FELIX G. PEDROCHE. *CEO y Fundador de FUNECO®, miembro del CTN-190 de UNE-AENOR (Comité Nacional de Normas Funerarias), economista, residente en Majadahonda y ex militante del Partido Popular (PP). Dada la controversia pública suscitada al respecto con la publicación de mi anterior artículo en MJD Magazin titulado «El Ayuntamiento de Majadahonda “tiró a la papelera” el proyecto de nuevo cementerio ecológico» y las preguntas que algunos lectores realizaron al respecto, creo necesario aclarar las diferencias entre los cementerios «analógicos» y los «ecológicos». El entierro ecológico está basado en 5 pilares fundamentales para su desarrollo: 1) Ataúd ecológico (de madera reciclada), 2) UDECA® Unidad de Deshidratación de Cadáveres, 3) Cementerio ecológico, 4) Información digital en la nube (el recuerdo) y 5) Investigación mediante laboratorio de los fluidos. 1. La inhumación del cadáver se realiza en “ataúd ecológico”. Definición de “ataúd ecológico”: aquél fabricado con tableros de aglomerado procedente de planta de compostaje. En definitiva, son residuos de madera procedente de podas y entresacas (en su terminología, tableros DF), a diferencia del ataúd tradicional de ébano, con lacas, pinturas, herrajes, sedas, y demás parafernalia suntuaria y contaminante. En cuanto a la forma en que se introduce el ataúd en el subsuelo, en el entierro ecológico se hace de forma vertical, reduciendo al máximo el espacio de sepultura. El árbol será su indicativo. En el entierro ecológico el cadáver va deshidratado (carece de ese fluido contaminante que representa el 70% de su peso corporal en forma líquida), a diferencia, del entierro tradicional (no sostenible), donde el cuerpo va dentro de su catafalco (algunas veces con doble caja de zinc) repleto de elementos contaminantes, e introducido en una cavidad hecha de hormigón que retrasará su proceso de descomposición “sine die”. 


F. Pedroche

El fluido contaminante causante de la “mancha verde cadavérica” (en terminología forense), que se deposita en el fondo de la sepultura tras el proceso de putrefacción del cuerpo, es arrastrado por la lluvia atravesando la capa freática y quedando depositada en el subsuelo y aguas subterráneas, es el causante de tumores malignos (cáncer) debido a la contaminación concentrada procedente del desalojo de fluidos del cuerpo humano. Ocurre lo mismo que en cualquier otro vertedero urbano al uso, produce lixiviados procedentes de su descomposición que son arrastrados al subsuelo contaminando la cadena trófica alimentaria. Sus consecuencias las estamos viviendo cada día, con el aumento de tumores malignos en la población, que determinan su fatal desenlace.

Cementerio ecológico

2. La UDECA®, Unidad de Deshidratación de Cadáveres, se erige en pieza fundamental para el desarrollo de este sistema de entierro sostenible (sostenible significa respetuoso con el Medioambiente ), porque desaloja el 70% del peso corporal en forma de fluidos (plasma sanguíneo, y demás jugos gastrointestinales), quedando depositados en la “bombona de recogida de fluidos”, que constituye la fuente principal de la contaminación albergada por el páncreas a lo largo de la vida de esa persona, pues no es eliminada en la orina por hígado y riñones en el proceso la depuración de la sangre. Toda la química (productos de farmacia, conservantes, etc.) consumida a lo largo de la vida de esa persona, queda almacenada hasta que el proceso de descomposición post mortem la desaloja en forma de “mancha verde cadavérica”, es su huella ecológica (rastro contaminante) La propuesta es, que esta máquina de deshidratación de cadáveres, se encuentre en cada tanatorio, y sea el sistema alternativo a la incineración, evitando la producción de dioxinas de la combustión (mercurio, azufre, etc.) en la Atmósfera, generadores de alzhéimer, tumores de pulmón, etc. además de destruir esos recursos necesarios y limitados del sistema circular. No se destruye el recurso (el cuerpo) sino que una vez esterilizado , desecado, es introducido en el ataúd ecológico para su incorporación a la cadena circular de la naturaleza. El ADN almacenado en los huesos, no se destruye en el entierro ecológico, a diferencia de la incineración, que hace desaparecer todo vestigio posible de investigación forense, en su caso.


Cementerio ecológico

3. El “cementerio ecológico” se basa en la creación de un área forestal que define los espacios familiares en función de la copa del árbol como centro de ese espacio. Aquí no existen lápidas de granito, mausoleos, nichos, ni demás piras funerarias, que encarecen sobremanera el obituario. Hablamos de espacios abiertos (sin tapias) de acceso libre, formado por paseos donde practicar deporte, senderismo, actividades al aire libre y donde la biodiversidad se manifiesta con su mayor esplendor. El diseño y trazado del parque es realizado por Ingenieros de Montes, teniendo en cuenta las especies arbustivas propias de la zona o demarcación geográfica donde está su ubicación. Hablamos de un espacio de naturaleza viva (sostenible), frente al vertedero de residuos contaminantes en que se basa el cementerio tradicional (no sostenible). Los árboles son el sumidero natural de emisiones de C02, causantes del calentamiento global del Planeta, y que han sido delimitados por la Agenda 2030 de la ONU. Generar superficies forestales en el extra-radio de las poblaciones, en sustitución de vertederos de residuos, es la manera más eficiente y sostenible de atajar el deterioro climático, y por lo tanto de la biodiversidad.

Cementerio «analógico»

4. La información del difunto queda albergada en formato digital en la nube, para su acceso online, a diferencia de la tradicional en lápidas de granito o esquelas funerarias. Un QR ó link de la web colocado estratégicamente, informa al visitante interesado en el recuerdo del difunto, con textos, imágenes, videos, y demás información que el “testamento vital” determine para la memoria del difunto, como fórmula de protección de datos en lo referente a su privacidad, sin necesidad de esquelas funerarias. 5. Promover la investigación de los orígenes de las enfermedades, es el eslabón más importante para la Sanidad Preventiva. Los fluidos del cadáver alojan ese historial de sustancias químicas que influyeron sobremanera en el proceso de oxidación celular, deteriorando su salud, envejecimiento y muerte. Promover su investigación por laboratorio, supondrá un gran avance para la Ciencia, en la obtención de información procedente del cuerpo del difunto, para acometer aquellas recomendaciones sanitarias que darán como resultado una mayor calidad de vida, trabajando en definitiva por la salud del Planeta.

Majadahonda Magazin