos Saiz, como socios principales son “los emperadores del Imperio” de la Gastronomía en el Oeste de Madrid, al que se unió Alonso Aznar y compañía «con un conocimiento total y absoluto de los gustos del pueblo “pijo” madrileño, y sus territorios”, ya que “aciertan en sus conquistas y alzan sus banderas en las zonas más afines para ello”. Así lo demostraron, primero, con su desembarco en La Moraleja mediante su arrocería La Sabina y a los tres días de esa conquista, llegó su aplastante desembarco en Aravaca. Y así es como Larrumba abrió su complejo “Rumbo Aravaca” donde figura un africano: Okavango; un mexicano: La Chingona; una arrocería: La Sabina; un indio: Bengala; y un “japo”: Masako.

LA ENVIDIA, EL DEPORTE NACIONAL. Además, el hermano del Emperador Fernando Nicolás también vio en todo esto una oportunidad para montar su propio mini imperio y, mediante el grupo Lalala, abrió en este complejo su restaurante “La Mamona”, del que “me han hablado como sitio infame. Es normal que el hermano también quiera su cachito, pues solo hay que ver el Instagram de Fernando Nicolás para querer llevar su vida de viajes, fiestas, motor y dinero. Aunque ojo, vivimos en un país donde la envidia es deporte nacional, y ya he oído a más de uno decir que pasa de ir a cualquier restaurante de Larrumba por no estar dispuesto a que su dinero, a cambio de una comida muy sin más, termine sirviendo para sufragar los gastos de la vida de todos estos» escribía el temible crítico gastronómico Alberto de Luna tras otro reportaje algo más edulcorado en Vanity Fair.

 

 

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