AGENCIA EFE. El gestor de cuentas en Suiza de los cabecillas de Gürtel ha asegurado en la Audiencia Nacional que desconocía la condición de alcalde de Majadahonda del acusado Guillermo Ortega cuando abrió una cuenta en la banca Cial de Ginebra en 2002 porque éste lo debió omitir, y ha añadido que en esa época y ahora «cuando alguien quiere engañar a un banco lo puede hacer«. Al ser preguntado por qué no se hicieron comprobaciones, este testigo, de nombre Félix Gallego, ha recordado que por aquel entonces no existía internet para hacer búsquedas como ahora y ha destacado que la relación con los clientes se basaba en la confianza, normalmente porque les presentaba ya un cliente de ese mismo banco. «No podemos evitar que se meta alguien indeseable«, ha señalado al explicar que nunca sospechó de esos clientes, ya que las veces que se reunió en Madrid con ellos «no se escondían». «No me decían vamos a vernos en las cuevas de Luis Candelas«, ha ironizado. [Este viernes comparece en la Audiencia Nacional la primera tanda de testigos de Majadahonda: la ex concejala de IU, Loles Dolz, la responsable de la Residencia de Mayores, Concha Lostau, Rodolfo Campiña Díaz-Agero, Javier Pulgar Ugena y Lourdes Palomar, jefa de negociado de la Concejalía de Transportes].


En su comparecencia en la 47ª jornada del macrojuicio por la primera época de Gürtel (1999-2005), el testigo, que trabajó en la banca Cial de 1989 a 2006 y después en Mirabaud hasta su prejubilación, ha relatado que entró en contacto con los cabecillas de la trama Francisco Correa y Pablo Crespo a través de su amistad con Antonio Villaverde, asesor financiero y presunto testaferro de la trama. «Si le presenta un amigo a otro amigo, entonces no debe ser un delincuente. Se habla de si tiene familia, dónde pasa sus vacaciones y en el perfil de cliente aparece todo eso», ha relatado. Pese a esa ocultación por parte de Ortega, que se enfrenta a 50 años de cárcel, el banco detectó después que era alcalde de Majadahonda (Madrid) cuando abrió la cuenta, por lo que tendría que haber sido clasificado como PEP (Persona Expuesta Políticamente).

«No me acuerdo cómo se trató después a Ortega. Imagino que el banco luego le trataría como tal» ha expuesto el gestor que, ante la insistencia del abogado del Estado sobre cuál fue su reacción y si hubo pérdida de confianza ante alguien que le ocultaba una información así, ha respondido: «Si alguien me esconde algo, le pido explicaciones o le denuncio, que también está esa vía«. Gallego ha explicado también que le gestionó a Correa la apertura de una cuenta a nombre de la empresa PACSA y ha explicado que muchos clientes optaban por abrir cuentas a nombre de sociedades en lugar de nominativas porque tenían ventajas fiscales, si bien siempre debía constar la persona beneficiaria de los fondos.

La fiscal le ha preguntado sino levantó sospechas la cantidad de trasferencias en un mismo día de esa cuenta a otra, como las cuatro que hubo por un total de 600.000 euros en una ocasión, a lo que se ha limitado a contestar: «no se pedían muchas explicaciones en esos momentos«. También ha declarado otra testigo que abrió una cuenta en Suiza a través de Villaverde, del que era amigo de la infancia, y ha explicado la metodología utilizada cuando necesitaba extraer alguna cantidad de su cuenta. Según su testimonio, éste le sugirió que dado que tenía clientes en España con cuentas en Suiza, el hacía una trasferencia a una de esas cuentas en Suiza y luego él le entregaba el dinero en metálico en España y ha añadido que desconocía a quién le hacía las trasferencia.

La versión de Europa Press

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