Propaganda del libro de Pío Moa con la foto de Franco. El asesor de Vox dice que no se habla de él e insulta a MJD Magazin por reproducirlo

ZACARIAS M. MAILLO. He titulado este artículo «El rostro de Vox y el silencio del PP» porque apenas ha transcurrido poco más de medio año desde la constitución de la nueva Corporación Municipal y ya los ciudadanos de Majadahonda podemos hacernos una idea de lo que representa Vox en una institución, que por cierto gobierna en fraternal coalición con el PP, quien lejos de deslegitimar las actuaciones de sus compañeros ultras, las sostienen y suponemos que las comparten con su insoportable silencio. En otras palabras, Vox (y subsidiariamente el PP) nos han mostrado el verdadero rostro de la derecha española (rancia, retrógrada, cortijera, faltona, crispadora e insultona), a quien no le importa alentar el enfrentamiento en lugar de exponer con limpieza y educación sus discrepancias con el resto de fuerzas políticas.


Zacarías M. Maíllo

Lo hemos visto en el Congreso de los Diputados en la investidura de Pedro Sánchez, pero también en Majadahonda en estos meses. En efecto, el pasado día 13 de diciembre de 2019, Pío Moa, controvertido escritor defensor del franquismo y exmiembro del grupo terrorista GRAPO, pronunció una conferencia en la Biblioteca Pública Francisco Umbral, que organizó ni más ni menos que la Concejalía de Infancia y Familia del Ayuntamiento de Majadahonda, que dirige el concejal de Vox José Luis Rodríguez, en el contexto del programa llamado “lectura en familia”. Como es natural, el ponente, que presentaba su último libro, no desperdició su tiempo y se dedicó a glosar la figura del dictador y genocida Francisco Franco. Bonito concepto de “lectura en familia” el de nuestros representantes ultras.


Cartel con el libro de Pío Moa promocionado por el Ayuntamiento de Majadahonda

Transcurrido el acto, a los pocos días la noticia del mismo fue recogida por Majadahonda Magazin y posteriormente al hilo de este por numerosos medios de comunicación. Las críticas, tanto en la calle, como en redes y en el propio Ayuntamiento, tampoco se hicieron esperar. En este último caso por parte solo de PSOE y de Ciudadanos, que pidieron explicaciones al gobierno municipal que, insisto, miró para otro lado. Yo mismo, por ejemplo, publiqué un tweet en el que pedía a la Oposición municipal más contundencia, incluso solicitando la recusación cuando no la dimisión del concejal mencionado por organizar con dinero de todos (la propaganda, el personal y el uso de los espacios públicos tienen un coste) un acto para las familias en el que intervenía un neofascista defensor del genocida.

Propaganda del Ayuntamiento sobre la conferencia de Pío Moa

La respuesta no se dilató y, como de costumbre, no fue amable. El asesor del grupo municipal Vox (pagado con dinero de todos) respondió al tweet con otro mensaje faltón hacia mí, lo que me importa poco, y calificando al medio en el que colaboro (Majadahonda Magazin) de «panfleto», lo que me importa mucho más sencillamente porque con ello insulta también al resto de quienes en él escriben y porque, les guste el periódico más o menos a los ultras, el respeto a los medios es fundamental en democracia porque gracias a ellos, cada uno con su línea editorial, podemos formarnos nuestra opinión como ciudadanos. Y en nuestro caso, Majadahonda Magazin, con sus defectos y sus virtudes, nos permite conocer lo que ocurre en nuestra ciudad.

El asesor de Vox dice que el libro no «divulga» a Franco pese a la promoción con su imagen

Ellos, que tanto defienden la legalidad (la que les interesa) deberían saber que la Ley de la Memoria Histórica (Ley 52/2007 de 26 de Diciembre) dice expresamente en su exposición de motivos que la norma “sienta las bases para que los poderes públicos lleven a cabo políticas públicas dirigidas al conocimiento de nuestra historia y al fomento de la memoria democrática”, no al ensalzamiento de los dictadores y genocidas. Por su parte, el Ayuntamiento debería también conocer la ley a la hora de valorar la conveniencia o no de ese tipo de actos, ya que la propia ley establece “una serie de medidas (arts. 15 y 16) en relación con los símbolos y monumentos conmemorativos de la Guerra Civil o de la Dictadura, sustentadas en el principio de evitar toda exaltación de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura, en el convencimiento de que los ciudadanos tienen derecho a que así sea, a que los símbolos públicos sean ocasión de encuentro y no de enfrentamiento, ofensa o agravio”. Además, deberían saber los concejales de Vox y su asesor que el propio autor de la conferencia, Pío Moa, calificó posteriormente de “Gs de gilipollas” al grupo Cs de Ciudadanos. Todo un ejemplo edificante de “lectura en familia”. Y por si fuera poco, en medio de este festival de la crispación, el grupo municipal Vox propuso en un reciente Pleno la creación de un monumento dedicado a la reconciliación nacional. Pero eso sí, tuvo el cuajo de proponerlo al mismo tiempo que llamaba “asesinos” a los concejales del PSOE. Toda una muestra de la voluntad de entendimiento. Nihil novum sub sole. [«No hay nada nuevo bajo el sol»].

Majadahonda Magazin