JULIA BACHILLER. Baldomero Rodríguez, el párroco más antiguo de Majadahonda y tan ligado a la historia de la ciudad desde que ésta era un pueblo perdido en la periferia de Madrid, ha fallecido este martes. Su cuerpo está siendo velado en el tanatorio del municipio hasta las 19:45 horas y será trasladado después a la Iglesia de Santa Catalina donde se oficiará una misa de cuerpo presente a las 20.00 horas. Sus restos mortales serán enterrados este miércoles a las 17.00 horas en Majadahonda por expreso deseo del sacerdote. El nombre de Baldomero Rodríguez ha estado muy vinculado a varias celebraciones tradicionales de Majadahonda, desde la «Fiesta de las Viejas», la Hermandad del Cristo de los Remedios o las campanas de la Iglesia de Santa Catalina, una de las cuales lleva inscrito su nombre. «La despedida de un buen párroco y un cura bondadoso», había escrito Ricardo de Luis Carballada, dominico y profesor de Teología en la Facultad San Esteban (Salamanca), con motivo de su jubilación de la parroquia de Sta. Catalina en 2010. Rescatamos ese artículo junto con uno de sus célebres pregones de las fiestas que reproducimos como homenaje de MJD Magazin a un personaje tan relacionado con la vida de esta ciudad.


Baldomero Rodríguez

RICARDO DE LUIS CARBALLADA. El domingo, día 19 se despedía de la parroquia D. Baldomero Rodríguez. Había servido a la comunidad parroquial de Sta. Catalina Mártir en Majadahonda-Madrid, durante más de 30 años. Baldomero es un buen párroco y un cura bonachón y experimentado. Comenzó su actividad en Palomeras, cuando aquella barriada obrera de Madrid estaba formada por humildes casitas (evolución de unas primeras chabolas), que albergaban a castellanos, andaluces y extremeños, transportados a Madrid por un desarrollo industrial incipiente. Desde los años 80 ejerció como párroco en Majadahonda. Es decir, vio también como este pueblo se transformaba en una zona residencial para quienes buscaban unas condiciones de vida más tranquilas que las que ofrecían las bulliciosas barriadas de Madrid. Baldomero es un cura de los que en España vivió y construyó el posconcilio. Viste sencillamente, es cercano a la gente y atento a la problemática social de la parroquia. Entiende que la Iglesia es una comunidad en la que todos, sacerdotes, religiosos y laicos, tenemos un papel activo. En su haber está el haber formado una parroquia participativa en la que se espera que los laicos digan algo más que «amén». Se ha preocupado de su formación teológica y se ha mantenido actualizado con lecturas y participación en cursos. Y no olvidaba nunca el encuentro semanal con otros compañeros sacerdotes y los ejercicios espirituales anuales.

Hace algunos años había muchos sacerdotes como Baldomero. Hoy van quedando menos. En las parroquias de Madrid comienzan a ser sustituidos por otros sacerdotes de otro estilo. Suelen vestir ropa clerical, son puntillosos en la corrección litúrgica, y más celosos en la diferencia entre sacerdotes y laicos. No soy ningún nostálgico del pasado, y sé que hoy vivimos otro momento socio-religioso en el que quizás haya que acentuar la presentación de las señas de identidad. Me parece bien que en ocasiones los sacerdotes vistamos con ropa clerical, y todos deberíamos celebrar con más solemnidad la liturgia. Pero todo ello tiene que tener siempre como horizonte lo que la generación de D. Baldomero tenía muy claro: el servicio a la gente y a sus necesidades; la atención y el cuidado pastoral de la comunidad. la profundización en el evangelio. Sin este horizonte todo lo otro podría ser una mecánica vacía, o lo que es peor, esconder apetitos ocultos de dominación y distinción personal. Como sacerdote y colaborador en alguna de las tareas de la parroquia de Sta. Catalina, estoy agradecido a D. Baldomero por su cordialidad y acogida fraternal. Y le doy las gracias por ser de esos curas que nos recuerdan lo fundamental de un sacerdote: el servicio. Gracias Baldomero y disfruta de tu jubilación. Te la tienes merecida. Leer más.

BALDOMERO RODRÍGUEZ. Queridos convecinos: Va a hacer 30 años que estoy con vosotros, celebrando y viviendo la alegría de las Fiestas del Stmo. Cristo de los Remedios; y otra vez más me pongo a vuestra disposición para que juntos las vivamos con nuestra Hermandad del Cristo y con todos los que poco a poco habéis ido llegando a crear esta comunidad humana de Majadahonda. Recuerdo todavía cuando celebramos la primera fiesta que estuve aquí. Éramos un pequeño grupo de personas que tuvimos que trasladar por separado al Cristo y las andas de la Ermita a la Parroquia para celebrar su tradicional Tríduo del 11 al 13 de septiembre, aunque el día 14, día de su Fiesta, estuvimos todos. Ahora es distinto, se instituyó la Hermandad y cada vez nos unimos más vecinos, tanto en el traslado el día 10 a las 9 de la tarde como a la solemne Procesión del día 14 que tendremos después de la misa de las 8 de la tarde. La Eucaristía solemne en honor a nuestro Patrón, Stmo. Cristo de los Remedios, se celebrará como es costumbre, a las 12 horas del día 14, este año domingo. De todo corazón os deseo, en nombre de todos los sacerdotes, Hermandad y del Consejo Pastoral, que paséis unas Felices Fiestas y que el Stmo. Cristo respalde a nuestras familias y nos ayude a hacer felices a los que estén con nosotros. Un cordial saludo y abrazo en Xto.

APUNTES HISTÓRICOS SOBRE BALDOMERO RODRÍGUEZ: Esta es una entrevista que se le hizo a la entonces presidenta de la Hermandad del Rosario, Dolores Pérez, hace ya algunos años, aunque quizás alguna de las actividades que relata ya no las hacen (Olimpiades Rivera, director de Cultura del Ayuntamiento de Majadahonda): “La Fiesta de las Viejas: Así es como se conocía antes a las celebraciones que, en honor a la Virgen del Rosario, llevan a cabo las integrantes de su Hermandad. Esta agrupación forma parte de la idiosincrasia majariega desde principios del siglo XIX, y en ella participan exclusivamente mujeres casadas residentes en Majadahonda».

«Como explica su presidenta, Dolores Pérez, antes las mujeres se dividían entre la Hermandad de la Inmaculada y la del Rosario; pero hace treinta años un joven Baldomero Rodríguez, al convertirse en el nuevo párroco de la Iglesia, llevó a cabo una remodelación del templo y sustituyó algunas de las imágenes que tradicionalmente estaban allí. Así, la estatua de la Inmaculada desapareció, y con ella su Hermandad. “Esos cambios también afectaron a nuestra Hermandad, explica Dolores, y durante unos años dejó de funcionar”.

Abrió la Hermandad exclusivamente masculina a las mujeres. “Hasta hace unos treinta años, cuando una niña nacía, su madre la inscribía en la Hermandad de la Virgen de la Inmaculada, y “al casarse pasaba directamente a formar parte de la de la Virgen del Rosario; mientras que los varones eran hermanos del Cristo de los Remedios. Prácticamente todo el pueblo formaba parte de las Hermandades”, explicaba Dolores Pérez, presidenta de la Hermandad del Rosario a la periodista Elena Rey, que añade: “Los archivos más antiguos datan la Hermandad del Cristo de los Remedios y de la Virgen de la Soledad (más conocida como Cristo de los Remedios únicamente) a principios del siglo XV, y cabe decir que la devoción por esta imagen es exclusiva de los majariegos. Al ser este Cristo el patrón de Majadahonda, la actividad de la Hermandad ha sido casi siempre constante, aunque en las últimas décadas del siglo pasado decayó hasta casi desaparecer. En 1990 un grupo de vecinos apoyados por el párroco de Santa Catalina, D. Baldomero Rodríguez Romero, decidió refundar la Hermandad abriendo sus puertas también a las mujeres, quienes hasta entonces no tenían permitido participar”.

La primera campana tiene como nombre «Santísimo Cristo de los Remedios», y a la izquierda de esta se encuentra «Santa Catalina», las dos del año 1956, siendo alcalde Julio Labrandero Descalzo y párroco Florencio García Muñoz. En ella se hace constar la frase “Ayuntamiento y vecinos de Majadahonda”. En otra de las campanas aparece como nombre Labrandero Álvarez, pero no se consigue leer bien debido al paso del tiempo. Las otras dos campanas han sido bautizadas como “María Madre” y “San Gabriel”. En ellas podemos leer: “En los XXV años como Párroco D. Baldomero Rodríguez, año 2003”. Y a su lado el nombre del fabricante de la campana: Quintana. Esta es una empresa que lleva desde 1637 dedicándose a la fundición de estos sonoros instrumentos. En este caso también fueron adquiridas con la aportación económica de los vecinos de Majadahonda.
«Los pobres no necesitan iglesias sino guarderías» (Don Baldomero, 1973)

Majadahonda Magazin