Deia: Jon García / J. Sampedro (Fotos). Inicio con empate del Sestao sin pólvora. Sestao y Rayo Majadahonda empatan en un choque con final polémico. El árbitro anuló a los visitantes un posible gol legal por fuera de juego. Sestao River y Rayo Majadahonda protagonizaron un típico encuentro de inicio de temporada con empate en el marcador, poco ritmo en el juego -algo más en la primera mitad- y siete caras nuevas en el once de los verdinegros. Pese a todo ello, hubo emoción hasta el final en Las Llanas; en los últimos minutos el Rayo vio cómo el colegiado le anulaba un posible gol legal a De Frutos por fuera de juego y ya en el descuento Rahmani no llegó a rematar lo que podría haber sido el gol de la victoria para el River. El encuentro también dejó alguna cifra que, a buen seguro, será difícilmente batible esta temporada. Recio Moreno mostró nada menos que doce cartulinas amarillas, siete de ellas para los vizcaínos, en lo que viene en llamarse un partido de guante blanco. De haberse tratado de un choque bronco, cabe preguntarse si el colegiado navarro y su bajo listón se habrían quedado solos en el nuevo césped de Las Llanas. En lo que respecta al juego, Güemes estuvo a punto de adelantar a su equipo en la primera jugada del encuentro, pero su remate de cabeza salió por encima de la meta de Basilio.
El meta local Galder propició después la primera ocasión para los madrileños en una mala salida, pero Portilla, excesivamente escorado, lanzó fuera. Ambos protagonizarían una jugada similar pocos minutos después, pero esta vez Portilla centró y fue Fidalgo quien remató desviado. La mejor ocasión para el River llegó mediada la primera mitad tras una buena jugada de Jon Etxaburu por la izquierda. Su centro por bajo lo remató por encima del larguero Juan Martín. En la segunda parte los madrileños sacaron a relucir su mayor ritmo con dos buenas ocasiones en los primeros minutos. Portilla disparó alto desde la frontal, ligeramente escorado, y Ñoño estuvo a punto de marcar al aprovechar un gran pase interior, pero su disparo salió rozando la cepa del poste. El River también comenzó a acercarse al área de Basilio conforme pasaban los minutos y aumentaba el cansancio de los madrileños, que vieron cuatro tarjetas en apenas diez minutos. Eneko Rubio, antes de marcharse lesionado, estrelló en el larguero otro buen servicio de Etxaburu. Ya en la recta final, con algunos jugadores acusando el paso de los minutos, cualquiera se pudo llevar los tres puntos; el Rayo en la jugada polémica del fuera de juego y el River con la ocasión de Rahmani, que no pudo celebrar con gol su vuelta a Las Llanas.
Vavel (José Manuel Pérez, Sestao). Las Llanas reparte puntos y dudas. El River se conforma con el empate ante un Rayo que pudo ganar pero también perder el partido en la segunda parte. El fútbol ha vuelto a Las Llanas casi tres meses después del último partido de competición oficial disputado en el Municipal sestaoarra, remozado durante este verano para la ocasión. Y lo ha hecho con un empate sin goles entre un anfitrión, al que no le ha bastado con la voluntad y los arreones esporádicos, y un Rayo Majadahonda sin complejos, pero que pudo pagar su falta de pegada con una derrota que habría sido demasiado castigo para sus méritos contraídos. Muchas caras nuevas sobre el césped en las filas del equipo local, desde la portería defendida por Galder al puesto de delantero centro ocupado por Azkorra.
Sólo Gago, Tarantino, Eneko Rubio y Leandro repetían del equipo que finalizara sexto la temporada pasada, mientras Portuga, Carlitos, Fidalgo y Ñoño se estrenaban en el once de un conjunto majariego que llegaba a Sestao con la intención de desquitarse de la triste derrota cosechada en su anterior visita, desperdiciando su superioridad numérica. Y a fe que lo demostraron los pupilos de Antonio Iriondo, que fueron los primeros en disponer de una ocasión para inaugurar, nunca mejor dicho, el flamante marcador de Las Llanas. Desde el primer minuto al último el Rayo intentó ser fiel a la filosofía de juego de su míster basada en el buen trato de balón, sacándolo jugado en pases cortos desde atrás, y buscando los balones al hueco de sus jugadores de vanguardia como Portilla, Jorge Félix y Ñoño.
Afortunadamente para los locales, la presión daba ciertos frutos, y permitía con el paso de los minutos asomarse a las inmediaciones de la portería del experimentado Basilio, con protagonismo para dos jóvenes de estreno en la categoría como Juan Martín y Etxaburu. El despliegue físico del centrocampista zornotzarra y la verticalidad de Pixki, cuyo marcador Rubñen era sustituido a la media hora de juego, contrarrestaban el juego visitante y así el River gozaba de algunas oportunidades como un chut de Juan Martín y, sobre todo, un remate de cabeza que no llegó a conectar bien Azkorra dentro del área. A falta de goles, el colegiado empezaba a acumular en su cuenta un rosario de tarjetas, que llegaron a ser una docena, muchas de ellas ciertamente rigurosas. La última de la primera parte, señalada sobre Gago tras uno de los varios desajustes defensivos que durante el primer tiempo padecía el equipo local, provocaba una peligrosa falta al borde del área que afortunadamente para los de la Margen Izquierda acababa sin consecuencias.
Dominio visitante tras el descanso: El escenario cambió de decoración la segunda mitad, a pesar de que Jon González, quizá presintiéndolo, variaba su once con la entrada de Rodri para jugar volcado en banda derecha en lugar de Güemes. Una prueba que no iba a servir para generar más peligro en los sestaoarras, peligro que sí transmitían según avanzaban los minutos los majariegos. Primero fue Portilla pero el que más cerca estuvo de adelantar a su equipo en el marcador fue Ñoño con un disparo cruzado que se marchaba lamiendo la cepa del palo defendido por Galder. El veterano portero del River subsanó una salida deficiente del primer acto, con otras rápidas intervenciones fuera de su marco que ayudaron a desbaratar peligrosas contras del Rayo Majadahonda. El River vivía en el alambre de la línea del fuera de juego para contrarrestar la superioridad patente en el centro del campo de los de Iriondo, mucho más frescos en el segundo tiempo, y dueños del balón y del ritmo del partido, sobre todo tras la salida del campo de Eneko Rubio.
Precisamente el capitán del Sestao había sido el único capaz de devolver a la afición la esperanza de sumar los tres primeros puntos de liga con un remate a servicio de Pixki que se iba a estrellar en el larguero de Basilio. La oportunidad hizo temblar el palo del portero madrileño pero no el ánimo de un equipo crecido que veía cerca el triunfo, tanto como en el gol anulado a su joven delantero de recambio, De Frutos, por una posición antirreglamentaria que generó serias dudas en el banquillo visitante. También la había tenido antes Ñoño con un lanzamiento de falta directo, o Jorge Félix, quizá el más destacado de los suyos, con un remate que se marchó arriba, demostrando que la falta de pegada podía terminar condenando a los visitantes ante un River partido en dos, y que parecía dar por bueno el empate como mal menor. Poco faltó para este desenlace si Yanis, el último de los cambios efectuados por ‘Peli’ hubiera acertado ya en los minutos de descuento, primero con un chut fuerte desde duera del área, y poco después tras quedarse a escasos centímetros de rematar en boca de gol un buen servicio desde la derecha de Gago. Fue la última ocasión de un partido de ritmo intermitente que demostró las carencias típicas de dos equipos en rodaje, más en los locales, que acusaron la pérdida de fuelle en la segunda parte, y una suerte de errores defensivos que ninguna de las dos escuadras supo aprovechar en ataque para deshacer un marcador inicial que en cierta medida pudo considerarse justo. Puntuaciones: Basilio 6, Rubén 4,5, Oliva 6, Cidoncha 6,5, Portuga 6, Fabry 7, Fidalgo 7, Carlitos 6,5, Ñoño 6,5, Jorge Félix 7, Portilla 6,5, Aitor Núñez 5,5, De Frutos 5,5, Rubén Blanco 5,5.
El Gol de Madriz (Mario Ruiz Rubio): Un gol mal anulado priva a los majariegos de la victoria. El colegiado navarro Recio Moreno se erigiría como principal protagonista en el último tramo del encuentro al impedir que el tanto de Jorge de Frutos, quien se encontraba en posición legal cuando recibía la pelota de Portilla, subiera al marcador. El Rayo Majadahonda 2.0 ponía en marcha su segunda temporada consecutiva en la categoría de bronce en tierras vascas, quien esperaba un viejo conocido de la campaña pasada: el Sestao River. Los hombres de Antonio Iriondo visitaban Las Llanas con el recuerdo de la derrota cosechada el año anterior, pero con la ilusión de dar comienzo a un nuevo curso liguero. Y los primeros minutos nada tenían que corresponderse a la primera jornada de liga. Ambos conjuntos salían de vestuarios imprimiendo un alto ritmo de juego sobre el verde, pese a las condiciones del césped, lo que dificultaban el fútbol veloz de Ñoño o Portilla, así como de Jon Etxaburu por parte del cuadro vasco. Sería mediada la primera mitad cuando el esférico cogería tintes verdinegros de la mano de hombres como Jon Etxaburu, el jugador más activo de los locales, y Eneko Rubio. Juntos protagonizarían la ocasión de mayor peligro de la primera mitad, obligando a intervenir a un atento Basilio. Poco a poco, los de Jon González se irían acercando a campo rival pero sin acierto, en parte por el buen hacer de la zaga madrileña. Sin romper el marcador inicial, los 22 futbolistas se marchaban a vestuarios.
Tras el descanso, los majariegos pisaron el acelerador y llevaron el miedo a las gradas de Las Llanas. La primera ocasión caería sobre las botas de Ñoño, que ganaba la espalda a Magdaleno. En el mano a mano, su disparo se marcharía cruzado. Minutos más tarde sería Portilla tendría su oportunidad, sin embargo su chut no pondría en apuros a Galder. Cuando parecía que el Majadahonda había encontrado su sitio en el campo, Jon Etxaburu volvía a hacer de las suyas con su par y servía un balón atrasado para la entrada de Eneko Rubio. Con Basilio ya batido, el larguero se alió con los visitantes, rechazando el cuero de la zona de peligro.
Si hablábamos de un ritmo alto durante los primeros 45 minutos, la segunda parte fue bien distinta debido a las numerosas interrupciones producidas. Pero ello no impidió que los de Antonio Iriondo intentaran pelear por la victoria hasta el último minuto. Y podrían haberla logrado de no haber sido por la decisión del colegiado navarro Recio Moreno, quien señalaba fuera de juego en una gran jugada de triangulación protagonizada entre Portilla y Jorge de Frutos, siendo este último el encargado de mandar el balón al fondo de la red. El delantero que acababa de saltar al campo se encontraba por detrás del esférico cuando recibía el balón de Portilla, sin embargo el asistente levantó la bandera que penalizaba al conjunto blanco. Yanis levantaría a los asistentes con una oportunidad a escasos minutos para el final, pero por suerte para los visitantes no acertaba a rematar cuando tenía todo a placer. Sin tiempo para más, el árbitro indicaba el final del partido con el mismo resultado con el que daba inicio el encuentro. Los madrileños lograban arrancar un punto en un estadio que el año pasado se les atragantó. Puntuaciones: 3 Portilla, 2 Jorge De Frutos, 1 Basilio
