JAVIER ANTORAZ. Los beneficios que la práctica de Mindfulness tiene para nuestra salud física y emocional, han sido ampliamente contrastados por diversos estudios e investigaciones científicas. Por eso cada vez son más las personas que acuden a un experto en Mindfulness e incorporan a su vida programas de entrenamiento en la práctica de Mindfulness como una manera eficaz de mejorar tanto su salud física como su bienestar emocional, y también son muchos los centros de salud que ya están ofertando programas de Mindfulness como complemento a la terapia psicológica o como refuerzo en procesos de sanación física y emocional. Entre ellos cabe destacar el programa que el Hospital de la Paz en Madrid está desarrollando utilizando el Mindfulness como complemento al tratamiento de diferentes psicosis, y que está obteniendo excelentes resultados.


En una sociedad en la que cada vez vivimos más deprisa, con la sensación de que no tenemos tiempo para nada, de que vamos acelerados a todas partes, cada vez más personas padecen síntomas emocionales relacionados con un desorden emocional a causa del estrés, como la ansiedad o la depresión. Pues bien, del mismo modo que cuando tenemos una afección física acudimos al médico, cuando sentimos que algo no va bien en nuestras vidas podemos acudir a expertos en mindfulness contrastados y empezar un programa de entrenamiento en Mindfulness e Inteligencia Emocional, porque del mismo modo que cuando una persona entrena su cuerpo, su cuerpo cambia, cuando una persona entrena su mente, su mente y su cuerpo cambian.

Aprendiendo a mantener la atención en el presente sin juzgar, evitamos estar constantemente pensando en el pasado o preocupados por el futuro, causas principales de la depresión y la ansiedad. Podemos percibir con claridad las sensaciones físicas, los pensamientos y las emociones en el mismo instante en que están sucediendo, evitando así una reacción automática, irreflexiva o habitual: cuando practicamos mindfulness, aprendemos a tener un abanico de posibilidades de elección mucho mayores, lo que significa que podremos elegir aquella que sea la más adecuada para nuestro bienestar.

Por tanto esa actitud serena, consciente, que nos permite vivir sin prisas, sin ansiedad ni estrés, es una habilidad que se puede entrenar, podemos aprender habilidades que son imprescindibles para un adecuado desarrollo personal y un mejor conocimiento de uno mismo, para mejorar las relaciones sociales, el rendimiento académico y laboral, adquirir hábitos de conducta saludables, potenciar la creatividad y optimizar la toma de decisiones para una vida cada vez más cercana al bienestar, y al mismo tiempo reducir los problemas derivados de la ansiedad y el estrés.

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