La sensibilidad liberal que promueve Friedrich Hayek,​ Premio Nobel de Economía de 1974, en su libro «Camino de servidumbre«, emerge un debate interesante sobre las lógicas intervencionistas propias de otro signo político y la imputación por presuntas comisiones y tráfico de influencias, a Cristóbal Montoro (PP), el ministro de Hacienda que subía impuestos para reforzar el Estado y que ahora es acusado de manipularlo para beneficiar a unos pocos.

MIGUEL SANCHIZ. Escuché hace poco a figuras políticas asegurar sin tapujos que Cristóbal Montoroministro de Hacienda durante los gobiernos de Aznar y Rajoy— era “socialista”. Una afirmación desconcertante, pero cuando se compara con la sensibilidad liberal que promueve Friedrich Hayek,​ Premio Nobel de Economía de 1974, en su libro «Camino de servidumbre», emerge un debate interesante. No por convicción ideológica, sino por el peso que dio al Estado en la economía. Montoro impulsó subidas de impuestos en plena crisis (IVA, IRPF…) y elevó la presión recaudatoria. Esa dinámica, desde una perspectiva hayekiana, puede confundirse con lógicas intervencionistas propias de otro signo político. Además, su impulso del modelo 720 o la dureza contra el fraude fiscal refuerzan la imagen de un Estado fuerte que asfixia la iniciativa individual. No es socialismo clásico, pero sí una deriva hacia formas de poder estatal que Hayek consideraría incompatibles con su idea de libertad.

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HASTA AQUÍ, SI ACASO, MONTORO SERÍA “SOCIALDEMÓCRATA”, EN EL PEOR SENTIDO PARA LOS PURISTAS LIBERALES. Pero el último escándalo añade una dimensión inesperada. Montoro está siendo investigado por presunta trama de influencias: su despacho, Equipo Económico, cobraba más de 300 .000 € (llegando a 11 millones de € en total) a empresas gasistas, eléctricas y de renovables para que leyes fiscales se redactaran a su medida Un correo interno reveló: “la vía más directa … es pagar a este equipo … con contacto directo con el ministro”. Hay 28 imputados, incluida la cúpula de Hacienda.

ESTA POLÉMICA REVELA UN PROBLEMA MAYOR: EL USO DEL PODER ESTATAL PARA OTORGAR FAVORES PRIVADOS. Aunque no derive en colectivismo, sí es una clara muestra de interrelación entre Estado y élites económicas. Desde la perspectiva de Hayek, es un abuso del poder centralizado que no solo socava la libertad individual, sino también el funcionamiento justo del mercado. En resumen, llamar “socialista” a Montoro es sin duda un exceso conceptual. Pero detrás de esa provocación hay una crítica legítima: sus políticas fiscales estuvieron más cerca de un Estado fuerte e intervencionista que de la libertad económica que pregonaba su partido. Y ahora, con la imputación por presuntas comisiones y tráfico de influencias, surge una paradoja dramática: aquel que subía impuestos para reforzar el Estado, ahora es acusado de manipularlo para beneficiar a unos pocos.

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