JORGE RUBIO. El crecimiento demográfico de Majadahonda ha sufrido un inesperado revés en 2018 y según los datos oficiales del último censo su población se redujo hasta los 71.785 habitantes. Una cifra que supone una reducción de 1.155 personas desde los 72.940 vecinos de 2017 y que alejan al municipio de la cifra de los 75.000 habitantes que la catapultarían a la categoría de medianas y grandes urbes. No hay una única causa que explique esta merma en el número de habitantes aunque a lo largo del año han sido varios los expertos y especialistas que han advertido de este escenario y de la incapacidad de la ciudad para crecer urbanísticamente. Una de las causas que explican esta situación de decrecimiento tiene que ver con la realidad demográfica española, cuya población está cada vez más envejecida. Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), Majadahonda contaba a principios de 2018 con 15.085 personas mayores de 60 años de edad. Y aunque la ciudad es una de las que más esperanza de vida ofrece, no cabe duda de que las implacables leyes naturales y los decesos pueden llegar a suponer una importante reducción del censo de aquí a los próximos años si no se revierte esta tendencia. En comparación, según el censo del INE, los niños de 0 a 10 años se sitúan en 8.465, lo que pone de manifiesto el estrechamiento en la base de la pirámide poblacional de Majadahonda. 


Vista aérea de Arco de Poniente

Pero el saldo entre los que nacen y los que mueren es solo una de las causas que explican este descenso de más de 1.000 habitantes en la ciudad. Otro de los factores que justifican la pérdida de vecinos es la falta de construcción de vivienda nueva en Majadahonda. A pesar de que la planificación urbanística de la ciudad contempla 5 nuevos barrios, el desarrollo de estos permanece parado o avanza con inusitada lentitud. Urbanizaciones como Arco de Poniente o Los Satélites languidecen a la espera de que se dé el pistoletazo de salida que permita la creación de más vivienda nueva en estas zonas. Así lo han hecho notar las empresas del sector inmobiliario, que lamentan el «inmovilismo» del Ayuntamiento de Majadahonda a la hora de dar luz verde a las nuevas licencias de obra. «El ladrillo en Majadahonda continúa parado y las promotoras inmobiliarias ya no saben cómo desbloquear la situación. ASPRIMA (Asociación de Promotoras Inmobiliarias de Madrid) lo ha intentado, pero el consistorio continúa con su inmovilismo en la Concejalía de Urbanismo», detalla Carlos Lospitao en el blog Merca2, asociado a la multinacional norteamericana Bloomberg. Desde el Ayuntamiento, sin embargo, aunque admiten esta ralentización, destacan que se ha accedido a la petición de los funcionarios contratando más personal y señalan que ASPRIMA y la publicación Merca2, particularmente activa en esta materia, se mueve por intereses inmobiliarios concretos.

Área de los Los Satélites en construcción

«La única relevante en cuanto a número de viviendas es la de «Los Satélites» de la constructora y promotora Afar 4, la única de las ‘grandes’ que ha logrado salvar el veto urbanístico de Majadahonda. Este desarrollo proyecta 360 viviendas unifamiliares que aliviarán de algún modo la demanda de vivienda que existe en esta localidad. Sin embargo, la suma del resto de promociones activas no suman más de 20 viviendas, una oferta del todo insuficiente», prosigue esta publicación. Esta circunstancia ya fue adelantada por el estudiante de Ingeniería y vecino de la zona Oeste de Madrid, Javier Rubio, que planteaba a principios del pasado año estas cuestiones y las elevaba a la Concejalía de Hacienda y Desarrollo Económico del Ayuntamiento de Majadahonda. «¿Cuándo se va a poner en marcha el desarrollo urbanístico de Arco de Poniente?», preguntaba Javier Rubio haciendo notar que este había sido uno de los compromisos electorales del PP en 2015, así como la importancia de alcanzar la «cifra mágica» de los 75.000 habitantes. A falta de pocos meses para concluir la legislatura, parece que dicha promesa electoral no se ha cumplido y según coinciden los analistas urbanos esta sería una de las causas que han tenido un impacto significativo sobre la merma de población en Majadahonda.

Íntimamente ligada a la cuestión de la vivienda es su precio, que durante 2018 no ha dejado de escalar con fuerza en una tendencia que recuerda a los años anteriores al estallido de la burbuja inmobiliaria. En este sentido, Majadahonda se ha posicionado durante 2018 como una de las ciudades más exclusivas de toda España, tanto en compra de vivienda usada como en alquiler. La ciudad ostenta la posición como la 6ª ciudad de España más cara para adquirir una casa, elevándose el precio del m2 hasta los 2.537 euros a finales del pasado mes de junio.

En lo que se refiere al alquiler, tampoco es una opción atractiva y asequible: «El precio de la vivienda en España ha aumentado un 9% en el último trimestre de 2018 con respecto a finales de 2017, situando el precio medio en 1.338 euros», detalla la agencia de noticias Europa Press. «El estudio revela que en ciudades limítrofes a las principales capitales, la demanda del alquiler ha aumentado y se han visto incrementos en los precios de ciudades como Casteldefells, registrando un precio de 14,85 euros por metro cuadrado al mes, Hospitalet de Llobregat (14,4 euros por metro cuadrado al mes) o Majadahonda (11,91 euros por metro cuadrado al mes)«, concluye la agencia. Estas circunstancias está ocasionando un «éxodo» forzado de vecinos que no pueden hacer frente al incremento en el precio del alquiler y se ven obligados a mudarse a áreas más asequibles, lo que se une a la imposibilidad de atraer a nuevos residentes debido a la falta de obra nueva y el alto precio de venta.


Jorge Rubio

OPINION. Son muchas las circunstancias que han tenido su impacto sobre la población de Majadahonda, que concluye 2018 con crecimiento negativo. El último pleno del Ayuntamiento en 2018 recibió este dato del INE, que significativamente no se hizo público ni generó debate alguno entre los grupos municipales, cuando debería hacer reflexionar al actual Equipo de Gobierno y aquel que surja de las urnas en las elecciones de mayo. Pese a que la despoblación de la ciudad no parece que sea una realidad grave en el corto o medio plazo, sí que puede llegar a ocasionar otros problemas, como el paulatino envejecimiento de la población o la expulsión de los jóvenes y de las familias más humildes, debido a que no puedan hacer frente al pago de su vivienda o alquiler. Unos problemas que podrían mitigarse de incrementarse la oferta de vivienda pública y de otras promociones privadas que puedan impulsar el crecimiento de la población y volver a situar a Majadahonda en la órbita de los municipios medianos. Y una consideración que conllevaría la creación de más riqueza y servicios en la ciudad aunque para conseguirla el municipio deba realizar un esfuerzo adicional en recuperar a los vecinos que han dicho adiós a la ciudad en 2018.

Majadahonda Magazin