JORGE RUBIO/ F. UTRERA. El Patrimonio Histórico, Cultural y Artístico fue uno de los protagonistas de los debates que han tenido lugar este martes en el Ayuntamiento de Majadahonda y lo fue gracias a una de las mociones que se presentaron durante el último pleno. La histórica Casa de la Radio o la escultura de Carmen Perujo en el Parque de Colón fueron algunos de estos elementos que pertenecen al legado cultural majariego y que fueron mencionados durante las intervenciones en el pleno. Obras y estructuras artísticas o arquitectónicas que según los concejales son prácticamente desconocidas para los ciudadanos de Majadahonda. Juancho Santana (IU) fue el encargado de presentar la moción y señaló que desde su partido quieren «que se identifiquen, cataloguen y se den a conocer» y que incluso se hagan «visitas guiadas» si los estudios pertinentes lo muestran necesario. Le respondió la concejala de Cultura Fátima Núñez (PP), que aseguró que ese trabajo ya se estaba haciendo y que pronto vería la luz. A la moción se sumaron todos los grupos, por lo que fue aprobada por unanimidad.
Mercedes Pedreira (Centristas) aprovechó su intervención para recordar que Majadahonda «siempre se ha distinguido por tener muchos artistas» y planteó la posibilidad de que el Ayuntamiento diese facilidades a los que «tienen patrimonio en sus casas y que nos lo donarían ya que no saben que hacer con todo su legado». En relación con la identificación de las obras, señaló que una de las pocas que poseen una placa es la escultura al Majariego Autóctono que está cerca del Gimnasio Físico. Irene Salcedo (Somos) recordó la Casa de la Radio junto al cementerio y la escultura de Carmen Perujo para destacar que hay que «cambiar el modelo de ciudad» para que «no exista una Majadahonda que desconozca su cultura«. Por su parte Mariene Moreno (Ciudadanos) apuntó que la iglesia de Santa Catalina data del S. XVI y que existen hermandades muy antiguas en la ciudad vinculadas a este culto.
Fátima Nuñez (PP) afirmó que el patrimonio cultural majariego «está inventariado» y que actualmente se está en proceso de identificar las obras artísticas de Majadahonda, aunque con unas cartelas de cartón pluma en las obras que se encuentren en espacios cerrados y unas placas metálicas grabadas en aquellas otras que estén situadas al aire libre. La concejal señaló como «interesante» que se incorpore «en el boletín municipal» estos elementos culturales y adelantó que están «barajando la posibilidad de un catalogo virtual». En cuanto a las visitas guiadas «nos parece complicado, pero lo estamos viendo a través del pliego de aulas abiertas» con lo que finalizó su intervención, no sin antes recriminar a Juancho Santana «sin acritud» su particular «talante» al exponer sus mociones, que interpretó como demasiado agresivas hacia el equipo de Gobierno. El representante de IU recogió el guante y contestó a Fátima Nuñez agradeciendo que la moción saliese adelante para añadir «sin acritud» que los concejales «suelen representar a los ciudadanos de donde han nacido. y yo no soy un concejal mercenario«.
Duelos con florete o cincel aparte, el primer debate sobre política y gestión cultural que se celebra en Majadahonda en esta nueva legislatura evidenció la necesidad de ese catálogo on line porque la desinformación e ignorancia está muy arraigada. No existe un cronista oficial en la ciudad y solo existe un trabajo del historiador Manuel Gesteiro y otro más con el fotógrafo Julio Valverde titulado “Imágenes de Majadahonda”. Las profesoras Elia Canosa Zamora y Ángela García Carballo del Departamento de Geografía de la Universidad Autónoma de Madrid escribieron un artículo sobre la obra escultórica de la periferia madrileña en el que citan a Majadahonda y no precisamente por su valor cualitativo: «En la periferia de las ciudades contemporáneas, en zonas de promoción reciente, el arte público se ha instalado en las rotondas como un espacio de calidad paisajística, pretendiendo convertir su islote en el nuevo referente urbano. La confluencia de intereses de políticos, constructores, medios de comunicación y artistas, han convertido a este binomio en panacea de un paisaje urbano que se estandariza y empobrece». Y tras citar «El Majariego», «Composición abstracta» y «Monumento conmemorativo del 11-M» como los tres principales ejemplos de obra pública en Majadahonda, añaden: «Todo tipo de esculturas puede encontrarse en las rotondas. El arte figurativo tradicional se utiliza, no obstante, en menor medida y cuando se emplea, en general, no posee las dimensiones o la policromía adecuadas para ser visto a distancia o en movimiento. El Majariego, instalado en 2002 en una rotonda de Majadahonda, es una buena prueba. La escala de los personajes y, sobre todo, la del mensaje, el homenaje a los ganaderos majariegos donde hubo un abrevadero, se pierden en la extensión de la isleta central».
Fuente: El Majariego, una escultura reseñada en una revista científica sobre Arte